Cada vez crece la tendencia de preparar panes sin harina tradicional, y esta receta se volvió una de las favoritas por su simplicidad. No se necesita amasado ni horno especial, solo una combinación que da lugar a unos pancitos suaves y llenos de nutrientes naturales.
El toque clave está en la unión de la avena y las semillas de chía, dos ingredientes que aportan textura y beneficios para la salud. Esta mezcla permite lograr una masa uniforme y liviana que, una vez cocida, conserva la humedad ideal para disfrutar al instante o guardar durante varios días.
pancitos de chía y avena
Esta receta es una de las opciones más livianas para el desayuno o la merienda. El resultado sorprende por su sabor y facilidad.
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Ingredientes para los pancitos saludables de avena y chía
Para realizar estos pancitos se necesita:
- ½ taza de harina de avena.
- 1 cucharadita de levadura seca.
- 1 cucharadita de azúcar.
- 1 cucharada sopera de semillas de chía.
- ¼ de taza de agua tibia.
La harina de avena es un elemento principal porque es rica en fibra soluble, lo que ayuda a prolongar la sensación de saciedad. Este cereal contribuye a regular el colesterol y los niveles de azúcar en sangre. Además, las semillas de chía, aportan ácidos grasos omega 3, calcio y antioxidantes que favorecen la digestión y la salud del corazón.
Al mezclarlos se obtiene una masa suave y flexible, ideal para cocinar tanto al horno como en sartén. No olvides la levadura y el azúcar, ya que actúan en conjunto para dar volumen y una textura más aireada, mientras que el agua tibia activa el proceso de fermentación natural sin necesidad de agregar grasa ni harinas refinadas.
pancitos de chía y avena
Esta receta es una de las opciones más livianas para el desayuno o la merienda. El resultado sorprende por su sabor y facilidad.
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Paso a paso para realizar los pancitos sin harina
- En un recipiente colocá el agua tibia, el azúcar y la levadura, y dejá reposar por 5 minutos para activar la mezcla.
- Luego, añadí la harina de avena y las semillas de chía, integrando todo hasta formar una masa homogénea. Si la textura resulta muy seca, se puede sumar una cucharada extra de agua.
- Dejá reposar la masa tapada con un paño durante unos 20 minutos. Este tiempo permitirá que la chía absorba líquido y libere su gel natural, lo que le dará una consistencia firme y elástica sin necesidad de amasado.
- Pasado ese tiempo, formá pequeñas porciones con las manos un poco húmedas y colocá los pancitos en una sartén antiadherente a fuego bajo.
- Cociná de 4 a 5 minutos por lado hasta que tomen color dorado y una corteza suave. También podés hornearlos a 180 °C durante 15 minutos.
Cuando estén listos, dejalos enfriar sobre una rejilla. Estos pancitos se pueden guardar hasta 3 días en recipiente hermético o congelar para consumir más adelante sin perder textura ni sabor.
pancitos de chía y avena
Esta receta es una de las opciones más livianas para el desayuno o la merienda. El resultado sorprende por su sabor y facilidad.
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Los pancitos de avena y chía son una excelente alternativa para quienes buscan reducir el consumo de harina común sin renunciar al pan. Además de ser fáciles de preparar, aportan energía duradera, fibra y proteínas vegetales. Podés acompañarlos con dulce, palta o queso, ya que esta opción casera y saludable puede adaptarse a cualquier momento del día.