Tendencias tecno 2022: cinco cosas que vienen y cinco que nos gustaría ver

Cómo conviviremos con la tecnología este 2022 es lo que muchos especialistas se preguntaron para hacer sus predicciones. Hay algo de azar pero sobre todo hay análisis de datos y tendencias de cosas que ya vimos en 2021. Más allá de lo que pasará, también están nuestros deseos de lo que queremos ver o vivir y cruzamos los dedos para que sea posible.

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Las tendencias que vienen

-Invasión IoT y AI

La combinación de Internet de las Cosas (Internet of Things - IoT) y la Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence - AI) llegará a un nuevo punto este 2022. Así como el smartphone reunió en un solo dispositivo a muchos otros (cámaras de fotos, calculadoras, calendarios, etc), los pequeños artefactos del hogar se fusionarán en nuevos productos multitareas. Amazon ya dio el puntapié inicial con Astro, un robot para el hogar con múltiples funciones como cámara de seguridad, videollamadas, reproductor de música, comando de voz y hasta delivery porque tiene ruedas y puede moverse por la casa.

La pandemia también aceleró desarrollos de salud, como el anillo Movano que puede detectar datos como oxígeno en sangre, presión arterial, azúcar en sangre, frecuencia cardíaca, calorías consumidas y hasta los pasos realizado en el día, todo registrado a través de una app que a su vez se conecta con nuestro historial médico.

Estos desarrollos son excepcionales pero se volverán comunes, como lo son ahora los dispositivos tradicionales que pueden conectarse a internet y manejarse de forma remota y con recopilación de datos. Lo hacen los focos, la heladera, los ventiladores y hasta las cafeteras.

-Criptomonedas ¿para todos?

Aunque gran parte de la gente aún no entiende cómo funcionan, el término dejó de ser extraño. El 2021 cerró incluso con publicidad en la televisión argentina sobre una tarjeta de crédito que regala Bitcoin, la criptomoneda más conocida.

Más que una forma de inversión económica, para muchos es un estilo de vida y el mundo cripto atraviesa un momento en alza pero ¿alcanza para popularizarse?

Ether, la segunda criptomoneda más grande, llegó a un nuevo récord histórico por encima de u$s 4.700 millones en diciembre. Pero otras, como el token Squid inspirado en la popular serie El Juego del calamar se disparó a un valor de u$s 2.856.64 en sólo 20 minutos pero resultó ser una estafa masiva y multimillonaria.

Filtros vs. realidad: la guerra contra los retoques digitales que no vimos venir

En nuestro país muchos apuestan a las criptomonedas como una alternativa al dólar pero su inestabilidad genera muchas dudas. A pesar de esto, en este 2022 su uso se extenderá. WhatsApp, por ejemplo, anunció que implementará este año transacciones de dinero en este formato a través de los chats.

El Banco Central ya las tiene en la mira y promete controlarlas y regularlas en el país.

-Adiós a las contraseñas

Que el 2021 haya terminado con el “1234″ como la contraseña más usada es un ejemplo de lo poco que le interesa a los usuarios generar una clave segura. Por eso este año habrá un cambio significativo en las passwords. Ya existen varios métodos para ingresar a sitios, apps y más pero en este 2022 se incrementarán.

Netflix o Paypal ya prueban nuevos métodos para no depender de recordar una clave y usan enlaces especiales enviados al correo de los usuarios. Otros servicios, como Mercado Libre, envían código temporales por sms o por WhatsApp. También varios ofrecen utilizar los datos biométricos para ingresar a servicios. Así, poner la cara o la huella en el teléfono ya es común en muchas apps.

No solo es más fácil sino también más productivo. Transmit Security, una empresa de tecnología de protección de identidad, señaló que hay 44% más de probabilidades de suscribirse al servicio si los usuarios pueden usar datos biométricos.

No desaparecerán este año, pero la forma tradicional será cada vez menos utilizada.

