Apuestas on line: el Gobierno quiere que arranquen en las finales del Mundial de Qatar

A mediados de noviembre, se abren las ofertas de la licitación para seleccionar las plataformas que funcionarán en Mendoza. La idea es que antes de que termine el encuentro en Qatar esté el sistema funcionando

En noviembre se realizará la licitación para los juegos on line en Mendoza (imagen ilustrativa)
En noviembre se realizará la licitación para los juegos on line en Mendoza (imagen ilustrativa)

Las tecnologías de la información y comunicación avanzan y permiten situaciones inimaginadas hace no mucho tiempo. Una de esas cosas es el juego on line, es decir la chance de “ir al casino” en pantuflas y apostar a través de un celular o una computadora con conexión a internet.

Eso es lo que se viene en Mendoza. El 17 de noviembre se abren las ofertas de la licitación para seleccionar hasta cinco plataformas de juego on line. El Instituto Provincial de Juegos y Casinos (Ipjyc) pretende culminar la evaluación de las ofertas y adjudicar las licencias antes de que termine el mundial de fútbol. El motivo: que los mendocinos puedan entrar al mundo de las apuestas deportivas con los partidos finales de Qatar 2022.

Siempre que se habla de juego, se habla de dinero. Pero la experiencia internacional y los números que analizan en el organismo de control no parecen demasiado estimulantes, al menos no en el mediano plazo. En el mundo, en promedio, las plataformas on line mueven 5% de lo que representa el movimiento de los casinos físicos.

Así, en Mendoza, si el juego on line ya estuviera instalado en el mercado, superando miedos de asociar tarjetas de crédito o débito a plataformas, con los números actuales que se mueven en las salas físicas de Mendoza, el juego por internet podría representar un mercado de 8.000 millones de pesos anuales, de los cuáles, al menos 6% ingresarían al Instituto de Juegos y Casinos en concepto de canon: es decir 480 millones de pesos anuales. Hoy, los casinos físicos le representan al Instituto poco menos de 700 millones anuales.

El juego on line representa entonces más una apuesta a futuro, que un negocio rentable ya. Para que las plataformas estén en las mismas condiciones de penetración del mercado que en otras partes del mundo, se estima que no pasarán menos de cinco años.

El sistema tiene escaso desarrollo en Argentina. Viene arrancando en las provincias del país, con diferentes modelos institucionales. Mendoza está ingresando en este mundo, con un esquema similar al de Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde ya hay 10 plataformas, nueve son privadas y una es el desarrollo de la propia Lotería de Buenos Aires.

En Mendoza, el Instituto espera seleccionar hasta cinco oferentes, pero realmente no sabe aún cuántos se anotarán para ofrecer el servicio. Mendoza puso una condición que parece más elevada que en otras jurisdicciones: el canon. Las plataformas deberán pagar al menos 6% del monto resultante de las apuestas menos los premios pagados, mientras que en CABA esa obligación es de 2%. Si quieren sumar más puntos para operar en la provincia, las empresas deberán ser más generosas con el Estado.

Además, pagarán ingresos brutos y, sólo por sentarse en la mesa de juegos provincial deben pagar un monto llave de 15.000 dólares. A cambio, podrán operar en la provincia durante 10 años.

Otra condición que influye en el negocio de las empresas que ofrezcan el servicio es lo que en la jerga del juego se llama “win”. El concepto no es nuevo, puesto que también se aplica a las máquinas tragamonedas tradicionales: cada aparato está “programado” para entregar un porcentaje de lo que recauda en premios. Por ejemplo, en la sala del Casino de Mendoza (el que más paga) las máquinas entregan el 92% en premios.

En el caso de las plataformas de juego on line, en la licitación el Instituto estableció un “win” mínimo de 85%, de ahí para arriba dependerá de las estrategias comerciales de cada empresa y “a su propio riesgo”. Así pues, del total apostado se debe restar el win (o premios pagados) y el canon destinado al Instituto. De lo que sobra salen los pagos de impuestos nacionales y provinciales (ingresos brutos), salarios y, por supuesto, la ganancia de las empresas.

El incentivo local

Las empresas que ya operan salas físicas en Mendoza tienen una ventaja respecto de las que vengan de afuera: se les otorgan 15 puntos sobre 100 posibles a la hora de la evaluación de las propuestas, ya sea con desarrollos propios o en UTE con empresas que se dediquen al negocio de juego on line.

