Femicidio en Rivadavia: un vecino intentó detener el ataque cuando el agresor le disparaba a su mujer en la cabeza

Daniel Gastón Rocamora (60) se encuentra internado en el hospital Saporiti. Se recupera de autolesiones que se produjo momentos después del crimen.

Imagen ilustrativa / Archivo Los Andes
Imagen ilustrativa / Archivo Los Andes

La Fiscalía de Rivadavia se encuentra a la espera de que Daniel Gastón Rocamora (60) sea dado de alta por las autolesiones, para imputarlo por el femicidio de su pareja Alicia Angélica Galetto (68), quien fue asesinada el sábado pasado. Se tarta del tercer femicidio que se registra en Mendoza durante 2022.

Rocamora se encuentra internado en el hospital Saporiti de Este mendocino, custodiado por una consigna policial. Se está recuperando de las lesiones que el mismo se hizo una muñeca y en la zona abdominal, en un intento de suicidio posterior al crimen, según explicó una fuente judicial.

Daniel Gastón Rocamora fue señalado en las redes sociales como femicida.
Daniel Gastón Rocamora fue señalado en las redes sociales como femicida.

Si bien la mujer había denunciado a Rocamora unos días antes, nada hacía prever el fatal desenlace: el sábado a las 14.10 el hombre irrumpió en la casa de Galleto a bordo de una camioneta y le disparó cuatro veces; los dos últimos balazos dirigidos a la cabeza los hizo delante de un vecino que intentó detener el ataque.

Segundos más tarde fue detenido por un policía que estaba en la zona. Se trata de un caso imprevisible”, opinaron dos fuentes judiciales que trabajan en el caso que es investigado por el fiscal de Rivadavia-Junín Carlos Giulini, bajo la supervisión de fiscal jefe Mariano Carabajal.

La denuncia inicial

El domingo 5 de junio, Galleto denunció que su marido la había amenazado en su casa del barrio Lencinas, en el distrito Los Campamentos. La mujer explicó en sede judicial que había tenido una discusión de pareja porque había metido la ropa interior del hombre con ropa de color y se había manchado.

El hombre la había insultado y amenazado por lo que ella se fue al negocio que tenía en la misma vivienda. Luego el hombre le mostró el bolso que había preparado con su ropa y le dijo que se iba.

Cuando en la fiscalía le preguntaron si tenía temor de su marido y si tenía un arma, ella contestó negativamente. A pesar de que desechó que le pusieran una consigna policial en la puerta de la casa, por protocolo se ordenó que un móvil policial realizara cinco rondines diarios.

Le disparó cuatro veces

El sábado hacia el mediodía él la llamó al celular y ella no le contestó. El insistió llamando al fijo y la mujer que estaba con una vecina dijo ”es este pesado” y lo atendió. A esa hora, pasó frente a la casa un móvil policial haciendo uno de los cinco ordenados diariamente.

Una hora más tarde, Rocamora irrumpió en el barrio Lencinas a toda velocidad a borde de su camioneta 4x4, tocó el portón e ingresó a la vivienda por el mismo, encontrando en el patio a su mujer que en ese momento masticaba un poco de pan.

Los investigadores no descartan que ella, al verlo armado, trató de escapar porque los dos primeros balazos le dieron en la espalda. Luego, el hombre ingresó al negocio e intentó quemar la casa pero fracasó.

Un vecino que escuchó los disparos ingresó al patio e intentó detener la agresión. ”Ese testigo le dijo que no disparara y el agresor le disparó dos balazos más que dieron la cabeza y después se quiso suicidar con un cuchillo, lesionándose una muñeca y en el abdomen”, explicaron.

Segundo más tarde ingresó a la vivienda un policía y detuvo a Rocamora que, segundos antes había dejado al lado del cuerpo de su mujer un revolver calibre 32 que está siendo periciado por Científica. También se espera el análisis de los teléfonos del agresor y su víctima para ver reconstruir las horas previas al crimen.

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