Relaciones tóxicas: la obsesión por vigilar a la pareja empieza en el smartphone

Un estudio realizado en 21 países por una empresa de seguridad informática reveló que 3 de cada 10 personas admitieron que vigilaría digitalmente a la persona con la que tiene una relación.

Controlar la actividad de la pareja es un hábito más habitual de lo que se piensa y una encuesta revela que varios buscan hacer espionaje digital.
Controlar la actividad de la pareja es un hábito más habitual de lo que se piensa y una encuesta revela que varios buscan hacer espionaje digital.

La combinación de celos e inseguridad en una relación sentimental nunca ha terminado bien. La historia y la experiencia nos lo han demostrado por años y hasta la ficción ha cimentado su éxito a costa de las relaciones turbulentas.

Espiar a la pareja sigue siendo una actividad tan despreciable como siempre pero en estos tiempos de aplicaciones y teléfonos móviles, las relaciones tóxicas suman nuevas y polémicas herramientas.

La empresa de ciberseguridad Kaspersky junto a varias ONG de lucha contra la violencia de género encargaron a la agencia SAPIO Research un estudio para saber cómo es la actitud de las personas frente a la posibilidad de acceder a tecnología para controlar a sus parejas y los números son alarmantes.

Acoso digital en las relaciones

El dato más llamativo del informe es que 30% de las personas encuestadas reveló que ven correcto vigilar de forma digital, y sin consentimiento, lo que hacen sus parejas con el uso de alguna app espía. A pesar de la declaración de intenciones, el 60% de ese grupo dijo desconocer cuáles son las herramientas para hacerlo y que no saben cómo funcionan los programas “stalkerware”. Muchos también desconocen que esta práctica es un delito.

El sondeo se llama “Acoso digital en las relaciones”, incluyó 21 países y participaron 21.055 personas de ambos sexos.

Las inseguridades en la pareja se inician cuando se intenta espiar el teléfono móvil de la pareja.
Las inseguridades en la pareja se inician cuando se intenta espiar el teléfono móvil de la pareja.

Los datos son relevantes porque ponen de manifiesto el valor que le dan las personas a la privacidad y al acoso en las relaciones sentimentales. La gran mayoría de los encuestados, alrededor de 70%, afirmó que ve como inaceptable cualquier tipo de control a la pareja, más allá de la opción digital.

Lo llamativo son las razones que dan los que sí están de acuerdo con la vigilancia digital. La primera justificación es la más obvia y 69% dijo que lo haría para saber si les son infieles.

En cambio, 63% admitió que lo haría por seguridad y 62% señaló que espiaría a su pareja para saber si está implicada en algún delito.

Para los expertos, estas dos últimas razones son en realidad justificaciones de personas maltratadoras para controlar a quiénes aseguran amar.

¿Vigilar con consentimiento?

El estudio de Kaspersky revela que una parte de los encuestados afirmó que su pareja le pidió instalar alguna app de rastreo. Concretamente 8% dijo que su pareja le pidió poder tener algún control sobre por dónde se mueve, muchas veces amparados en la excusa de la seguridad. Sin embargo, el estudio señala que la cifra de los que piden a sus parejas instalar software de seguimiento se eleva a 34% en casos donde la persona ha sufrido algún tipo de abuso o violencia doméstica.

La posibilidad del consentimiento cambia la actitud en las personas consultadas. El 37% dijo que aceptaría vigilar a su pareja si ésta le da permiso. Aunque bajo, es llamativo que un 6% afirmase que espiaría sin consentimiento los movimientos de la persona con la que está en una relación sentimental.

El informe global reportó también que 9% de los encuestados reconoció haberle pedido a sus parejas que acepten alguna app para reportar su ubicación en tiempo real y que 5% admitió que instaló este tipo de programas en el móvil de su pareja.

La reprochable actitud no es propia de una cultura sino que es transversal a varias. El informe destaca que este tipo de incidencias se dan principalmente en países como Rusia, Brasil y Estados Unidos. Europa no se queda afuera y sucede con frecuencia en Alemania, Italia, Reino Unido, Francia, Polonia y España.

Donde sí hay un rasgo cultural más marcado es en los países donde las personas sí aceptan ser vigiladas por sus parejas. La encuesta reveló que en donde más sucede es en India, Malasia y China.

