Dos personas murieron y otras diez resultaron heridas producto de un ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania con misiles HIMARS contra un complejo hotelero en las afueras de Melitopol, en la región sureña de Zaporiyia, según informó el gobernador prorruso, Yevgueni Balitski.
El ataque se produjo a las nueve de la noche contra unas cabañas, indicó el gobernador en su cuenta de Telegram. Según indicó Balitski, hubo cuatro disparos de misiles ucranianos contra el complejo hotelero. Las defensas antiaéreas derribaron dos, pero otros dos alcanzaron su objetivo, dejando muertos y heridos.
Melitopol es uno de los principales centros industriales y de transporte en el sur de Ucrania. Olenksiy Arestovych, asesor del presidente Zelenski, ha explicado en una entrevista que “toda la logística que une a las fuerzas rusas en la parte oriental de la región de Jerson y todo el camino hasta la frontera rusa cerca de Mariupol se lleva a cabo a través de Melitopol”. Por lo que, “si Melitopol cae, cae toda la línea de defensa hasta Jersón y las fuerzas ucranianas ganan una ruta directa a Crimea”.
En las puertas del invierno ucraniano, prácticamente sin luz y sin gas salvo contadas excepciones, las fuerzas ordenadas por Zelenski y la OTAN están atacando infraestructura civil a lo largo de todo su país, mientras la población ha quedado presa de una situación en la que sus gobernantes parecen buscar más una venganza hacia Rusia que una defensa de su propia soberanía.
Según estimaciones de los servicios de inteligencia y los registros de las tropas rusas, el ejército ucraniano ha colocado miles de minas en toda Ucrania, que ya se han cobrado la vida de varios civiles y de algunos altos mandos de las tropas de Zelenski, por lo que se prevé que durante varios años se sufrirán las consecuencias de las detonaciones de estos aparatos supuestamente esparcidos para “frenar” al enemigo, aunque varias de ellas han detonado en regiones donde no hay enfrentamientos directos.
