En medio de la rutina, muchas veces subestimamos el poder que tiene un espacio del hogar para tranquilizar nuestra mente. Incluso, pocos saben responder cuál es el lugar de la casa que más favorece la relajación. La ciencia es clara y resolvió que el ambiente que reduce el estrés en una casa es aquel que emula lo natural.
En ese ambiente debe primar lo que se conoce como “diseño biofílico” con plantas, luz natural, sonidos o vistas al exterior, lo que ayudará a activar cambios fisiológicos profundos y ayuda a recargar nuestra paz mental.
El poder calmante del diseño inspirado en la naturaleza
La psicología ambiental y estudios recientes en neurociencia destacan la efectividad del diseño biofílico para reducir el estrés. Esto implica integrar elementos como plantas, sonidos naturales o vistas hacia afuera, cualquiera de los cuales puede activar respuestas fisiológicas calmantes.
Por ejemplo, una revisión de 2023 muestra que ruidos naturales y vegetación mejoran la recuperación del estrés entre un 9 % y un 37 % más rápido que entornos urbanos tradicionales. Incorporar este tipo de diseño en un espacio hogareño transforma un living, balcón o rincón luminoso en un refugio emocional.
mujer relajada en el balcón
El fundamento teórico viene de la Attention Restoration Theory (ART), propuesta por los psicólogos Rachel y Stephen Kaplan. Según esta teoría, la exposición a la naturaleza genera una atención sin esfuerzo, lo que ayuda a recuperar recursos mentales y reduce el agotamiento cognitivo.
En otras palabras, mirar a través de una ventana con plantas o elementos naturales desconecta el cerebro del estrés sostenido. Un ambiente biofílico favorece lo que los Kaplan llaman “fascinación suave”: una distracción placentera como ver hojas moverse o escuchar agua correr. Esta calma fomentada por la naturaleza se traduce en una disminución de la tensión mental y emocional.
Cómo crear ese espacio “anti-estrés” en tu casa
- Sumá plantas al espacio: introducir vegetación -aunque sean plantas de interior fáciles de cuidar- ayuda a brindar oxígeno, textura visual y sensación de vida.
- Incorporá sonidos de la naturaleza: desde aromas como lavanda hasta música con agua, reducís el impacto de los ruidos urbanos y alentás la calma.
- Aprovechá la luz y vistas externas: si podés, ubicá tu escritorio o sillón de lectura cerca de una ventana con vista a árboles o cielo. El movimiento visual natural activa respuestas restaurativas según la ART.
- Simplificá el espacio visual: evitar mucha recarga visual mejora el foco y reduce la tensión psicológica . El método de “house hushing”—eliminar objetos innecesarios por un día para luego mantener solo lo esencial—permite recalibrar cómo sentimos un ambiente.
¿En qué habitación conviene aplicar esto?
Idealmente, el living o la zona de descanso es el mejor lugar para este enfoque, ya que es ahí donde solemos relajarnos tras el trabajo. También funciona en un rincón de lectura, un balcón o incluso el estudio. Lo clave es que el espacio sea ordinario pero transformado: con plantas, luz natural, quietud y baja carga visual.
mujer relajada en su casa