31 de diciembre de 2025 - 17:04

Fresca, fácil y sin horno: cómo hacer una deliciosa y cremosa torta de queso y coco

Esta torta de queso y coco es ideal para que sea el postre protagonista después de un almuerzo o una cena familiar o con amigos.

Hay postres que entran por los ojos, conquistan con la textura y se ganan un lugar fijo en el recetario por lo simples que son. Esta torta de queso de coco sin horno pertenece a ese grupo selecto: cremosa, fresca, delicada y perfecta para cuando querés algo rico sin prender el horno y sin pasar horas en la cocina.

Es ideal para una comida familiar, una mesa dulce, un cumpleaños o incluso para preparar y vender, porque se conserva bien y luce impecable al corte.

En Argentina, las tortas sin horno se volvieron un clásico moderno. Resuelven el postre en días de calor, permiten adelantarse con la preparación y tienen ese aire casero que gusta a todos.

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En este caso, el coco le aporta una vuelta distinta, más tropical, pero sin exagerar. No empalaga y combina de maravilla con la base crocante de galletitas y el topping de chocolate blanco, que suma dulzor y elegancia sin robar protagonismo.

Lo mejor es que no necesitás ingredientes raros ni técnicas complicadas. Todo se consigue fácil en cualquier supermercado: manteca, crema para batir, queso crema y coco rallado.

Ingredientes para el postre

Base

  • 180 g de galletitas dulces tipo vainilla (aproximadamente 1 paquete chico)
  • 90 g de manteca derretida

Relleno

  • 300 ml de crema para batir bien fría
  • 320 g de queso crema firme, tipo Philadelphia
  • 100 g de coco rallado

Topping

  • 120 g de chocolate blanco
  • 40 ml de crema para batir
  • Coco rallado extra para decorar

El paso a paso para preparar la torta de queso y coco

  1. Triturá las galletitas hasta que queden hechas migas finas. Podés hacerlo con procesadora o colocándolas dentro de una bolsa y aplastándolas con un palo de amasar. Mezclá esas migas con la manteca derretida hasta formar una pasta húmeda.
  2. Volcá la preparación en la base de un molde desmontable de 20 cm de diámetro y presioná bien con una cuchara o el dorso de un vaso para que quede compacta y pareja.
  3. Llevá a la heladera mientras preparás el relleno.
  4. Batí la crema bien fría hasta lograr picos firmes. En otro bowl, aflojá un poco el queso crema con espátula o batidor de mano.
  5. Incorporá la crema batida de manera suave, con movimientos envolventes, para no perder aire. Sumá el coco rallado y mezclá hasta obtener una crema homogénea.
  6. Retirá el molde de la heladera y volcá el relleno sobre la base. Emparejá la superficie y llevá nuevamente a la heladera por un mínimo de 4 horas. Si podés dejarla toda la noche, mejor: toma más cuerpo y sabor.
  7. Calentá la crema sin que llegue a hervir. Volcala sobre el chocolate blanco picado y dejá reposar un minuto. Mezclá hasta lograr una ganache lisa y brillante. Dejá entibiar y volcá sobre la tarta ya fría. Decorá con coco rallado por encima.
  8. Llevá a la heladera hasta que el topping esté firme. Para cortes prolijos, pasá el cuchillo por agua caliente antes de cortar.
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