Hay recetas que tienen ese poder mágico de hacernos sentir en casa, como la del budín de zanahoria y naranja que es simple y con ese toque de calidez que transforma cualquier tarde en un momento especial. Además, es la combinación perfecta entre lo clásico y lo saludable.
La zanahoria, además de darle humedad y un color anaranjado precioso, aporta un dulzor natural que equilibra muy bien con la acidez de la naranja. El resultado es un budín húmedo, liviano y lleno de sabor, ideal para acompañar con un té o un café, o para compartir en familia durante el fin de semana.
Una de las ventajas de esta receta es que no necesitás batidora porque se puede preparar en pocos pasos y con ingredientes que probablemente ya tenés en casa. Es un budín que no falla, incluso si no sos experto en repostería.
Además, admite pequeñas variaciones como reemplazar parte del azúcar por miel, agregar nueces o pasas para darle textura, o perfumarlo con una pizca de canela si querés un toque más especiado.
budín de naranja y zanahoria
Ingredientes para el budín
- 2 zanahorias medianas, ralladas finas
- Ralladura de 1 naranja
- Jugo de 1 naranja (aprox. 100 ml)
- 2 huevos
- 120 ml de aceite (de girasol o maíz)
- 180 g de azúcar (blanca o rubia)
- 220 g de harina 0000
- 1 cucharadita de polvo de hornear
El paso a paso para lograr un budín de naranja y zanahoria perfecto
- Preparar el horno: precalentá a 180°C (moderado) y enmantecá o cubrí con papel manteca un molde para budín.
- Batir los huevos con el azúcar: en un bowl, mezclá bien hasta que quede una preparación cremosa.
- Agregar los líquidos, incorporá el aceite, el jugo y la ralladura de naranja. Mezclá hasta integrar.
- Sumar la zanahoria: agregá las zanahorias ralladas finas y mezclá bien.
- Unir los secos: tamizá la harina junto con el polvo de hornear e incorporalos a la mezcla, con movimientos envolventes.
- Hornear: volcá la preparación en el molde y llevá al horno durante 40 a 50 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio.
- Dejar enfriar y desmoldar: una vez tibio, desmoldá con cuidado.
Si querés un toque más dulce y brillante, prepará un glaseado con azúcar impalpable y jugo de naranja, y volcá por encima cuando el budín esté frío. Queda húmedo, perfumado y con ese sabor a casa que todos amamos.