El ejercicio debe ser un a parte esencial de la rutina diaria. Sin embargo, el horario en el que se realiza es una variable que no suele tenerse en cuenta. Este factor puede ser determinante en la pérdida de peso, el aumento de la masa muscular y hasta la calidad del sueño.
Cuál es el mejor horario para hacer ejercicio
Según la investigación publicada en la revista Obesity, hacer actividad física entre las 7:00 y las 9:00 de la mañana se asocia con un perímetro de cintura y un índice de masa corporal (IMC) más bajos que en quienes se ejercitan al mediodía o por la noche.
El trabajo se desarrolló en Estados Unidos a partir de datos de más de cinco mil personas registradas en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre 2003 y 2006, cuando los acelerómetros comenzaron a usarse para medir actividad física.
Calistenia
Este tipo de ejercicio se puede realizar en cualquier espacio público.
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La diferencia entre participantes
- Los participantes fueron evaluados por su IMC y circunferencia de cintura, y luego llevaron un rastreador de actividad en la cadera durante entre cuatro y siete días. El grupo que entrenaba temprano mostró un IMC promedio de 27,5, frente al 28,3 de los grupos del mediodía y la noche.
- La diferencia también se reflejó en la cintura: quienes se movían a primera hora promediaban 96 centímetros, mientras que los otros grupos rondaban los 97,5. Estos resultados se mantuvieron constantes incluso al ajustar variables como dieta, consumo de alcohol, tabaquismo, educación, sexo, etnia o tiempo sedentario.
Cuáles podrían ser las influencias
Las hipótesis sobre el mecanismo incluyen tanto factores fisiológicos como conductuales. Según los expertos, quienes entrenan temprano podrían tener rutinas más estructuradas, menos interferencias laborales o familiares y horarios de sueño más regulares, todos elementos que contribuyen al control del peso.
También se observó que las personas activas por la mañana tienden a consumir menos calorías diarias y a mantener un gasto energético pasivo más alto durante el día. En términos metabólicos, ejercitarse en ayunas podría favorecer la oxidación de grasas, ya que el cuerpo recurre a sus reservas lipídicas en lugar de usar glucosa inmediata.
Cabe recalcar que los individuos del grupo matutino fueron los más sedentarios en el resto del día, aunque mantenían los mejores indicadores de masa corporal. Según los investigadores, esta franja horaria también se asocia con rutinas más organizadas y sostenibles, lo que facilita la adherencia a largo plazo.