10 de octubre de 2025 - 17:57

Por qué usar cáscaras de huevo y jabón puede ser el truco clave para la limpieza de tu casa

Este truco aprovecha los residuos del día a día y los transforma en recursos útiles y sostenible para la limpieza profunda.

Un truco doméstico de bajo costo y alto rendimiento ha ganado popularidad entre quienes buscan mantener el hogar limpio sin recurrir a productos abrasivos. La combinación de cáscaras de huevo trituradas, agua y jabón neutro funciona como un limpiador natural con poder desengrasante y abrillantador.

Con unas cáscaras de huevo podrás crear este lindo adorno.
Con unas cáscaras de huevo podrás crear este lindo adorno.
Con unas cáscaras de huevo podrás crear este lindo adorno.

Por qué utilizar este truco

A diferencia de los productos industriales, esta mezcla es biodegradable, segura para las superficies y respetuosa con el ambiente. Su eficacia proviene del carbonato de calcio que contienen las cáscaras, un componente que actúa como un abrasivo suave capaz de eliminar grasa, sarro o residuos incrustados sin rayar ni deteriorar los materiales.

Cáscara de huevo
Cáscara de huevo
Cáscara de huevo

Materiales necesarios

- 2 o 3 cáscaras de huevo limpias y secas

- Agua tibia (cantidad suficiente para formar una pasta)

- Jabón líquido neutro o detergente de cocina

- Recipiente pequeño

- Esponja o cepillo de cerdas suaves

Jabón líquido para la limpieza del hogar

Paso a paso para la elaboración

- Limpieza y secado de las cáscaras:

Retirá los restos de clara o yema y lavá las cáscaras con agua. Dejalas secar completamente para evitar malos olores o grumos.

- Triturado:

Colocá las cáscaras secas en un mortero o procesadora y molélas hasta obtener un polvo fino. Este será el componente abrasivo de la mezcla.

- Preparación de la pasta:

En un recipiente, combiná el polvo de cáscara con jabón líquido y un poco de agua tibia. Mezclá hasta conseguir una textura cremosa y homogénea.

- Aplicación:

Distribuí la pasta sobre la superficie que quieras limpiar (ollas, sartenes, canillas, cubiertos o cerámicos). Usá una esponja o cepillo suave para frotar con movimientos circulares.

- Reposo y enjuague:

Dejá actuar de 5 a 10 minutos y enjuagá con abundante agua. Secá con un paño limpio para potenciar el brillo.

Usos recomendados

- Ollas y sartenes con restos de grasa o comida quemada

- Bachas y canillas con sarro o manchas de agua

- Baldosas y cerámicos con residuos difíciles de remover

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