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El cheesecake es un postre delicioso que combina la cremosidad del queso con la dulzura de una base de galletas. Esta preparación tiene sus orígenes en la antigua Grecia, pero su popularidad se extendió a lo largo de los siglos hasta convertirse en un clásico de la repostería a lo largo y ancho del mundo.
Con diversas variaciones en todo el mundo, la versión más conocida es la americana, que se caracteriza por su textura suave y su base crujiente de galletas. Es ideal para cualquier ocasión especial y se puede acompañar con frutas, salsas o sin nada.
Para hacer esta receta cheesecake hay que tener en cuenta un detalle particular: el tiempo de preparación. Para lograr la consistencia y el sabor deseado se necesitan aproximadamente 3 horas y 15 minutos en total.
A lo largo de ese tiempo se prepara la base de galletas y la mezcla de queso, se hornea y luego se enfría – este es el paso que más tiempo lleva- previo a servir.
Los ingredientes totales para esta preparación son: 200 gramos de galletas de vainilla, 100 gramos de manteca derretida, 600 gramos de queso crema a temperatura ambiente, 200 gramos de azúcar, 200 ml de crema de leche, 3 huevos y 1 cucharada de esencia de vainilla.
Lo primero es precalienta el horno a 180 grados. Mientras se calienta, tritura las galletas hasta obtener un polvo fino, luego se mezcla las galletas trituradas con la manteca derretida hasta formar una masa homogénea.
Con esto ya hecho, hay que presionar la mezcla de galletas en el fondo de un molde desmontable cubriendo bien toda la base. Reservar en heladera mientras preparas el relleno.
En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y sin grumos. El paso siguiente del relleno es añadir la crema de leche, los huevos uno a uno y la esencia de vainilla mezclando bien después de cada adición.
A esta mezcla hay que verterla sobre la base de galletas en el molde y hornear durante aproximadamente 1 hora o hasta que el centro del cheesecake esté sin movimiento.
Los últimos pasos son apagar el horno y dejar el postre dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora para evitar que se agriete, retirarlo pasado ese tiempo y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Pon el cheesecake en la heladera durante al menos 2 horas antes de desmoldar y servir. Se pueden agregar frutas por encima para decorar o bañar con mermelada de cítricos o frutos rojos.