Todo en Twitter: por qué es la red favorita de los políticos mendocinos

Menos popular que Instagram o Tik Tok, sus mensajes cortos y su inmediatez son la mejor herramienta para que los dirigentes opinen y, también, se crucen dardos. Una explicación del fenómeno.

Cobos, Fernández Sagasti, Cornejo y Suarez publican frecuentemente en Twitter.
Cobos, Fernández Sagasti, Cornejo y Suarez publican frecuentemente en Twitter.

Twitter y la política tienen un romance que ha resistido a nuevos desembarcos que se pelean por la audiencia. Si bien la red social del pajarito experimenta un crecimiento más lento que Instagram o Tik Tok, es el escenario en el que conviven funcionarios, legisladores, periodistas, formadores de opinión y militantes.

En pandemia, tuvo un aumento récord de nuevos perfiles y es allí donde la artillería política juega con sus mejores cartas por la inmediatez. Marcelo Polino, periodista de trayectoria en el mundo del espectáculo, explicaba meses atrás el fenómeno de las redes ejemplificando con la separación de una pareja de famosos. “Antes te enterabas que se separaban porque se tiraban la ropa por el balcón. Ahora se dejan seguir en las redes sociales”, graficó con humor en la mesa de Mirtha Legrand.

Es posible trazar un paralelismo con el mundillo de la política, en donde hay gestos, apoyos, silencios e interacciones que hablan por sí solos. Lucas Romero, politólogo y director de Synopsis Consultores, sintetiza este fetiche de los políticos con Twitter al decir -en diálogo con Los Andes- que “quizás al político le interesa más comunicar algo a los comunicadores que al destinatario final de la comunicación, a los votantes, a la gente. Es para comunicar algo a usuarios que van a levantar y replicarlo en otros ámbitos. Eso le da un atractivo político muy particular. Es un instrumento de posicionamiento, y en eso es útil”.

Hay quienes asienten a esta afirmación, como Alfredo Cornejo, actual diputado nacional: “Está claro que el ‘mundo Twitter’ es el más usado por los políticos y no escapo a eso. Mis publicaciones siempre se viralizan más desde Twitter”.

Para el gobernador Rodolfo Suárezes la red más política, por lo tanto los mensajes que se disparan allí tienen el objetivo de sociabilizar la información inmediatamente, para todos los medios y todos los periodistas”. Destaca, además, el breve espacio de 280 caracteres que propone porque, “como dice el dicho, ‘si lo bueno es breve, dos veces bueno’.

El mensaje tiene que ser sustancial y concreto, cada palabra cuenta”. Para la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, la elección de Twitter es “por la inmediatez” para informarse y “la interacción” que puede tener con sus seguidores: “Me llegan muchos mensajes que me sirven para enterarme de cosas que en los medios no encuentro. Valoro mucho que alguien se tome el tiempo de escribirme, que me haga llegar algo que siente o que le pasa en su vida, en su barrio”, comenta.

El grupo de los cuatro Julio Cobos es el dirigente mendocino con más seguidores (cerca de 196 mil) y mucho tuvo que ver en eso su rol de vicepresidente de la Nación, que le dio gran visibilidad. “Es una red activa desde esa época por lo que ya tiene un buen recorrido realizado. Los momentos de mayor crecimiento están relacionados con las campañas electorales, porque se genera mucha dinámica e interacción”, dice el hoy senador nacional.

La herramienta Twitonomy permite observar algunas métricas del también ex gobernador provincial: tiene un promedio diario de tres tuits y los miércoles es el día que más publica. Al “grupo de los miércoles” también se suma Cornejo, que esgrime casi 51 mil seguidores, con un promedio diario que no llega a dos tuits –poco si se lo compara con otros políticos-. El actual presidente de la UCR nacional prefiere publicar ese día antes que otro de la semana.

Los jueves son los días de mayor actividad de Suárez para sus 50 mil seguidores, también en el horario de las 13 con mayor fuerza. Contrariamente a Cornejo, no tiene mensajes que levanten polvareda por haber confrontado con alguien; los que le han dado mayor interacción son los que apuntaron contra los sueldos altos, como cuando decidió a principios de la cuarentena poner un tope de $ 50 mil a los funcionarios del Ejecutivo.

