Qué es la meditación, una práctica que puede impactar positivamente en tu vida

Si buscamos la definición del diccionario, nos dice que meditar es “pensar y considerar un asunto con atención y detenimiento para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una opinión sobre ello o tomar una decisión”. Pero, ¿cómo aplicar esta técnica en nuestra vida diaria?

En la práctica, meditar podría ser pensar con detenimiento y atención, en este caso, en la respiración, invitando a la mente a llevar la atención a la respiración. Es una invitación a estar presente.

Quizás hayas oído hablar de Mindfulness. Se trata de una técnica de meditación definida como “atención plena”, “estar presentes aquí y ahora”. Esta sencilla y a la vez compleja herramienta -la meditación o atención en tu respiración- está al acceso de todos y tiene un amplio abanico de beneficios.

Ahora bien, parece sencillo llevar la atención a la respiración, pero realmente es un ejercicio como ir al gimnasio: al comienzo nos puede resultar algo complejo y nos puede alarmar darnos cuenta del gran movimiento mental, luego con el tiempo y la práctica comienza a ser algo más cómodo y sostenible.

Existen muchísimos tipos de meditación

Sin embargo, todas buscan como objetivo “aquietar los ruidos de la mente”. Podés elegir la que más te guste y con la que conectés de manera más sencilla:

  • Meditación guiada.
  • Meditación y yoga.
  • Meditación Zen.
  • Técnica de meditación Vipassana.
  • Meditación del amor benevolente.
  • Meditación con chakras.
  • Meditación trascendental.
  • Meditación con mantras.

Los beneficios

Los beneficios de la meditación se reflejan en el plano psíquico y físico, algunos de ellos son:

  • Adquirir habilidades para controlar el estrés
  • Aumentar la autoconciencia
  • Enfocarse en el presente
  • Reducir las emociones negativas
  • Aumentar la imaginación y la creatividad
  • Aumentar la paciencia y la tolerancia
  • Bajar la frecuencia cardíaca
  • Bajar la presión arterial en reposo
  • Mejorar la calidad del sueño
  • Tener una nueva perspectiva o mirada para el cotidiano.

¿Por dónde empiezo?

Para comenzar, lo primero es buscar un espacio que no sea ruidoso, podés sentarte tan sólo 2 minutos, con la intención de contemplar el cielo o el paisaje ante tus ojos.

Quizá registres la vorágine de pensamientos; ante este registro, te invito a que sólo contemples esas sensaciones sin modificarlas ni criticarlas. Con el tiempo y con la práctica, como dijimos anteriormente, estas sensaciones irán cesando.

Poco a poco podés ir agregando minutos y mejorando tu práctica. Podés utilizar velas, sahumos, musiquita o elegir una meditación guiada, lo que más resuene con vos.

Y si esto te resulta dificil, te invitamos a que elijas esa tarea diaria que más te guste, por ejemplo lavarte los dientes, cebarte un mate, y le dediques el 100% de atención. Eso tambien es meditar. O bien que registres si hay alguna actividad que lleva al presente -escalar, pintar, ordenar, leer, limpiar- y trates de buscar esa sensación en tus otras actividades del día a día.

Asesoró: Namaste Espacio de Bienestar

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