Ciruela: el IDR estimó una producción de 121.000 toneladas y hay preocupación por la falta de capacidad para la cosecha

El pronóstico de cosecha de la ciruela que realizó el IDR, duplica la producción del año pasado. Ante tanta producción, los fruticultores acusan falta de financiamiento para levantar la fruta. Los desafíos del sector.

Según el pronóstico de cosecha del IDR, se espera una temporada con 121.000 toneladas de ciruela.
Según el pronóstico de cosecha del IDR, se espera una temporada con 121.000 toneladas de ciruela.

El pronóstico de cosecha que presentó el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) para la temporada de ciruela ha puesto a los productores frente a un dilema. Por un lado, están más que conformes con la estimación ya que será la mejor producción de los últimos seis años.

Pero al mismo tiempo ese pronóstico los puso en aprietos ya que levantar el doble de fruta que el año pasado llevará implícito un altísimo costo y en segundo plano aparece la falta de capacidad para el desecado de toda la ciruela.

En medio de un ambiente marcado por una abultada cosecha de ciruela para industria para la temporada 2024, Oscar Mobidelli, presidente del Clúster de Ciruela, aseguró que el pronóstico que emitió el IDR “tiene posibilidad de error más o menos del 10%, hacia arriba o abajo, lo cual no significa demasiado, normalmente los pronósticos son bastante acertados dentro de ese margen de error”, dijo.

Fernando Cordero, ingeniero agrónomo a cargo de explotaciones de ciruela y presidente de la específica de Agricultura de la Cámara de Comercio de Alvear aseguró que “ya sea que son plantaciones con defensa (heladas) y lo que están afuera de las defensas, tienen muy buena carga. Va a ser un buen año y hay expectativas muy buenas. Además el año viene tranquilo porque no hemos tenido heladas ni tormentas todavía. Falta poco más de un mes para la cosecha, pero por ahora viene todo muy bien. Eso sí, seguramente los industriales van a buscar tamaños, porque eso es lo que requieren los mercados internacionales”, comentó.

Según el IDR para la cosecha 2024 se espera una cosecha de 121.245 toneladas lo que representa un 105% más de ciruela que en la temporada pasada.

En lo que respecta a tamaño de los frutos, “según el mismo pronóstico del IDR, con mucha extrañeza y con mucha alegría también, calcula que el 30%, que es muchísimo, tiene un tamaño de los buenos, que son de 40 gramos para arriba por unidad. Lo normal es el 10% pero si logramos esos números, es significativamente bueno en cuanto a calidad que podemos obtener esta temporada”, agregó.

Sin embargo, más allá de los números altamente positivos, Oscar Morbidelli se enfocó en los problemas que esas cifras representan a la hora de levantar la fruta y también en la capacidad de secado que se vuelve insuficiente.

“Si la cantidad es esa, no tenemos cómo desecar. No hay capacidad de secado o es prácticamente igual, lo cual generará algún drama seguro. Así sea que la cosecha es de 100 millones de kilos, lo mismo va a haber drama para poder secar, porque la ciruela tiene un pico de cosechas y los hornos no pueden absorber picos”, comentó.

Según el productor ciruelero “esos picos de cosecha normalmente son una semana o dos semanas de febrero, según la maduración del fruto, es ahí donde vamos a tener drama”, prosiguió.

De acuerdo al Censo de secaderos de ciruela para industria que se llevó adelante en 2021, la capacidad de establecimientos para secar la fruta se redujo en un 73,3% en Mendoza. Se pasó de 498 secaderos en 2009 a 133 en el 2021.

Preocupación en los productores de ciruela por falta de financiamiento para la cosecha y acarreo.
Preocupación en los productores de ciruela por falta de financiamiento para la cosecha y acarreo.

Si se realiza el análisis por zona, en el sur mendocino, la principal región productora de la provincia, en 2009 había 410 establecimientos para desecado de ciruela mientras que en 2021 quedaban 102. La contracción fue del 75,1%. En el resto de Mendoza, esa reducción fue del 64,8% ya que 14 años atrás había 88 secaderos y en el año del censo solamente 33.

Pese a la fuerte merma en la capacidad de industrialización de la ciruela, la merma en cuanto cantidad de fruta que se procesa no fue tan notoria, se contrajo un 5%. En 2009 se secaban 122.493 toneladas y en la actualidad se pueden procesar 116.400 toneladas.

Falta de capacidad para levantar la cosecha

El financiamiento es otra piedra en el camino que se presenta a partir de una producción tan abundante como la estimada por el organismo mendocino.

El censo de ciruela para industria que realizó el IDR en 2021 ya había anticipado esta problemáticas.

Entre las conclusiones del informe, los especialistas remarcaron que en un escenario de “cosecha completa, existen dificultades para levantarla”.

Ante esta situación, Morbidelli sostuvo que “necesitamos financiamiento. Levantar la cosecha es una fortuna, son miles de millones de pesos y secar es otro tanto, estamos buscando la manera enfrentar el problema. Algunas cosas se pueden enfrentar con capital propio pero otras no tanto”.

El presidente del Clúster de Ciruela remarcó que “sabemos que no hay plata pero tenemos que ser un poco disruptivo en cuanto a propuestas de financiación. Tenemos algunas, pero no la podemos anticipar hasta que no lo conversamos realmente con las autoridades, que es lo que corresponde.

“Ya sabemos que lo tradicional (prestamos del Fondo de la Transformación) nos va a servir de poco, los ofrecimientos que normalmente se hacen para cosecha y acarreo lo pueden tomar muy poca cantidad de gente porque venimos de años de regulares a malos y en realidad todos esperan financiarse con el industrial, que es el que paga el adelanto de cosecha al acarreo. Pero también es cierto que no todas las industrias están iguales. Esto es lo que tenemos que coordinar”, indicó.

