En todas las cocinas argentinas hay una olla o una sartén con manchas oscuras o zonas quemadas por el uso frecuente, que parecen imposibles de sacar. En esta situaciones, en lo primero que uno piensa es en recurrir a limpiadores industriales fuertes o esponjas de acero que muchas veces rayan la superficie, pero un ingrediente casero puede solucionarlo.
Las cáscaras de papa, con un poco de sal y agua caliente pueden devolverles el brillo a los instrumentos de cocina, sin gastar de más. Lo que normalmente tiramos a la basura, puede convertirse en un limpiador natural y económico que vas a poder usar en diferentes ocasiones.
La papa contiene almidón, una sustancia que ayuda a ablandar la suciedad, y su cáscara tiene una textura que, combinada con agua caliente o sal, actúa como un abrasivo suave. De esta manera, es posible desprender manchas sin dañar el material de las ollas o sartenes.