Reciclar permite convertir desechos cotidianos en piezas que pueden decorar cualquier espacio de casa. En este caso, el sachet de leche —fabricado con polietileno de baja densidad, resistente e impermeable— se puede transformar en un revestimiento artesanal ideal para decorar latas, frascos o envases metálicos reutilizados.
Materiales necesarios
- Sachets de leche vacíos y limpios
- Pintura tiza (del color que se prefiera)
- Esponja o pincel
- Lata o recipiente reciclado (por ejemplo, una lata de duraznos)
- Cinta adhesiva o sujetadores (para fijar el stencil mientras se pinta)
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Reciclar este material puede ser una gran opción para decorar en casa.
Paso a paso para reciclar
- Limpieza del sachet:
Enjuagá los sachets con agua y detergente para eliminar todo residuo de leche. Secalos bien con un paño para evitar humedad o malos olores.
- Preparación del material:
Cortá las costuras laterales y el borde superior e inferior de cada sachet. Desplegalos hasta obtener láminas planas y maleables.
- Aplicación de pintura base:
Con una esponja o pincel, aplicá una capa uniforme de pintura tiza sobre la superficie del sachet. Esta pintura se adhiere bien al plástico y no requiere imprimación previa. Dejá secar por completo.
- Decoración con stencil:
Colocá el stencil sobre la lámina pintada y fijalo con cinta adhesiva para evitar que se mueva. Aplicá una pequeña cantidad de pintura sobre el diseño, dando golpecitos suaves con la esponja. Retirá el stencil con cuidado y dejá secar.
- Corte y ajuste:
Una vez seco, cortá la lámina decorada según las dimensiones del objeto que vas a revestir (lata, frasco o caja).
- Adhesión del sachet al objeto:
Aplicá cemento de contacto tanto sobre la superficie decorada como en el recipiente. Esperá unos minutos y presioná firmemente hasta que quede bien adherido.
- Secado final:
Dejá que el adhesivo se asiente durante algunas horas antes de manipular el objeto.