¡Hasta la próxima!

La autora analiza las distintas posibilidades de la palabra ‘hasta’, inclusive en frases y refranes.

¡Hasta la próxima!
¡Hasta la próxima!

Muchas veces, cuando estamos viendo una película extranjera doblada al español, nos llama la atención cómo los personajes utilizan la palabra 'hasta', de un modo que no es el habitual en nuestra forma cotidiana de expresarnos.

Veamos qué podemos averiguar acerca del significado y uso de ella. El diccionario académico nos dice, en primer lugar, que sirve, como preposición, para denotar límite o término, en relación con el tiempo, con el espacio o con la cantidad.

Lo corroboramos en "¡Hasta luego!", "Lo acompañé hasta su casa" y "Le indiqué que gastara hasta quinientos pesos". A veces, el límite se señala colocando, luego de 'hasta', un infinitivo o una proposición temporal: "Gritó hasta perder la voz" y "Se quedó despierto hasta que el sueño lo venció".

Pero, además de su uso prepositivo, 'hasta' puede tener valor adverbial; su significado es, en este caso, "incluso": "El problema era tan sencillo que hasta un niño (incluso un niño) podía resolverlo", "Lo había grabado tan bien en su memoria que hasta dormida (incluso dormida) podía recitarlo".

Cuando 'hasta' posee este valor adverbial, exige el pronombre personal en su caso nominativo: "Hasta yo (incluso yo) puedo entender ese asunto que parecía complicado". En cambio, cuando se usa como preposición, debemos usar los pronombres en caso terminal: "Ha llegado hasta mí ese rumor absurdo".

Un problema que se plantea es el uso de 'hasta que' luego de una idea principal de sentido negativo; en la cláusula que comienza con 'hasta que' puede aparecer un NO expletivo, esto es, innecesario, como refuerzo de la negación expresada antes: "No se fue hasta que (no) llegó su esposa", "No estuvo tranquila hasta que (no) la vio levantada". ¿Qué opina la Academia? A través de la voz del Panhispánico, nos hace saber: "Debido a lo arraigado de este uso, ha de considerarse admisible, aunque no hay que olvidar que el enunciado no necesita esta segunda negación".

Pero, en relación con este uso, ¿qué nos llama la atención cuando oímos el doblaje hecho en países como Colombia? Nos quedamos asombrados de escuchar la supresión del 'no' delante del 'hasta', con lo cual el enunciado parece interpretarse en un sentido totalmente opuesto.

Por ejemplo, oímos "Esta tienda abre hasta las nueve", cuando lo que esperábamos escuchar era que no abría sus puertas hasta esa hora. Tal como lo expresan esos hablantes parecería todo lo contrario, esto es, que la tienda permanece abierta hasta las nueve. En estos casos, para evitar errores, la Academia aconseja reponer el 'no' delante del verbo ("No abre hasta las nueve") o usar el verbo en forma afirmativa con la preposición 'a', en lugar de 'hasta': 'Abre a las nueve'.

Veamos, finalmente, cómo se usa 'hasta' en frases y en refranes. Entre las frases, se destaca el valor expresivo de usar 'hasta nunca', como modo de manifestar el enfado o la irritación una persona que se despide de otra a quien no quiere volver a ver; 'hasta tanto' y 'hasta tanto que' son locuciones conjuntivas que denotan espera de un acontecimiento: "No hablaré hasta tanto no sepa absolutamente toda la verdad".

Algunos refranes en que 'hasta' nos alecciona acerca de situaciones cotidianas son, por ejemplo, "Hasta el árbol más grande se alimenta de lo que tiene abajo" y "Hasta la reina necesita de su vecina", en los cuales 'hasta' equivale a 'incluso', con el significado de la igualdad de los poderosos ante las necesidades básicas; "Hasta la estrella más pequeña brilla en la oscuridad" y "Hasta el más delgado pelo hace su sombra en el suelo", también con el significado de "incluso", para indicar que todos, hasta los más humildes, tienen su valor; en cambio, con el valor de límite, vemos "Hasta que a la meta no llegues, no te pongas los laureles", consejo para no vanagloriarse antes de tiempo; "Hasta que conocí a la iguana, no supe qué color tenía", "Hasta que sea pasado, no digas mal del año" y "Hasta que es padecido, el mal no es conocido", que destacan el valor y la necesidad de la experiencia para poder hablar de algo, en forma negativa o positiva. También, "Hasta que encontraste la horma de tu zapato", que indica cómo alguien o una situación pusieron punto final a una vivencia desagradable o a una conducta inapropiada; "Hasta que el cuerpo aguante" sirve para señalar el límite a una tarea o hecho de gran esfuerzo, que requieren de enorme fortaleza.

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