Palito Ortega: “Mendoza fue mi cuna, donde yo empecé a soñar”

El artista llega a nuestra provincia en el marco de su gira despedida y Diario Los Andes habló con él sobre su historia, sus sueños y un presente en el que su familia es un sueño hecho realidad.

Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"
Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"

Palito Ortega es leyenda, una parte más que importante de nuestra historia cultural. ¿Quién no cantó o bailó una de sus canciones? Es algo que excede generaciones y familias. Abuelos, padres, hijos unidos por un ritmo, una voz que le puso música a las anécdotas.

El camino es curioso. El artista está en plena gira despedida y viene a Mendoza, el lugar que lo vio nacer artísticamente. La cita es el sábado 3 de septiembre a las 21.30 en el Movistar Arena. Viene de ganar el premio Gardel a mejor álbum artista romántico con “Te llevo en mi piel”, su último trabajo. Su presente es glorioso, su pasado una batalla ganada a los sueños.

Por nuestras calles caminó, bajo el sol de la siesta mendocina debe haber andado buscando una sombra reparadora, con su guitarra al hombro. Ese mismo sol cuyano alumbró sus sueños. Mendoza le tendió una mano y la mítica e histórica LvDiez lo unió a la gente cuando no era Palito y era Nery Nelson, un joven decidido a comerse al mundo con su música. Entre Palito y Mendoza hay historia, hay un amor, que como el siempre deseó, va a ser para toda la vida.

Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"
Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"

- ¿Cómo es venir a despedirse a la provincia que te vio nacer artísticamente?

-Mendoza es muy especial porque mi primer paso como como solista, como cantante, fue en Mendoza. Tenía 18 o 19 y me quedé, hice el cambio de domicilio y me citaron para el servicio militar. Me presenté y por un problema que tuve cuando jugaba al fútbol de chico, en la rodilla, me salvé. Yo puse eso como excusa más que nada, y esa misma semana que me salvo del servicio militar me llega de Buenos Aires la invitación para venir a dar una prueba en una compañía discográfica. Yo tenía otro nombre cuando vivía en Mendoza. Yo era Nery Nelson y vivía en una pensión que estaba en la calle Necochea. Muy cerca de ahí había un café donde se reunían los músicos y bueno, ahí empezó mi amistad con Tito Francia, que era un músico extraordinario, un guitarrista que podría haber recorrido el mundo porque era un concertista de guitarra extraordinario. Mendoza tuvo músicos muy buenos.

Tuve la oportunidad de trabajar con uno de los símbolos de la música cuyana, que era Montbrun Ocampo. Después tengo el recuerdo del primer guitarrista que tuve ahí, se llamaba Pochettino, de apellido.

- ¿Cómo llegaste a Mendoza y cómo fueron esos primeros pasos?

La banda de Carlinho fue la banda con la que yo llegué a Mendoza. Yo no estaba cómodo en esa banda y me quedé en Mendoza mientras andábamos de gira y la banda siguió. Ellos no creían que me iba a quedar y lo tomaban como que no era cierto, pero finalmente me quedé. La LvDiez fue la primera radio donde empecé a cantar. Me dieron la posibilidad de hacer los martes y viernes un programa a las ocho y media de la noche. Me daban media hora y ahí cantaba un par de canciones.

De mis recuerdos, tal vez los más ricos, así como de vivencias son en Mendoza porque cuando uno tiene sueños, cuando uno quiere tener la oportunidad de grabar, cuando uno se imagina que va a ir por el mundo con sus canciones, ese es el momento más importante en la carrera. Cuando todo empieza a darse es muy lindo, pero cuando uno está en esos primeros años, donde todos son sueños y uno quiere materializarlos, quiere hacerlos realidad, quedan muy grabados en el recuerdo, en la memoria. Mendoza fue mi cuna, donde yo empecé a soñar. Lo que yo viví en Mendoza fue realmente muy fuerte para todo lo que viví después.

- Y viniendo un poco más acá en el tiempo, venís de ganar un premio Gardel que le dedicaste a Sandro, Cacho Castaña y Sergio Denis, ¿por qué a ellos?

