Son muchas las personas que tienen el hábito de leer antes de dormir, pero muchas veces el libro queda desordenado sobre la mesa de luz o termina en la cama doblado, con el riesgo de manchar las páginas. Con una percha vieja y una prenda que ya no uses se puede armar un portalibros cómodo, funcional y con estilo.
El proyecto no exige herramientas complejas ni habilidades de costura avanzadas; sirve para aprovechar materiales que suelen acumularse en el fondo del placard y además aporta un toque artesanal al cuarto.
Un portalibros hecho con una percha y ropa en desuso combina reciclaje y utilidad. Con materiales simples y poco tiempo se obtiene un accesorio que facilita la lectura en la cama y reduce el riesgo de dañar libros.
Materiales para reciclar las perchas
1 percha vieja (metálica o de madera).
1 prenda de ropa en desuso (remera, camisa, jean o un trozo de tela resistente).
Hilo y aguja o máquina de coser.
Tijera para tela.
Regla o cinta métrica.
Alfileres (opcional).
Relleno: retazos de tela, relleno sintético o una toalla vieja (para la versión acolchada).
Cinta adhesiva fuerte o pegamento textil (opcional, para fijaciones rápidas).
perchas recicladas
Reutilizar perchas genera espacios en casa y brinda una idea estética y económica en la cocina.
WEB
Versión 1: cómo hacer un portalibros móvil con percha y bolsillo lateral
Esta opción permite sostener un libro con un ángulo cómodo mientras se lee en la cama. El diseño incluye un bolsillo donde apoyar el libro y dos tiras para sujetar la percha.
Paso a paso
Cortar un rectángulo de tela de 40 cm de ancho por 30 cm de alto. Si la prenda tiene estampado o bolsillo útil, aprovecharlos como detalle estético.
Doblar 2 cm del borde inferior hacia el interior y coser para reforzar el borde que recibirá el peso del libro.
Doblar la parte inferior del rectángulo hacia arriba 15 cm y coser los laterales a 1 cm del borde, de modo que quede un bolsillo profundo. Dejar la parte superior abierta para introducir el libro.
Cortar dos tiras de 4 cm de ancho por 25 cm de largo. Doblar cada tira a lo largo y coser los laterales para formar cintas resistentes.
Coser la parte superior de cada tira a ambos extremos del rectángulo, en la parte trasera. Las tiras deben formar un lazo por donde pasar la percha. Asegurar con varias puntadas para que resista el peso.
Pasar la percha por ambos lazos y colgar la percha del respaldo o del cabecero, o bien sostenerla con la mano para una lectura en posición reclinada. Para sujetar la percha en la cabecera, usar un gancho o nudo que la mantenga estable.
Introducir el libro en el bolsillo con la tapa hacia afuera. Ajustar el ángulo tirando o relajando las tiras. La tapa apoyará en el borde reforzado y la base del libro descansará dentro del bolsillo.
Consejos: elegir telas fuertes (jean o lona) si se prevé uso frecuente. Si la percha es metálica y resbala, cubrir la sección de contacto con cinta textil.
portalibros con percha
Versión 2: Portalibros acolchado para fijar en la cabecera
Esta versión ofrece mayor comodidad y aspecto decorativo. El acolchado protege las páginas y mantiene la estructura.
Cortar dos rectángulos de tela de 50 x 35 cm (frontal y trasero). Cortar una pieza de relleno del mismo tamaño.
Colocar la pieza trasera con el lado derecho hacia abajo, poner el relleno encima y, por último, la pieza frontal con el lado derecho hacia arriba. Alinear bordes y sujetar con alfileres.
Coser todo el contorno dejando una abertura de 8 cm para dar vuelta la pieza.
Voltear la funda por la abertura y cerrar con puntada invisible.
Marcar la línea de bolsillo a 18 cm desde la base y realizar una costura horizontal. Coser también laterales para delimitar el bolsillo.
En la parte superior, coser dos tiras anchas de tela o usar la percha como soporte, asegurando con costuras firmes o remaches. Si se prefiere, colocar una banda larga con ojales para colgar con ganchos en la cabecera.
Colocar el portalibros sobre la cabecera, fijar con ganchos o pasar la percha por el borde superior. Introducir libros y ajustar.
Consejos: para mayor sujeción usar velcro en la parte trasera y un velcro complementario fijado a la cabecera. Para un acabado más prolijo, colocar cinta bies en los bordes.