Luna de miel para parejas jóvenes

Elegir el destino es una tarea difícil, pero las posibilidades son infinitas para disfrutar y crear memorias que los acompañarán el resto de la vida.

Si bien el día más esperado por los novios es el de la boda, muchas veces los nervios y la cantidad de compromisos en torno al evento hacen que no puedan disfrutarlo tanto como quisieran.

Por ello, la luna de miel es el momento en el que podrán, por fin, relajarse, disfrutar uno del otro y crear memorias que los acompañarán el resto de la vida. Pero elegir el destino es una tarea difícil, pues las posibilidades son infinitas y en la mayoría de ocasiones el tiempo y el presupuesto suelen ser limitados.

Actualmente las parejas jóvenes asumen solas el reto de organizar su luna de miel y, con el uso de la tecnología, logran planificar un viaje hecho a la medida de sus preferencias y expectativas.

La posibilidad de elegir un destino basado en distancia, presupuesto y actividades a realizar es una realidad a través de buscadores de viajes y el uso de filtros. Un ejemplo es el buscador de viajes Kayak, que propone los siguientes destinos gracias a la herramienta Explore, con la que se puede hacer una selección para ocasiones románticas. Aquí algunos de los elegidos:

Lago Tekapo, Nueva Zelanda

Se encuentra a tres horas en automóvil al sur oeste de Christchurch en la cuenca de Mackenzie. El pueblo mira al norte, sobre el lago de increíble color turquesa, frente al misticismo montañoso de los Alpes del Sur. Este espejo obtiene su color turquesa blanquecino de la roca molida por glaciares suspendida en el agua.

En las orillas se aprecia la pintoresca iglesia Church of the Good Shepherd, donde la ventana del altar enmarca una vista perfecta del monte Cook. Familias pioneras del distrito de Mackenzie la construyeron  en 1935, y esta es una foto muy popular para los visitantes.

Hay senderos peatonales que bordean su orilla. Para tener vistas panorámicas de la cuenca de Mackenzie, se puede hacer una excursión al observatorio Mount John Observatory (a 1031 metros de altura) o a Cowans Hill.

La aurora austral es el equivalente del hemisferio sur para la aurora boreal, y el lago Tekapo es uno de los mejores lugares de Nueva Zelanda para disfrutar de esta sinfonía de color que cobra vida. La época ideal para apreciarla es de abril a setiembre, y el mentado lago es famoso por sus noches despejadas y la ausencia de contaminación lumínica, por lo que es el destino perfecto para observar la aurora.

También se puede visitar el observatorio Mount John Observatory, que cuelga de las montañas en la altura y mira al sur; es la mejor oportunidad para experimentar este espectáculo de luces naturales.

Gran Canaria, España

Además de tener sol todo el año y contar con increíbles spas, en Gran Canaria es posible elegir hoteles con playa privada, ya sea para paseos por la orilla del mar o para practicar snorkel. Una de las playas más famosas por sus dunas es la del Inglés.

Para los que gustan de los parques, la Cactualdea presenta una oportunidad para descubrir no sólo cientos de especies de cactus, sino también las hermosas palmeras canarias. Luego de saborear algunos platos de la deliciosa gastronomía española, no hay que perderse la puesta de sol en Maspalomas, un hermoso pueblo al sur de la isla.

Monteverde, Costa Rica

Las parejas que adoran la naturaleza pueden planear su luna de miel en Costa Rica y envolverse entre las nubes de la Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde. Si buscan perderse entre una diversidad asombrosa de flora y fauna y están dispuestos a atravesar largos senderos y puentes colgantes, no encontrarán mejores paisajes que los que rodean a esta increíble reserva natural.

Luego de visitar el mariposario de la zona o de una caminata nocturna por el bosque, querrán descansar en un hotel con todas las comodidades. Entre las búsquedas de alojamientos con spa, El Establo Mountain Hotel parece una muy buena opción, no solo por su privilegiada ubicación, sino porque además cuenta con un canopy tour dentro de las instalaciones, con una vista espectacular al Golfo de Nicoya.

Tofino, Canadá

En el extremo oeste de Canadá, en la isla de Vancouver, se encuentra el maravilloso y tranquilo pueblo de Tofino. Dependiendo de la época en la que decidan realizar el viaje, pueden ser espectadores de ballenas y orcas surcando el Pacífico o de las famosas tormentas de invierno junto a la playa. También conocida como la capital del surf en ese país, Tofino es ideal para el avistamiento de osos durante todo el año, ya que no descansan en invierno.

Un imperdible es el Parque Nacional de la Cuenca del Pacífico, con bosques de altos árboles y playas kilométricas que harán de su luna de miel un recuerdo inolvidable.

Saint John´s, Antigua y Barbuda

Aquí se pueden encontrar 365 playas, una para cada día del año. Estas islas son conocidas como la capital del romance del Caribe y su paisaje tropical y belleza natural las hacen el escenario ideal para pasar una luna de miel perfecta. Si se trata de una pareja aventurera, podrán practicar buceo alrededor de sus arrecifes coralinos y, si les gusta la tranquilidad, también existe la opción de paseos en yate o en crucero.

A diferencia de otros destinos, aquí no hay por qué preocuparse si hay un día de lluvia, pues los alojamiento ofrecen spas de lujo, degustación de vinos y clases de cocina en pareja.

La oferta hotelera de estas islas hermanas es perfecta también para los que quieran celebrar la boda a orillas del mar, ya que ayudan a las parejas con los trámites, que toman 24 horas.

La Laguna Azul, Islandia

Al sur oeste de Islandia se encuentra el spa geotermal más asombroso del mundo. ¿Imaginan una jornada sumergidos en un fascinante lago artificial de aguas cristalinas y calientes? Sus propiedades medicinales y curativas les darán la experiencia más relajante y renovadora de sus vidas.

Después de disfrutar del paisaje de campos de lava, chorros de vapor y mucho humo, pueden pasar la noche en Geo Hotel. La particularidad de este hospedaje en medio de un pueblo de pescadores, es su ubicación privilegiada muy cerca de numerosos cráteres, cuevas, campos de lava, playas de arena negra y de la Laguna Azul. Desde aquí se puede visitar el parque nacional Thingvellir y pasar el día pescando o buceando.

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