Porque son tres amigos que ya no están y que, juntos, fuimos, parte de una generación que, de algún modo, era el despertar de toda una corriente de rock and roll en español. Con Sandro fuimos muy amigos. Teníamos, en el mismo edificio acá en Buenos Aires, nuestras productoras y entonces nos veíamos todos los días y compartíamos ideas. Después empezamos a viajar por el mundo y nos encontramos durante las giras.

Con Cacho (Castaña) también tuvimos la suerte de compartir muchos momentos y ser muy amigos. Sergio (Denis) llegó un poco más tarde, no fue de la misma época de los 60, pero nos conocimos bastante. Yo creo que Sergio tenía todas las condiciones para ser un artista internacional porque tenía buena voz, tenía buena presencia, pero lamentablemente se fue muy joven.

- ¿Crees que es un poco injusta la industria de la música con artistas de trayectoria o íconos culturas como vos y otros?

- Yo no diría injusta. Creo que hay premios que tienen que ver con lo que va pasando. No es fácil que un artista se consagre, llegue a la gente y perdure porque se ha dado este caso en el mundo entero de que hay un éxito, y viene otro y viene otro, y va tapando al anterior. Me parece a mí que este es el ritmo actual del de las canciones y de las figuras.

Antes, por ejemplo, hacíamos un programa, que era el Club del Clan y la familia se reunía, se sentaban frente a un televisor para vernos. Compraban una revista y se llevaban a la casa la historia de esa figura. Ahora es todo muy vertiginoso, muy rápido. Los chicos viven un ritmo que es consumo y descarto, consumo y descarto, y entonces es más difícil que perduren a través del tiempo las figuras que en un momento determinado tiene una gran repercusión.

A las figuras de antes, el caso de Sandro, Favio o yo, la gente las incorporaba a su propia vida. Estaba el famoso Long play y ahí estaba la imagen de un artista. Se llevaban el artista a la casa. Ahora no se llevan el artista a la casa, se llevan el éxito de una canción que está sonando y pasó la canción y pasa el artista.

- ¿Cómo te llevas con los nuevos ritmos y talentos?

- Yo tengo muy buena relación con todos, incluso me gusta apoyar, si puedo, a la gente joven porque nosotros tuvimos nuestra oportunidad. Tuvimos nuestro Club del Clan, la posibilidad de que nuestros discos se editen en toda Latinoamérica y poder viajar por el mundo. Yo hice giras por Europa, recorriendo toda Italia cantando en italiano, que me lo tenía que aprender por fonética, porque andaba con gente que yo admiraba profundamente como Domenico Modugno y Adriano Celentano.

Esas son cosas que ocurrían en un momento y era, realmente, como tocar el cielo con las manos porque yo admiraba profundamente a esa gente. Ahora, me parece, que los chicos jóvenes pronto tienen un éxito y si no se aprovecha bien, luego viene otro éxito y viene otro artista y se van como como superponiendo.

- ¿Los chicos de ahora tienen esos referentes como vos tenías en tu época?

- Los tienen, pero es todo más rápido. Ahora se consume y se desecha, se consume y se desecha. Yo empecé a escuchar la música de Frank Sinatra cuando empecé con la música y después de haberlo traído y haber tenido una relación, yo, no sé si hoy un joven tiene la posibilidad de soñar con un artista porque pasa con los artistas internacionales que sale todo el tiempo uno nuevo y tapa al otro y el otro tapa al otro y entonces no hay tiempo de madurar y crear toda una historia. Sinatra y Los Beatles son leyendas. Ahora los artistas son muy populares un tiempo y al rato ya están en otra cosa.

- Entonces, ¿Cuál sería el secreto para perdurar?

- No sé, tal vez sea esta sociedad de consumo que se ha desarrollado en todo el mundo y en donde se consume todo el tiempo un éxito y después viene otro, y después otro, y no hay tanto tiempo como para procesarlo. La vida se ha enfilando por el lado del vértigo y de la velocidad.