-Trabajo híbrido

Otro cambio forzado de la pandemia que llegó para quedarse. El Covid-19 forzó el trabajo desde el hogar como medida de emergencia y casi sin querer cambió la cultura laboral de muchos. Cuando la pandemia pase muchos seguirán trabajando gran parte del tiempo desde su hogar. Las empresas descubrieron que era posible -y rentable- aunque no sea 100%.

Las grandes empresas de tecnología marcan el ritmo y para este año combinarán el modelo virtual y presencial para sus empleados. No es solo mera percepción sino un efecto estudiado. Una encuesta realizada por EADA Business School entre mayo 2020 y el mismo mes del 2021 reveló que 68% de quienes hicieron teletrabajo calificaron como positiva la experiencia.

“Las condiciones que nos han llevado al teletrabajo distan de estar resueltas. Al mismo, tiempo tanto en las organizaciones como las escuelas han descubierto que es posible continuar con sus procesos en esta modalidad, aunque se requiere contemplar cambios en los modelos de negocio y operativos. Estos cambios no se esperan a corto plazo”, aseguró Josep Curto, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones de la UOC y fundador de AthenaCore.

-Ciberataques más frecuentes

Este es el lado malo de las predicciones. Los datos indican que el peligro de los ciberataques no cesará este año sino que podría incrementarse. Según la empresa de ciberseguridad Kaspersky, sólo durante la primera mitad de 2021 hubo 1.500 millones de ataques contra dispositivos de IoT. Todas las ventajas de estar conectado tienen un valor muy alto para los delincuentes digitales que invierten cada vez más en formas de obtener datos personales que almacenan nuestros dispositivos.

Relaciones tóxicas: la obsesión por vigilar a la pareja empieza en el smartphone

El ransomware -que es el secuestro de datos a cambio de dinero- fue una modalidad que creció y encendió las alarmas del Estado y las empresas sobre cómo se protege la información.

Las fallas y los ataques le han costado dinero a las empresas y tiempo a los usuarios que dependen de ellas, pero el panorama indica que no habrá soluciones rápidas. ¿El lado bueno? Argentina no está en la línea directa de fuego. Los países con más ciberataques son Estados Unidos, Alemania y España.

Lo que nos gustaría ver

-Hogar mejor conectado

El teletrabajo y la educación remota dejó al desnudo las carencias de conectividad de los argentinos e hizo palpable la brecha digital para gran parte de la población. Casi todos tenemos un smartphone pero la conexión a internet está lejos de ser universal. Mejor velocidad, mayor cableado de fibra óptica y planes de conexión eficientes y asequibles son una deuda pendiente tanto del Estado como de las empresas. Ha crecido mucho pero aún falta por mejorar.

-5G a pleno

La conexión ultrarápida es una promesa que no termina de cumplirse. Las pruebas comenzaron hace un par de años y siguen en la misma fase. El desarrollo y la colocación de antenas sigue limitadas zonas muy reducidas y en fase experimental. Este podría ser el año del salto a esta tecnología pero no parece que la popularidad vaya a llegar pronto.

-Mayor privacidad y usuarios responsables

Esta podría ser la combinación para proteger datos personales e información privada en nuestros dispositivos. Las empresas han puesto mucho esfuerzo en vender con el foco puesto en los servicios pero pocas apuntan a reforzar el cuidado de los datos. Lo mismo pasa con los usuarios que viven más cerca de la paranoia que de la responsabilidad a la hora de preocuparse por su información personal.

-Tecnología a precio accesible

En un país atado a un dólar que no para de subir, a altos impuestos y a una industria tecnológica que no está aislada del mercado externo, este deseo depende de las cuotas, las ofertas y el cuidado para que los dispositivos nos duren más de lo previsto porque la renovación es cada vez más cara.

-Mejor servicio online al cliente

Hemos aprendido a comprar por internet y las empresas han mejorado su oferta por varios canales, pero el servicio postventa sigue siendo una cuenta pendiente. Devoluciones, reparaciones o pruebas son en muchos casos malas experiencias que deberían transformarse en opciones exitosas para poner al cliente en valor y no solo como una venta más.