Luchar contra el “stalkerware”

El stalkerware es el término que se utiliza para los programas que se pueden instalar en un dispositivo y que reportan información a otro de forma remota. ¿Qué espían exactamente estos programas? Una vez instalados pueden informar datos de ubicación, actividad de búsquedas en internet, grabar conversaciones y también videos.

Un estudio reveló que 3 de cada 10 personas asegura que si pudiera controlaría de forma digital la actividad de su pareja.
Un estudio reveló que 3 de cada 10 personas asegura que si pudiera controlaría de forma digital la actividad de su pareja.

Es software que funciona en segundo plano y accede a funciones de un teléfono -cómo la cámara o el micrófono- para transmitirlas a otro dispositivo.

La Coalición contra el Stalkerware, que es una iniciativa a la que han adherido empresas, ONG e instituciones sociales, trabaja en el desarrollo de herramientas para evitar la violencia y el abuso.

Las apps de stalkerware, por obvias razones, no están dentro de las tiendas oficiales de aplicaciones de Android ni de iOS. Google y Apple se han comprometido a erradicar de sus sitios de descarga cualquier tipo de herramienta de espionaje. Sin embargo, hay lugares donde sí se pueden conseguir e instalar con facilidad.

Marcando límites

El estudio señala que 88% de los encuestados no permitiría que su pareja instale nada en sus teléfonos y 86% reveló que se enfrentaría a su cónyuge si descubriera que se metió en su celular sin su consentimiento. Sin embargo, un 27% de las personas consideró que no serviría de nada discutir sobre el asunto.

Encarna Iglesias, presidenta de la organización Stop Violencia de Género Digital, desaconseja increpar a la pareja en casos así porque “sólo aumentará el riesgo al que se enfrenta una víctima de este tipo de acoso y violencia”.

¿Cómo lidiar entonces con el asunto? Desde la ONG aseguran que es necesario trabajar para formar, educar y ayudar a las personas que sufren este tipo de acoso.

Por su parte, el 50% de los encuestados dijo que borraría el programa de rastreo si lo encontraran y 49% reveló que investigaría quién y cómo logró meter un programa así en su smartphones.

Trampa para espías

El fervor por controlar a otros puede salir caro. Googlear para encontrar apps para el espionaje digital la mayoría de las veces es un camino de ida a las estafas.

La compañía de seguridad informática ESET señala que cada tanto en redes sociales aparecen opciones con títulos tentadores del tipo “Cómo hackear WhatsApp”. Suelen ser enlaces que abren un sitio que promete descargar y darnos acceso a las conversaciones de una persona con sólo proveer el número de teléfono. Suelen ser sitios o apps muy bien elaboradas y hasta con comentarios positivos de usuarios, todos falsos, claro.

Algunas veces buscar herramientas para espiar el celular de la pareja lleva a estafas virtuales.
Algunas veces buscar herramientas para espiar el celular de la pareja lleva a estafas virtuales.

Al seguir los pasos aparece y darle click en “Sí” a la opción de descargar conversaciones ajenas se abre una ventana para elegir servicios a los que suscribirse y hasta que no se elige alguno no se cierra. Muchos ansiosos lo hacen y terminan suscriptos a servicios de pago sin saberlo. Pero incluso esa estafa es casi menor en comparación con opciones de robo de identidad y estafas a nombre de la persona a sus contactos.

Intimidad compartida

Así como muchos quieren vigilar a sus parejas pero no saben cómo, también hay opciones para compartir algunos datos personales con seres queridos sin dejar abierta la puerta de nuestra intimidad.

Por ejemplo, Google Maps y WhatsApp permiten compartir la ubicación en tiempo real de forma temporal. O sea, podemos permitir que alguien más vea donde estamos o por donde circulamos al compartirle un enlace. Esta opción cobró impulso como medida de seguridad para personas, por ejemplo, cuando están solas y usan algún transporte público en la noche.

WhatsApp ofrece un herramienta para compartir la ubicación en tiempo real y de forma temporal con alguien de confianza.
WhatsApp ofrece un herramienta para compartir la ubicación en tiempo real y de forma temporal con alguien de confianza.

Lo mismo se puede hacer con las fotos y videos del smartphone. Los principales sistemas operativos móviles - iOS y Android- permiten crear carpetas compartidas para poner contenido allí y elegir con quien compartirlo y evitar así algún intrusismo en la app de fotos.

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