El Ministerio Público Fiscal (MPF) salió a mostrar estadísticas positivas respecto del éxito en la investigación de casos de sus fiscales en los últimos años, tanto en delitos con condenas menores, hasta también delitos graves y flagrantes, con cifras que han ido en aumento desde el 2018 hasta la actualidad.
Según se evidencia en las cifras distribuidas, los cambios producidos con la reforma del MPF a comienzos del 2017, en la que se pasó de tener fiscales departamentales a fiscalías especializadas, mejoró “notablemente”, tal como indicaron desde el organismo, el trabajo de los investigadores, ya que se puso en valor cada uno de los delitos según cada unidad fiscal, mientras que anteriormente “los fiscales estaban saturados de trabajo, y en algunas oportunidades dejaban de lado los delitos menores o correccionales, y se centraban en los casos más graves”.
En términos generales, los fiscales han mejorado en los últimos años la tasa de sentencias con condenas en todo tipo de delitos, luego del trabajo de investigación e identificación de el o los autores de las mismas. Por ejemplo, 9 de cada 10 casos de delitos graves terminaron en condenas, suspensión de juicio a prueba o conciliaciones en 2021, lo que genera un dato positivo en ojos del jefe de los fiscales, Alejandro Gullé.
Lo mismo pasa con los procesos correccionales, los cuales tuvieron un 80% condenas, probation o conciliaciones; y en los de flagrancia, cuyos números llegaron al 95% en estos mismos desenlaces.
En tanto, en juicios por jurados populares, hubo condenas para 27 de los 28 casos desarrollados. Quien resultó absuelta en mayo del 2019 fue Claudia Cortez, mujer que era víctima de violencia de género y que mató en su defensa a su marido (Carlos Pelayes) de una puñalada en su vivienda en Godoy Cruz.
Desde el Poder Judicial destacaron igualmente que las estadísticas “no incluyen los juicios abreviados solicitados antes del juicio, item éste que engrosaría los porcentajes a favor del MPF” y que “solamente se ha tenido en cuenta las causas elevadas a juicio, es decir aquellas habido litigación, donde los fiscales han defendido en audiencia pública sus investigaciones”.
Según destaca el informe, las estadísticas “demuestran una gran diferencia de eficacia que impacta directamente en los resultados, a partir de la puesta en marcha de las Unidades Fiscales temáticas”.
De acuerdo a esta reforma, que se comenzó a aplicar a comienzos del 2017, se ha llegado a la conclusión de que la especialización “ha permitido focalizar y enfrentar de manera conjunta aquellos delitos donde el despliegue lícito ha sido similar” y que esto “ha llevado a descubrir y lograr condenas de muchas bandas delictivas”.
Reformas
El Procurador de la Corte Alejandro Gullé, sostuvo a Los Andes que en los últimos años se ha notado un incremento en la productividad de los fiscales, quienes llevan adelante las investigaciones y defienden sus trabajos en las audiencias, y que eso ha desembocado también en los resultados descriptos de cómo terminan las investigaciones en los juicios.
Si bien los datos antes de las reformas del MPF no las tienen porque no estaban digitalizados, Gullé garantizó que “se ha duplicado el nivel de trabajo y éxito en las investigaciones”.
“Antes, en las unidades fiscales, ellos tenían que investigar todo, desde un homicidio calificado hasta una lesión leve; y generalmente se dejaban de lado los delitos menores para abocarse en los casos graves. Por eso los robos se investigaban poco. Ahora todo eso cambió”, expresó.
En este sentido, el Procurador indicó que con la especialización, cada fiscal tiene ahora casos con delitos similares, lo que ayuda también a la agilidad en los mismos, pero también en la importancia que se les da a cada uno.
“Si bien tenemos casi los mismos fiscales que antes, hemos eficientizado el sistema. Además, tenemos un control informático de todas las denuncias. Cada vez que ingresa una, queda a la vista y se debe trabajar en eso. Ahora todos los delitos son importantes y se ve en los datos, el nivel de investigaciones ha mejorado, sobre todo en la unidad de robos y hurtos”, agregó.
Gullé también destacó que más allá de las condenas, las causas que terminan con suspensiones de juicio a prueba o conciliaciones “también muestran el éxito en el trabajo de la investigación, porque es en el debate cuando surgen por ejemplo cambios de calificaciones u otros hechos por algún motivo particular”.
También añadió que hay una “sobrecarga” en los fiscales, al considerar que hay menos de los que se debería tener en un sistema como el acusatorio. “En algunos casos los fiscales tienen 5, 7 o 12 debates por día mientras también deben investigar otros casos, es tremendo. Hemos tenido que autorizar a muchos ayudantes fiscales a participar en audiencias para aliviar a los fiscales, pero esto no debería pasar”, completó.
En detalle
Las investigaciones de delitos graves (no correccionales) elevadas a juicio, en 2018 se llegó al 85% de causas con investigaciones exitosas para los fiscales, de las cuales hubo un 71% de condenas y el otro 14% fueron probation o conciliaciones. Este número aumentó en 2021 a un 89% (77% de condenas y 12% suspensión de juicio a prueba y conciliación).
En procesos correccionales, se pasó de un 69% en 2018 (38% de condenas y 31% probation y conciliación) a un 80% en el año pasado (77% de condenas y 12% probation y conciliación).
En tanto, los delitos flagrantes pasaron de un 91% en 2018 entre condenas, probation y conciliaciones, a un 95% en todo el año pasado, con un 57% de condenas y un 38% de probation o conciliaciones.