En cuarto lugar está Fernández Sagasti con casi 41 mil seguidores y gran actividad: un promedio de cinco tuits diarios que prefiere publicar los viernes, con dos horarios fuertes: 12 y 22. El repudio al golpe de Estado en Bolivia fue su tuit que más repercusiones generó por la cantidad de veces que fue compartido.

Pandemia y creatividad

En tiempos de Covid-19 y aislamiento, la comunicación también sufrió transformaciones, aunque trasladadas al plano político poco pudo verse en cuanto a creatividad.

Mientras los consumos de tutoriales, películas y memes aumentaron, la dirigencia continuó con sus confrontaciones y contenidos de agenda. Aunque a muchos les generó repercusiones, como a Cornejo: “Creo que la pandemia cambió todo y las redes han crecido en este marco. No cambió la forma de comunicarse, por lo menos para mí, pero está claro que la gente las usa más, por eso yo decidí también darle mayor utilidad. Claramente, mis opiniones sobre la actual gestión (de Alberto Fernández) son las que más repercusión tienen”.

Las redes sociales en pandemia han permitido mantenernos en contacto con la ciudadanía y mostrar el trabajo diario. Dado al crecimiento del teletrabajo, las reuniones vía conferencia, incrementamos el uso de videos en los posteos”, apunta Cobos.

Muchos aplaudieron innovaciones que causaron sensaciones en la audiencia, como la de Alberto Fernández compartiendo acordes de guitarra o saludos a seguidores. “Fue el líder que más creció en pandemia en cantidad de seguidores; crecía cuando hacía conversaciones totalmente personales”, expresa Adriana Amado, doctora en Ciencias Sociales y especialista en comunicación pública, a Los Andes.

Entre los datos que aporta, asegura que Twitter es una herramienta de poca llegada a la población general: sólo 1 de cada 10 personas tiene un perfil en esta red social. “Lo que pasa es que esa persona está entre las más informadas o entre las que más informan”, aclara. “Creo que hay un camino que está inexplorado. ¿Qué pasa si vos tenés cuentas de Twitter en donde contestás las dudas de la sociedad, más allá de mandar saludos? Las empresas lo han hecho muy bien, trasladaron el monitoreo a las quejas de Twitter. Eso la política no lo hace y es una herramienta súper valiosa”, agrega Amado.

Romero coincide en la falta de creatividad. Explica que “hay un abuso de uso de la red para comunicar lo que se hace y a veces no es relevante: ‘Nos reunimos para pensar cómo solucionar el problema’. Es relevante si uno produjo o toma una decisión que produjo un cambio determinado en la realidad cotidiana. Termina siendo una comunicación de posturas, para tratar de posicionar dónde está uno más que comunicar lo que está haciendo, más para la militancia que para que la gente sepa qué es lo productivo que está haciendo”.

Una unidad básica virtual

Mientras la mayoría de las personas hace malabares para llegar a fin de mes, juntarse con su familia y amigos evitando contagiarse de coronavirus, los políticos acuden a Twitter para opinar de la cuarentena, de los conflictos en la Corte o para disparar contra el partido de enfrente.

En ese sentido, Amado observa que “la política no dialoga ni consigo misma. Imaginate un anónimo que les está diciendo algo. La primera reacción es llamarlos troll. Sólo el 20% de los mensajes son hostiles, es decir ese porcentaje de personas no sólo son una minoría, sino que están en la parte más minoritaria de las redes sociales.

Un ejemplo de esto es la final del “Mundial de Provincias” (una encuesta por Twitter) que ganó Mendoza ante Córdoba. Tanto Suárez como Fernández Sagasti tuitearon con la intención de captar votos y estos mensajes están entre los cinco con mayores interacciones, mostrando a las claras que hay público interesado cuando el tema es atractivo.

Como explica Romero, “las redes ampliaron el espacio público y eso genera profundas transformaciones en el funcionamiento de los sistemas políticos y diría que en la naturaleza de representación política. Se permite una comunicación más horizontal entre el dirigente y el representado y permite otras formas de vinculación. Hoy una computadora es una unidad básica”.

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