Cortar una cebolla puede transformarse en un desafío porque incluso quienes están acostumbrados sienten ese ardor que nubla la vista. Pese a que se intenta usar un trapo con agua, ponerse antiparras y dejar correr el agua, las lágrimas continúan. La verdadera razón del lagrimeo tiene un origen y 2 trucos pueden ser la clave para evitar esa reacción.
La ciencia aparece en este proceso culinario, y describe un proceso químico muy puntual que se activa en segundos y que no se detiene hasta que la cebolla pierde humedad. Por eso existen dos trucos simples que ayudan a manejar su comportamiento sin recurrir a métodos poco efectivos.
cortar cebolla
Con pequeños trucos en el corte, trabajar con cebolla puede dejar de ser una tarea incómoda dentro de la cocina.
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Cuál es la reacción química que produce lágrimas al cortar cebolla
La cebolla libera una sustancia volátil cuando sus células se rompen. Según laAsociación Nacional de la Cebolla, se activa una enzima llamada alliinasa, que transforma los compuestos naturales de la cebolla en óxido de propanotial, un gas irritante que asciende y entra en contacto con los ojos.
La sustancia reacciona con la humedad ocular y forma un leve ácido sulfúrico que provoca ardor y hace que el cuerpo se defienda generando más lágrimas.
El proceso ocurre de manera inmediata y aumenta según la temperatura del ambiente, el tipo de cebolla y el grado de frescura.
La parte donde más se concentra este gas es la raíz, zona donde se ubican los compuestos sulfurosos que intensifican la reacción.
Por eso, manipular esa sección al comenzar el corte incrementa el flujo irritante en cuestión de segundos.
Esto no quiere decir que será mágico el efecto. Si bien sigue apareciendo a medida que manipulamos la cebolla, pero sí puede reducirse su impacto si se controla cómo se libera.
cortar cebolla
Con pequeños trucos en el corte, trabajar con cebolla puede dejar de ser una tarea incómoda dentro de la cocina.
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Los 2 trucos más exitosos para evitar el lagrimeo
Uno de los métodos consiste en no cortar la raíz al comienzo
Esta parte concentra la mayor cantidad de compuestos sulfurosos, por lo que mantenerla intacta durante casi todo el proceso ayuda a que la liberación del gas sea más lenta.
El corte debe iniciarse por la parte superior, reservando la base sin tocar hasta que la cebolla ya esté prácticamente procesada.
Esto no corta el efecto de la cebolla, sino que disminuye notablemente la intensidad de la reacción química.
El segundo truco se basa en modificar la temperatura
Enfriar la cebolla en la heladera durante 30 minutos antes de usarla ralentiza la acción de la enzima que produce el gas irritante.
Cuando esta verdura está más fría, sus células liberan menos compuestos volátiles, por lo que el ambiente se llena de menos irritantes y el efecto sobre los ojos es mucho más suave.
Este método debe combinarse con el anterior, ya que es uno de los más efectivos porque actúa directamente sobre la velocidad de la reacción.
cortar cebolla
Con pequeños trucos en el corte, trabajar con cebolla puede dejar de ser una tarea incómoda dentro de la cocina.
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La razón por la que lloramos al cortar cebolla tiene una explicación química simple, clara y directa que se activa apenas el cuchillo rompe su estructura. De ahora en más, la raíz no debe cortarse al principio y tendremos que ubicarla en frío antes de manipularla. En lugar de recurrir a mitos poco efectivos, estos dos pasos ofrecen un alivio inmediato para evitar molestias.