En las cocinas profesionales, el respeto por el producto es de suma importancia y siempre existen técnicas que elevan su sabor y textura. Los cortes de carne no son la excepción y, para tratarlos con la delicadeza que requieren, los cocineros cuentan contrucos que pueden aplicarse también en casa.
Entre ellos destaca uno de los más comentados: el método 3-3-2-2. El procedimiento, muy popular en ambientes culinarios, promete un corte jugoso, tierno y perfectamente hecho. Su ejecución es tan simple como precisa.
Para empezar, se calienta una sartén a fuego medio con dos cucharadas de aceite de oliva. Una vez lista, se coloca la carne y se deja cocinar tres minutos sin moverla. La paciencia, recuerdan muchos chefs, es un ingrediente indispensable.
Cumplido ese primer tiempo, se da vuelta el bife y se repite la espera: tres minutos más sin tocar la pieza. Tras ese segundo bloque, la carne vuelve a girarse, pero en esta fase el tiempo se reduce: dos minutos por un lado y dos por el otro. El resultado, según quienes dominan esta técnica, es un filete con un sellado perfecto y una cocción interior equilibrada.
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Secreto para cocinar la carne
Algunos recomiendan sacar la carne de la heladera 10 minutos antes de cocinarla para que atempere y sazonarla adecuadamente para potenciar su sabor. Después, sugiere dorarla con aceite y bajar el fuego a mitad de cocción, sin moverla hasta que haya adquirido el punto deseado por un lado.
Su toque final —y uno de sus trucos más celebrados— es pincelar la pieza con manteca al final de la preparación, nunca al inicio, ya que podría quemarse y arruinar la textura.
Con técnicas accesibles y consejos de grandes figuras de la gastronomía, conseguir un corte de carne digno de restaurante está al alcance de cualquier cocina doméstica. El secreto, como siempre, está en la precisión, la paciencia y el respeto por el producto.