En verano, mantener los mosquitos fuera de la casa es casi imposible, incluso cuando se usan espiraleso aerosoles Sin embargo, existe un truco casero que se utilizaba desde antes de que existieran los repelentes modernos y que vuelve a ganar popularidad por su efectividad y bajo costo. Lo mejor: funciona con un ingrediente que cualquiera tiene en su hogar.
A diferencia de otros métodos que solo espantan a los insectos, este truco aprovecha una propiedad natural que actúa como barrera para que los mosquitos ni siquiera crucen la puerta o la ventana. Es una técnica recomendada incluso por expertos en limpieza y control de plagas, porque es segura, no tóxica y accesible para todos.
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El truco con café crea una barrera natural que evita mosquitos dentro del hogar.
Además, este método no deja olores fuertes, no mancha, no requiere aparatos ni recambios y puede aplicarse en minutos. Esa combinación lo convierte en una opción ideal para quienes buscan soluciones prácticas y efectivas sin recurrir a insecticidas químicos.
Con temperaturas altas y humedad constante, la presencia de mosquitos se intensifica. Por eso, este truco casero está ganando lugar en cientos de hogares argentinos que buscan mantener los ambientes más frescos sin permitir que entren estos insectos molestos.
El ingrediente clave que evita que los mosquitos crucen la puerta
El truco consiste en usar café molido seco, que funciona como un repelente natural gracias a su aroma intenso y aceites volátiles. Los mosquitos odian ese olor, especialmente cuando el café está tostado, por lo que evitan acercarse a los bordes donde es colocado.
El procedimiento es sencillo: solo hay que esparcir una pequeña línea de café molido en los marcos de puertas y ventanas, o colocar tapitas con café en las esquinas donde suelen aparecer los insectos. No hace falta quemarlo, no hace humo y no contamina el ambiente.
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El truco con café crea una barrera natural que evita mosquitos dentro del hogar.
Según especialistas en control natural de plagas, el café funciona como una barrera aromática que interrumpe la ruta de vuelo de los mosquitos y reduce hasta un 70% su ingreso al hogar. Además, el café absorbe humedad, lo que evita que los insectos se acerquen a zonas donde puedan reproducirse.
Otro beneficio es que se puede reutilizar el café que quedó en el filtro: solo hay que dejarlo secar al sol y usarlo nuevamente como repelente.