El suicidio fue la mayor causa de muertes violentas en Mendoza en 2023

El año pasado las cifras de inmolación tuvieron un marcado ascenso: 207 personas se quitaron la vida, mientras que 119 murieron en siniestros viales y 61 fueron asesinadas. La importancia de la prevención y del tratamiento médico para salir adelante.

El suicidio fue la mayor causa de muertes violentas en Mendoza. | Imagen ilustrativa / Web
El suicidio fue la mayor causa de muertes violentas en Mendoza. | Imagen ilustrativa / Web

El año 2023 dejó preocupantes cifras sobre muertes violentas en Mendoza y desnudó que la principal causa fueron los suicidios. Según estadísticas oficiales, el año pasado 207 personas se quitaron la vida, mientras que 119 fallecieron en siniestros viales y 61 fueron asesinadas. Especialistas en salud mental insisten en la escucha y el acompañamiento del entorno como método de prevención, y en tratamientos como herramienta para salir adelante.

“Los datos que se manejan en Argentina, en general, son similares a lo que pasa en otras partes del mundo. Las poblaciones de mayor riesgo son los extremos de la vida: la adolescencia, entre los 14 y los 24 años, y la etapa tardía de la vida. Allí es donde cada vez vamos notando un incremento”, explicó a Los Andes el flamante director de Salud Mental de Mendoza, Manuel Vilapriño, quien asumió su cargo el viernes 12 de enero pasado.

“Hay factores de más riesgo, por ejemplo, 78% de la prevalencia existe en áreas donde el factor socioeconómico es de mayor vulnerabilidad y hay un mayor impacto. Pero es extensivo a diferentes regiones y nuestra provincia no escapa a esa realidad, que no deja de ser tremendamente preocupante porque, además, la tendencia es al aumento de las tasas y a la disminución de las edades en su aparición”, sumó el médico psiquiatra.

Según las estadísticas del Observatorio de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Seguridad y Justicia, el año pasado 207 personas tomaron la drástica y desesperada decisión de poner fin a su existencia. El organismo sólo cuenta los casos violentos, con métodos más severos de autoeliminación y no lo que se cometen, por ejemplo, por sobredosis de fármacos. De manera que el número de víctimas es mayor aún.

“El año pasado fue tremendo. Hasta mitad de diciembre había 190 muertes violentas por autoeliminación registradas y este año en enero tenemos entre cuatro y cinco fallecidos por semana; casi uno por día”, confió una fuente del área de Seguridad consultada.

El conteo de las 207 muertes difiere con el que utiliza la Dirección de Salud Metal, que se basa en las estadísticas del Grupo de Resolución de Incidentes y Secuestros (GRIS) de la Policía de Mendoza. Esto debido a que el Observatorio abarca un mayor número de situaciones. Según Salud Mental, fueron 168 los mendocinos que pusieron fin a su existencia el año pasado.

Y las cifras van in crescendo, a contramano de lo que ocurrió con los homicidios, que el año pasado tuvieron la marca más baja en los últimos 20 años. En 2023 fueron 61 las víctimas de asesinatos. Y ocho de ellas fueron mujeres que sufrieron femicidios. La cantidad de crímenes fue un 10,3 % más baja que la registrada en 2022, cuando se contabilizaron 68 homicidios.

Por otro lado, las víctimas fatales en siniestros viales se contabilizaron en igual cantidad que el año anterior: 2022 y 2023 cerraron con 119 fallecidos en las calles y rutas de la provincia. Sólo en lo que va de enero se cuentan 16 muertes por la misma causa.

“Al haber un aumento tan notable de suicidios, esto ha llevado a que la clase dirigencial y política se haya dado cuenta de su impacto y empieza a verse la necesidad de intervenir en políticas preventivas. No sólo mirar lo asistencial, sino también ver cómo actuamos sobre el eje del problema. Porque cuando alguien piensa que puede quitarse la vida, ese proceso implica etapas”, apuntó Vilapriño, con 27 años en la profesión.

Según explicó el psiquiatra, ahora funcionario, hay una suma de factores que predisponen a una persona a tomar tan drástica determinación. “Se combina lo biológico y genético con lo psico-socio-ambiental, por lo tanto a mayor impacto en relación a cómo tratamos a la vida y como ella nos trata, la biología y la genética van a estar más reactivas ante esto”, señaló.