En la sala oficial de la provincia, Casino de Mendoza, la concesión de las máquinas tragamonedas las tiene Traylon, propiedad de Ricardo Benedicto (ex socio de Cristóbal López); Emprendimientos Maipú, dueña del casino del Arena Maipú (ligada a Daniel Angelici y Daniel Mautone); la chilena Sun Plaza maneja la sala del Hotel Hyatt, Casino Cóndor es de KLP, Enjoy (Hotel Sheraton), Fuente Mayor SA (grupo Kristich), que maneja los casinos del hotel del mismo nombre en Vista Flores (Tunuyán) y el de San Martín, y Hotelera Emprender que tiene el casino Tower de San Rafael, la sala de Alvear y la del Malargüe Inn.

Todos estos jugadores contarán con una ventaja de 15 puntos. Se estima que algunos podrían asociarse con empresas juego on line con desarrollos tecnológicos confiables. Incluso, algunas ya tienen sus propios desarrollos.

Por ejemplo, en la licitación del juego on line de Provincia de Buenos Aires, apareció una sociedad inscripta, conformada por Sun International Limited y Nuevo Plaza Hotel Mendoza S.A. Sun Plaza es subsidiaria de Sun Latam y ésta a su vez, está vinculada con la cadena Sun International, con sede en Sudáfrica, que además tiene una aplicación de juego on line: Sunbet.

Otro ejemplo es Daniel Mautone (socio de Daniel Angelici en Arena Maipú), quien controla el Casino Victoria. En Provincia de Buenos Aires y en Córdoba, Mautone se presentó con esa empresa en la licitación de juegos on line en UTE con Betsson AB. Betsson también está en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ricardo Benedicto (Casino de Mendoza) tiene una plataforma de juego on line a través de su empresa, Inverclub (en sociedad con Dagma y Nortia Corporation): Ondiss, que tiene presencia en varias provincias argentinas.

En la licitación de Córdoba, realizada entre agosto y setiembre de este año, La Voz del Interior vinculaba a Benedicto con Intralot, una plataforma que tiene presencia en cerca de 50 jurisdicciones en todo el mundo con sede central en Grecia. Intralot se presentó en UTE con Binbaires (empresa de Benedicto y Federico de Achával); esa misma UTE se presentó en la licitación de Provincia de Buenos Aires que se realizó en 2021. En la licitación cordobesa, también se informaba que la empresa Atlántica de Juegos (Daniel Angelici) se presentó con la estadounidense Rush Street Interactive.

Gran Hermano estatal

Los consultados no se cansan de repetir que el juego on line permite un mejor control, no sólo de los capitales que se mueve, sino también del “juego responsable”.

Los apostadores deben registrarse con nombre, apellido, número de documento, una tarjeta de débito o crédito e incluso asociar una cuenta bancaria para que se transfieran los premios ganados.

Así, por ejemplo, los menores de edad no pueden registrarse, tampoco las personas que están en el registro de autoexcluidos por adicción al juego. Además, las tarjetas tienen un límite de dinero. Más aún, el jugador puede autolimitar el dinero que quiere apostar y el tiempo que quiere jugar y cuando llega a esos límites, la propia aplicación corta la conexión.

El hecho de que el dinero sea “electrónico”, hace que haya trazabilidad total del flujo de fondos, por lo que también se dificulta el lavado de activos.

El Instituto pide la certificación de laboratorios internacionales de los procesos. Pero además, está el control del propio organismo. Las plataformas no sólo deben presentar un reporte periódico, sino que además, el propio Ipjyc puede “ingresar” al sistema de cada plataforma y “mirar” todo lo que pasa en la programación. Es una condición de la licitación: el Instituto debe tener acceso pleno a la programación y ver quién juega, cuánto juega y si hay desvíos de la reglamentación.

“En los casinos físicos no sabemos quién está apostando; en las plataformas vamos a saber todo” dice un conocedor.

Para tener este acceso remoto a las plataformas, el Instituto cambió todo su data center, que está ubicado en el edificio del Casino de Mendoza.

Apuestas en efectivo, a futuro

Una posibilidad a futuro es que el apostador pueda “cargar crédito” en su cuenta de la plataforma y que pueda cobrar en efectivo. Esa medida se llama “Cash in-Cash out” y se podrá hacer en las casi mil agencias y subagencias de Mendoza.

Los conocedores del mercado dicen que los agencieros de todas las jurisdicciones que ya tienen juego on line pidieron ser incluidos así en el sistema, a cambio de una comisión por el servicio. Esa comisión es parte de la negociación que se lleva adelante ahora entre el Instituto y las agencias.

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