Cecilia Albornoz, productora e integrante de la cooperativa La Línea en San Rafael se mostró más que conforme porque para la temporada que está por comenzar se espera “una flor de cosecha”, sin embargo y a tono con el presidente del Cluster de Ciruela, agregó que “el problema que tenemos ahora es que la gente no tiene con qué levantar la cosecha, no tiene dinero para enfrentar ese costo”.

“La expectativa es genial, estamos bien, pero ahora que la temporada viene espectacular, hay que ver como los productores más chicos pueden levantar la cosecha, y son muchos los que están en esa situación. Se trata de gente que tiene 2, 4 o 5 hectáreas”, insistió la mujer.

En la descripción de situación que presentó Albornoz, el problema para los productores más chicos radica en que “venimos de años malos, fueron cinco años de poca cosecha y lo que levantaron esos años no les alcanzó ni para vivir, entonces este año se encuentran con que esas pocas hectáreas le dan los kilos que corresponden, el clima acompañó, pero no está preparado económicamente para levantar esa fruta. Y más con el año complicado económicamente que tuvimos”, dijo.

Para la productora, que también integra la Sociedad Rural de San Rafael, una de las salidas es el sistema cooperativo como el que integra.

“En la cooperativa a la que pertenezco siempre estuvo dispuesta a colaborar en el producto, anticipándole para cosechar y acarreo de modo que el productor se pueda organizar”.

Sin embargo, también remarcó que es imposible asistir al amplio espectro de agricultores desde una sola institución, por lo que, en consonancia con Morbidelli, consideró que se debe hacer un acuerdo con el sector industrial para que “se pueda levantar la cosecha”.

La tercera opción que puso sobre la mesa es algún “plan del gobierno con una especie de crédito de cosecha y acarreo”, pero “sin tener que pasar por un Fondo de la Transformación o Mendoza Fiduciaria que tiene tantos requisitos que se vuelve inalcanzable”, acotó.

Pese al difícil panorama que tienen enfrente los productores de ciruela, no todo es negativo. Mobidelli mencionó las ventajas derivadas de la devaluación del dólar y la eliminación de las retenciones del 15%. Estos factores podrían traducirse en mejores precios para el productor y márgenes más favorables para los industriales. “Supone algunas expectativas hacia todos los eslabones de la cadena de valor”, señaló.

Además subrayó la importancia de la organización y el asociativismo, para hacer frente a las dificultades. “El negocio empieza por el mercado siempre. Hay que estar convencidos que el negocio tiene que funcionar sin subsidios, si no, no es sustentable”, afirmó. En este contexto, el Clúster emerge como “una herramienta clave para la coordinación y la formulación de políticas comunes”.

“Tenemos que salir de la no previsión como no ha pasado siempre a empezar a planificar a largo plazo”, concluyó.

El sector exportador entre la sorpresa y la preocupación

Carlos Ponce, productor y titular de la empresa agroexportadora Trador SA, se mostró entre sorprendido por las cifras que difundió el IDR y a la vez mostró algo de preocupación por la respuesta que puede tener el mercado ante el crecimiento de la oferta.

La esperanza radica en que gran parte de la producción esperable para el 2024 tenga una calidad que el mismo mercado quiera absorber.

“En términos generales me llamó mucho la atención la cantidad de kilos que determinó el IDR”, porque “no teníamos una alerta que era la falta de horas de frío durante el invierno que generaron una mala floración. Entonces la expectativa era que la cosechas fuese similar a la del año pasado o un poco mejor”, explicó.

Ciruela: será la mejor cosecha en los últimos seis años.
Ciruela: será la mejor cosecha en los últimos seis años.

A Ponce le preocupa “tener mucha producción sin el mercado suficiente, porque no acepta más oferta, porque no estamos competitivos en cuanto a precio o en cuanto a costo de producción interno, o porque el mercado está restringido por los aranceles que paga nuestro producto cuando ingresa”, dijo.

Ante esa situación, el empresario espera que la producción llegue “acompañada de un mejoramiento del tamaño y de la calidad, porque no es lo mismo tener muchos kilos por hectárea de calibre pequeño que tenerlos todos de calibres medios o grandes lo que te da otra posibilidad de comercialización y de preferencia de consumo”

“Una ciruela D’Agen con muy buen tamaño tiene una potencialidad enorme con destino para galpones de empaque en fresco o para deshidratado, porque hay mucha más demanda de los calibres grandes que de los tamaños que son medianos y pequeños. Ahí es donde se produce el embudo, en los medianos hacia lo pequeño, porque tenés muchos kilos pero poca demanda”, explicó.

Además “puede bajar el precio en los mercados a nivel internacional, pero un buen rendimiento por hectárea permite optimizar los costos, pero tiene que ser con los tamaños y los calibres adecuados que nos permitan comercializar el producto”, acotó.

El exportador también se plegó a la opinión de los productores y habló de los problemas que habrá para levantar una abundante cosecha pero cambió el foco del planteo, dejó de lado los inconvenientes financieros para centrarse en la escases de mano de obra.

“Que venga una cosecha tan grande también nos vamos a enfrentar a otra problemática que es levantar la cosecha. Va a ser todo un desafío levantar la cosecha y procesar los kilos, por la falta de recursos humanos específicos que hay en las economías regionales”, dijo.

“Es la gran problemática que estamos viendo hace un montón de tiempo por las contenciones sociales que se transforman en una en un arma de doble filo, la gente no tiene cultura del trabajo o por ahí no puede acceder a trabajar porque le das el alta por 30 días en un establecimiento industrial y pierde los beneficios. Entonces está bastante complicado que venga hoy una cosecha con ese volumen”, expuso Ponce.

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