El suicidio fue la mayor causa de muertes violentas en Mendoza. | Imagen ilustrativa / Web
El suicidio fue la mayor causa de muertes violentas en Mendoza. | Imagen ilustrativa / Web

“El suicidio en sí no es una patología; es una consecuencia de determinados factores que pueden intervenir para que eso suceda. Uno de esos factores puede ser la enfermedad mental. Estamos en un momento de la historia de la humanidad donde la prevalencia de las enfermedades mentales ha crecido claramente en todo el mundo”, añadió.

Para Vilapriño, “si estamos ante un escenario repleto de estresores sociales y económicos, las posibilidades de que la genética se exprese son mayores”. “Tenemos que buscar trabajar en calidad de vida y en los factores que te protegen en la vida: la familia, los afectos”, aconsejó el director de Salud Mental.

La importancia de la prevención

Prevenir el suicidio es tarea de todos, entienden en el organismo provincial. “La mejor manera de prevenir es acompañar, es dar espacio para que la persona se pueda expresar, pueda hablar. El enemigo de la persona con problemas de este tipo es el silencio”, sentenció Manuel Vilapriño.

Y sumó: “Mientras más cerca estamos, más compartimos y más abrimos el juego para que la persona se exprese, más posibilidades tenemos de que nos pueda contar el dolor que tiene. Porque se trata de un proceso: no es ‘lo pienso y lo hago’. Siempre ha ido dejando avisos y señales. El proceso puede ser más corto o más extenso, pero es un proceso igual”.

La esperanza de poder cambiar

La buena noticia, aunque cueste hallarla, es que una persona en crisis, aún habiendo intentado quitarse la vida, puede salir adelante con el acompañamiento adecuado. “Lo importante es que de la mano de una noticia así venga lo esperanzador y que la gente pueda comprender que si alguien está pensando en dañarse a sí mismo o llevar adelante un acto de este tipo, lo está pensando porque tiene una situación de mucha angustia y de emociones que terminan comprometiendo lo que piensa respecto a su propia vida. Pero ese comprometer no es de normalidad. El suicidio nunca es normalidad”, explicó Manuel Vilapriño.

Para el especialista, “lo que tenemos que estimular es que todo lo que vemos negro en un momento determinado, que nos pueda llevar a pensar en esto, en realidad puede ser vivido de otra forma y puede ser transformado”. “Si uno tiene un problema afectivo se puede superar, si tiene un problema económico también, si tiene una enfermedad se puede tratar. De todo este tipo de cosas se puede salir. Hablando y buscando que la persona lo cuente se lo puede ayudar a que ese sufrimiento cese”, apuntó.

“Cualquier persona que lleva adelante un acto o un gesto que implique la posibilidad de dañarse, ya de por sí es algo grave. Por supuesto que van a haber niveles de severidad. Pero siempre hay que tomarlo como algo realmente grave e importante, porque está hablando de cómo está valorando su propia existencia. Pero, en la grandísima mayoría de los casos, la recuperación de una manera u otra es posible y es real. De hecho, en la práctica diaria uno lo ve”, sentenció convencido el psiquiatra.

Y allí radica la esperanza. “La consulta en relación a los síntomas depresivos, ansiosos y a la misma ideación de muerte, para los profesionales de salud mental es el día a día. Y en un día muchas veces lo escuchamos. Sin embargo, muy pocas personas siguen ese proceso. Significa que la recuperación es absolutamente posible y viable porque estamos hablando de abordajes sobre los diferentes aspectos que llevan a pensar eso”, concluyó Vilapriño.

Números de escucha y ayuda

En Mendoza existen líneas telefónicas que brindan ayuda de especialistas. Marcando el número 148 opción 0 (cero) se puede comunicar con profesionales de la Dirección de Salud Mental y Adicciones de la provincia.

Otras opción es la línea 102, un centro de atención telefónica de escucha anónima confidencial y gratuita para la población infanto-juvenil de Mendoza y la comunidad en general. Funciona las 24 horas, los 365 días del año y es atendida por profesionales de la salud mental.

A nivel nacional, el Centro de Asistencia al Suicida brinda ayuda y contención marcando el 0800 345 1435.

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