-Ahora no hay tiempo para encariñarse con el artista

- Claro, la gente se encariña con una canción. Les gusta la canción, la compran, pero después aparece otra y este es el ritmo de ahora. Yo soy un gran defensor de la gente joven porque hay mucho talento en nuestro país. Hay mucha gente joven que está vendiendo muchos discos y tiene mucho éxito en Latinoamérica, pero el tema es buscar la forma de ver cómo pueden perdurar un poco más y que este vértigo no los vaya consumiendo y desechando todo el tiempo.

Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"
Palito Ortega: "Mendoza es mi cuna"

- Me quedo con esto del vértigo, lo traslado a las relaciones y no puedo no preguntarte por Evangelina. Son, tal vez, la pareja más sólida de este país. Todos te deben preguntar cuál es el secreto para durar tanto, pero yo quiero saber qué es lo más difícil que les tocó sortear juntos.

- La vida en general te presenta todo el tiempo desafíos, el tema es tener la voluntad de superarlos, en todos los órdenes, no solo en la parte afectiva de una pareja, sino también en la profesión. En cualquier carrera que uno encare se va presentando esa esa pelea del vértigo de la vida.

Yo sabía, desde muy chico, que el día que me casara, me iba a casar para toda la vida. Mis padres se separaron cuando era muy chico y todo eso me enseño que ese no el mejor camino. Esperé hasta encontrar a la mujer que yo sentía y presentía, en lo más profundo de mi ser, que era la persona con la cual sí podía hacer realidad esa idea de una pareja para siempre. Abrazarme a una persona con la cual podía caminar el camino más luminoso y superar lo más difícil que se planteara.

Ahora veo a mis hijos ya crecidos, grandes, cada uno con su profesión, y veo a mis nietos que vienen y que juegan con uno. Ese es el mayor premio de la vida, porque lo otro siempre es pasajero. La obra más importante, más sólida, es una familia, una familia que te abrace, que te quiera.

Los fines de semana, que son para reunirnos con la familia, uno viene vestido con la camiseta de Boca, yo soy de River y me quieren cargar. Hay un juego amoroso todo el tiempo. Los hijos son la prolongación de tu vida.

- ¿Qué sentís ese domingo de almuerzo familiar al verlos todos juntos?

-Soy muy creyente y creo que uno trabaja y hace todo lo posible para alcanzar lo que se propone en la vida, pero Dios es, en definitiva, siempre el que pone su mano y te ayuda a que algo se haga realidad. Siempre le agradezco a Dios porque yo salí de un hogar muy humilde, de un pequeño pueblo y peleé por algo que yo quería alcanzar y lo pude alcanzar. La familia que no tuve de chico yo quería tenerla de grande cuando ya empecé a disponer de mi vida y tuve, también, la suerte enorme de encontrarme con una mujer que me acompañó en todo, en todos esos sueños que yo tenía de formar una familia para siempre.

Es algo incomparable y me parece que no hay nada material que se pueda comparar con los sentimientos.

- En todo este camino recorrido, cuando miras para atrás, ¿crees que harías todo exactamente igual o cambiarías algunas cosas?

- Todos, en un momento determinado, hicimos cosas que a lo mejor después decimos, “bueno, me equivoqué”, pero es parte de la vida. Aún de los errores uno puede aprender. No equivocarse también significa perder la oportunidad de aprender algo porque nada es tan perfecto en la vida de nadie. Todos tuvimos etapas difíciles, todos nos equivocamos, pero todo es un gran aprendizaje. Si vos te equivocas y no aprendes del error, te vas a seguir equivocando siempre.

Yo no cambiaría nada, todo fue pasando para yo ir aprendiendo, ir madurando y para llegar a este presente.

- Cómo definirías este presente, en pocas palabras

- Un profundo agradecimiento a Dios, a la vida y a la gente por todo lo que pude hacer, porque muchas veces uno se propone y a veces no encuentra los medios y el eco favorable para hacerlo. Gracias a Dios le peleé muy duro a la vida y la vida me devolvió con creces el todo el esfuerzo y el sacrificio. Todos sueños que tuve gracias a Dios los pude ir haciendo realidad.

Palito Ortega en Mendoza

Tour Despedida

Sábado 3 de septiembre

Arena Maipú

21.30 hs

Entradas por el sitio Tuentrada.com

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