Dolor de cuello en la era del sedentarismo, un fenómeno que va en aumento

En esta nota te contamos las posibles causas de esta afección, que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.

Muchos lo sabrán por experiencia propia. El dolor de cuello o cervicalgia se ha convertido en una patología frecuente en el último tiempo; de hecho, profesionales lo catalogan como una consecuencia del estilo de vida moderno debido a sus posibles causas.

Según el Lic. en Kinesiología y Fisioterapia, Rodrigo Amoroso, la cervicalgia es una patología que se encuentra directamente asociada con los malos hábitos posturales que hemos adquirido. El pasar muchas horas haciendo uso de la computadora, el celular, o estudiando y escribiendo en un escritorio, son actividades consideradas sedentarias que abusan del uso de la musculatura del cuello y la parte alta de la espalda, en detrimento del uso de la musculatura del tronco y los miembros inferiores.

Desde que los trabajos son cada vez más intelectuales el ser humano ha perdido funciones motrices a raíz de la falta de movimiento. ‘Son patologías de la modernidad, seguramente el hombre primitivo no sufría de las cervicalgias que sufrimos hoy al hacer un sobre uso del tren superior’', sostiene el profesional.

Esta molestia, que en ocasiones se extiende a otras partes del cuerpo como cuello, hombros, trapecios e incluso brazos, tiende a cronificarse, puesto que su principal causa está ligada a  trabajos y quehaceres de todos los días.

Cuando hablamos de cervicalgia, no sólo hablamos de dolor sino de contracturas musculares y posible sintomatología neurológica como visión borrosa, visión doble, náuseas, vómitos; a nivel de los miembros superiores la persona puede percibir hormigueos, anestesia, dolor punzante, calor, entre otros síntomas que se convierten en señales de alarma a las que el paciente debe darles la importancia necesaria.

La prevención es clave, pero en general las personas recurren a la consulta cuando ya el dolor es severo o hasta invalidante. Lo mejor es prestar atención al propio cuerpo y consultar con el profesional adecuado a tiempo; en primer lugar con el médico y luego de la consulta seguir el tratamiento indicado, ya sea farmacológico, de fisioterapia o inclusive un autotratamiento con ejercicios de movilidad, flexibilidad o con la realización de un deporte.

¿Cómo se puede aliviar?

En primer lugar, lo indicado es consultar con un kinesiólogo sobre el posible tratamiento; si es un especialista en posturología, mucho mejor. Con algunos ejercicios los síntomas pueden mejorar considerablemente.

Simples movimientos que pueden ayudar:

  • Llevar el mentón al pecho (lo que sería una flexión de cuello) asistiéndonos con las manos
  • Llevar la oreja al hombro, es decir, lateralizar el cuello (también a través de una autoasistencia manual)
  • Hacer semicírculos llevando el mentón de un hombro hacia el otro, pasando por el pecho, o lateralizar el cuello llevando la oreja a un hombro hacia el otro

Todo lo que son ejercicios de movilidad de escápula colaboran para que la sintomatología se atenúe o no aparezca.

Si bien preocuparse por mantener una buena postura y realizar actividad física son actividades elementales a la hora de prevenir y atenuar las molestias, la consulta médica y kinesiológica es importante para recibir un tratamiento adecuado que permita mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones a largo plazo.

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