El 97% de la ciruela mendocina se exporta: que piden los mercados

Las ventas de ciruela al exterior están concentradas en cinco países. El promedio de las exportaciones locales son de 20.000 toneladas anuales. Que necesita el sector exportador.

La Cecim explicó la situación del sector exportador de ciruela.
La Cecim explicó la situación del sector exportador de ciruela.

Durante el Segundo Congreso de Ciruela para Industria, el Comité de Exportadores de Ciruela de Mendoza (Cecim) puso sobre la mesa cuales son los mercados argentinos y presentó cuales son los requerimientos del mundo.

La Cecim está conformado por 10 empresas, la mayoría radicadas en el sur mendocino, que exportan el 62% de la producción de ciruela seca del país.

En la última década, las ventas al exterior se concentraron principalmente en 5 países. Del 80% del total de las exportaciones de ciruela seca, Brasil absorbió el 40%, le sigue Rusia con el 15%, a Estados Unidos se destinó el 10% de lo producido, lo mismo que a Chile y un 8% a España.

El promedio de las exportaciones locales son de 20.000 toneladas anuales, mientras que Chile vende en México, Polonia, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, China, Egipto, Brasil y el resto de Europa un promedio de 85.000 toneladas por año.

“En Argentina lo que más se hace es producir para después exportar y en el caso de la ciruela se exporta en un 97%, o sea todo lo que se produce en Argentina se vende afuera pero la ciruela se comporta como un commodity y nosotros no somos un fijador de precio por los volúmenes que manejamos, si bien estamos entre los cuarto país productores”, comenzó explicando Lucio Álvarez, presidente de la Cecim.

Lucio Álvarez, presidente de la Cecim.
Lucio Álvarez, presidente de la Cecim.

Para el también productor ciruelero, en la actualidad “está equilibrada la oferta con la demanda, por eso un poco el mensaje del Congreso fue que en Argentina lo que tenemos que hacer es mejorar nuestra producción, sin aumentar las hectáreas, porque hoy la producción está en niveles bajos por hectárea, con lo cual hay que mejorar la tecnología, mejorar el riego, mejorar las podas, para que se con la misma cantidad de hectáreas se pueda producir más y mejor calidad”.

Álvarez aclaró que “hoy el mundo de la alimentación cada vez es más exige en calidad, tamaño, sabor, salud y en Argentina tenemos esas cualidades, pero debemos hacer un esfuerzo junto con los productores para que realmente lleguen a los volúmenes de producción estándares del mundo, lo cual les va a mejorar mucho la rentabilidad. No es lo mismo producir y que se pague por 8.000 kilos por hectáreas a producir 20.000 kilos”, agregó.

El presidente del comité exportador aseguró que “si tenemos mucha fruta de pequeño calibre la verdad es que los exportadores vamos a estar en un graves problema porque el nicho de fruta chica es cada vez más chico. Hay que ir a una producción de calibres de los primeros cinco o seis que es lo que está demandando el mercado y creo que el productor lo está empezando a hacer”, indicó.

En ese contexto, Pablo Tamburo, CEO de Argensun, consideró que se debe apuntar hacia “un modelo de negocios que en gran parte tiene que pasar por la alianza, porque hay años buenos y malos, en una alianza el que tuvo el año bueno tiene que poder acompañar al que tuvo uno malo. Es más virtuoso un modelo integrador porque genera sostenibilidad en el tiempo”.

Tamburó recordó que la fruta argentina “es de muy buena calidad, es la más rica, y no lo digo yo, sino que lo dicen los clientes de distintos países”, sin embargo “lamentablemente tenemos unas reglas de juego a nivel país que no quitan competitividad frente a otros países, incluso a veces nos quieren comparar y no pueden porque tienen un cupo o tienen que pagar el producto más caro por los aranceles que tenemos”.

Pablo Tamburó, CEO de Argensun.
Pablo Tamburó, CEO de Argensun.

El CEO de Argensun no dudó en rermarcar que “no estamos obteniendo el volumen de productividad que tiene por ahí un productor chileno”, pero también dijo con sinceridad que “la rentabilidad del negocio nuestra no nos da, incluso a veces el productor no llega a cubrir sus costos, entonces como hacemos para decirle que tiene que invertir para obtener más rentabilidad, por eso yo creo que un modelo de alianza permitiría que se ponga el foco en donde hay que ponerlo”, sentenció.

Según la información del IDR, de las 2.369 fincas destinadas a la producción de ciruela que hay en Mendoza, solo el 15% tiene riego prezurizado, el 19% cuenta con defensa contra heladas y el 15% tiene tela antigranizo.

Walter Alonso, productor ciruelero compartió la visión de los exportadores al asegurar que “tenemos que mejorar la producción por hectárea, la cantidad de kilos a sacar, pero esto va acompañado de un montón de inversiones, que a veces es muy difícil con esta economía”.

Igualmente, el hombre de Real del Padre, en San Rafael, coincidió en que “acá no necesitamos al productor solo o el exportador solo, esto es una cadena donde todos estamos enganchados y si no, no funciona el negocio” porque “no podemos tener un año positivo para el agricultor y otro año positivo para el exportador, hay que hacer un equilibrio y saber cómo va el mundo, cuales son los requerimiento en calidad y después poder llegar a sostener una competitividad económica y que todos tengamos rentabilidad”, añadió.

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