La Ciudad de Buenos Aires volverá a rendir tributo a una de las figuras más influyentes de la música argentina. Charly García será reconocido con una esquina que llevará su nombre, un mural de gran tamaño y una intervención especial en el Subte, en un homenaje que pone en valor su legado artístico y su vínculo con la cultura porteña.
Este domingo quedará inaugurada la “Esquina Charly García” en la intersección de Avenida Santa Fe y Coronel Díaz, a pocos metros del lugar donde reside el músico y de espacios que formaron parte de su recorrido personal y creativo. El acto comenzará a las 17 y contará con actividades en homenaje.
El reconocimiento incluye además un mural monumental que será revelado en el complejo Palermo Off, ubicado en Arenales 3339, a escasos metros de la esquina con el nombre del músico. La obra fue concebida por el gestor cultural Mariano Cabrera, a partir de una serie de fotografías tomadas por Gabriel Rocca.
Medirá 5,5 por 4,5 metros y estará realizada íntegramente en cerámicos, material elegido para simbolizar la permanencia y el carácter atemporal de la obra de García.
La esquina que llevará el nombre de Charly García.
La esquina porteña que llevará el nombre de Charly García.
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La elección del lugar no es casual. En esa zona funcionó décadas atrás el Paseo del Sol, donde se encontraba el mítico bar Planeta Júpiter, un sitio de encuentro que Charly frecuentaba durante los 80 y que forma parte del imaginario cultural del rock nacional.
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Un homenaje que también llega al Subte
La estación Bulnes de la Línea D del Subte será conombrada como “Esquina Charly García” y contará con una intervención visual alusiva a su obra, con referencias a discos y canciones emblemáticas como “Demoliendo hoteles” y “Clics modernos”.
Charly García corner.
Charly García corner en Nueva York.
gentileza
Este reconocimiento porteño dialoga directamente con el homenaje realizado en Nueva York en 2023, cuando la intersección de Walker Street y Cortlandt Alley fue bautizada como “Charly García Corner”, el mismo lugar donde se tomó la icónica fotografía de la portada de “Clics modernos" en 1983.