Congreso Pedagógico ¿la otra grieta?

El mismo se desarrolla desde el 26 de noviembre y se ha puesto como desafío “pensar juntos qué educación pretendemos para la Provincia de Mendoza”. Asimismo pretende “dar lugar al encuentro y al diálogo sincero, democrático y profundo”.

El director general de Escuelas, José Thomas en la apertura del Congreso Pedagógico Mendoza 2020-2021..
El director general de Escuelas, José Thomas en la apertura del Congreso Pedagógico Mendoza 2020-2021..

Satisfacción personal por la tarea cumplida y por la adaptación a condiciones extremas. Agotamiento por la conexión 24/7. Nostalgia por tantos meses sin encontrarse en el contexto de la escuela. Frustración ante las injusticias del sistema. Esa dicotomía amor/odio con quienes se acordaron de la escuela en este último mes de clases y se quisieron poner al día con todas las tareas de golpe. Agradecimiento a las familias que acompañaron y preocupación por las que no aparecieron. Impotencia por sentir que su tarea no ha sido lo suficientemente valorada por el Estado a pesar de que desde el minuto uno pusieron sus recursos particulares para seguir dando clases. Incertidumbre por lo que vendrá...

Así, entre evaluaciones, notas, planillas, listas de estudiantes que quedan con trayectoria acompañada para el 2021, entrega de bolsones y organización de actos de colación se cierra este ciclo lectivo 2020 por demás atípico.

En este contexto, se desarrolla desde el 26 de noviembre el Congreso Pedagógico que se ha puesto como desafío “pensar juntos qué educación pretendemos para la Provincia de Mendoza” y pretende “dar lugar al encuentro y al diálogo sincero, democrático y profundo”. El argumento es -como insiste el director general de Escuelas, José Thomas- que el futuro de la educación marca el futuro de la sociedad y es algo que no lo puede decidir sólo la escuela ni los docentes.

Si bien la discusión del borrador del proyecto para una nueva ley provincial de educación quedó de lado por el rechazo generalizado que se manifestó a través de caravanazos y redes sociales, la puesta en marcha del Congreso siguió firme. Tal vez, con un poco más de lógica porque en nuestra historia los congresos pedagógicos se han realizado para consensuar los aspectos que se pretendían plasmar en la legislación educativa. Sirven de ejemplo el primero que luego dio lugar a la ley 1420 y el que se realizó un siglo después y devino en la Ley Federal de Educación. Ambos partieron de la base de qué ciudadanos necesitaba la Argentina. En el más cercano en el tiempo se realizaron cientos de encuentros: cada municipio llevó su voz a la provincia y luego cada provincia llevó sus propuestas a la Nación.

En épocas de pandemia, los encuentros presenciales están vedados. Por ello, la cita es virtual y arrancó este año con el calor del verano. Esta primera instancia -porque continuará el año que viene desde febrero- ha sido planificada sobre cuatro ejes: Justicia Educativa y nuevas tecnologías; Justicia educativa y compromiso con la calidad; Justicia educativa y formación docente, y la última, que será esta semana que comienza, Innovación en los procesos de construcción de Justicia educativa.

Además de las cuatro entrevistas que se han realizado a especialistas y funcionarios o ex funcionarios nacionales y locales, se han desarrollado actividades complementarias: cuatro mesas de diálogo en vivo, 23 foros de debate y 77 ponencias. Hay hasta el momento, 3.193 inscriptos.

“Cada jueves llenaríamos un auditorio Bustelo”, grafica José Thomas imaginando los encuentros presenciales. Desde su punto de vista se está dando un debate de mucha calidad técnica y sin sesgo. “Hay mucha participación personal”, asegura el funcionario que dice saber que la comunidad docente está cerrando el año y confía en que en febrero se sume más gente. La agenda para el año que viene prevé invitar, por ejemplo, a centros de estudiantes y organizaciones sociales y abrir el debate en los municipios.

En la vereda de enfrente, hay quienes ponen en duda y cuestionan los datos de la Dirección General de Escuelas, a la que califican como “un gobierno de sordos e incapaces”. En paralelo, sectores del gremio y el espacio denominado Frente mendocino por la Educación Pública han expresado su descontento en las redes sociales porque argumentan que tres mil inscriptos de un universo de 60.000 docentes no es representativo. Bajo los hashtags #ElCongresoNaufraga, #SinParticipaciónNoHayCongreso, #ElCongresoSeApaga, #ElCongresoYaFue han marcado, además, la falta de presencia del gobernador Rodolfo Suárez en el inicio y la escasa participación de los legisladores.

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