Con el fin de los subsidios y el aumento de las tarifas, cobra relevancia la energía solar como solución

El Gobierno oficializó la declaración de “emergencia del sector energético nacional” hasta el 31 de diciembre de 2024. El DNU 55/23, publicado en el Boletín Oficial, abarca los segmentos de generación, transporte y distribución de energía eléctrica bajo jurisdicción federal y de transporte y distribución de gas natural.

De este modo, la administración de Javier Milei allanó el camino para extender la intervención de los entes reguladores, que vencían a fin de mes, y avanzar con los aumentos de tarifas destinados a reducir los subsidios.

Luego de las medidas y anuncios del nuevo Gobierno, se declaró una emergencia energética y habrá ajustes periódicos.

En Argentina, el precio de la energía ha sido históricamente objeto de intensos debates y desafíos económicos. El país ha mantenido tradicionalmente subsidios significativos para contener los costos de la electricidad, una medida dirigida a aliviar la carga sobre los consumidores.

Sin embargo, este enfoque también ha generado tensiones, ya que los subsidios pueden crear distorsiones en el mercado y afectar la sostenibilidad financiera del sector energético. Hoy, según el cuadro tarifario vigente hasta el 31 de enero del 2024, el kW/h para una industria argentina (Edemsa, Mendoza) tiene un costo de $24 pesos, USD 0,03 al tipo de cambio actual ($820) mientras que por ejemplo Chile ronda los USD 0,12 en determinados casos. Esto marca la tendencia y el atraso del cuadro tarifario, pronosticando potenciales aumentos de hasta un 400% y limitaciones en la demanda de consumo.

Sistemas de Energía Solar: ¿qué son y cómo funcionan?

La energía solar es una fuente renovable obtenida del sol, crucial para abordar los desafíos energéticos y ambientales. Funciona capturando la radiación solar y convirtiéndola en electricidad o calor. La tecnología fotovoltaica utiliza paneles solares para transformar la luz en electricidad, mientras que la solar térmica aprovecha el calor solar para calentar agua o aire.

Hoy es posible abastecer de agua caliente sanitaria y electricidad a un hogar o industria, con sistemas instalados en el mismo lugar donde se necesita (techos, galpones, etc), ahorrando inversiones en traslado (largos tendidos de cables) y tan sólo orientando paneles o captadores hacia el sol.

“Al tratarse de una generación propia y de un recurso renovable (el sol sale todos los días) tiene un impacto ambiental y económico determinante. Por ejemplo, un termotanque solar puede ahorrar hasta un 80% de energía anual al igual que un sistema fotovoltaico, dependiendo de la cantidad y potencia de los paneles. Este incluso puede proveer de este recurso de manera independiente a la red distribuidora o evitar los frecuentes cortes de suministros”, explica Andrés De Lucía, gerente comercial de ENERGE energía solar.

En Argentina, la apertura a importaciones facilitaría el acceso a equipos de energía solar, estimulando la oferta y favoreciendo la demanda. La disminución del precio en dólares de estos equipos contrasta con la proyectada multiplicación de tarifas, acelerando el período de repago y pasando de un estimado actual de 9 años a 6 años (tomando como referencia un sistema instalado en hogar estándar).

Por otro lado, en un escenario de control inflacionario, el retorno al crédito podría permitir el pago de cuotas con el mismo ahorro generado por la propia energía, contribuyendo a la autosuficiencia energética.

Andrés De Lucía, gerente comercial de ENERGE energía solar.

¿Cómo se dimensionan y cuál es el costo de estos sistemas aproximado?

Muchas veces tienden a confundir los metros cuadrados de las viviendas o los espacios cuando en realidad el consumo de energía es lo necesario. Del mismo modo, la cantidad de personas que habitan puede ser relativo puesto que la cantidad de artefactos, su tipo y el tiempo de uso es lo que determinará el cálculo de consumos y luego se tomará decisión de cuanto se quiere y conviene cubrir con la red y cuánto desde los paneles solares. Los valores de los sistemas inician desde los USD 1.500 dependiendo de cada caso, pero al tratarse de productos de larga vida útil la inversión logra amortizarse rápidamente.

Para el caso de las industrias, no sólo influye la sumatoria de las potencias (en oficinas, maquinarias, iluminación, etc.) sino que también podemos analizar el horario de inicio de actividades y encendidos, acompañando lo momentos de mayor demanda con aquellos en donde el sol nos provee, evitando hacer uso de la red. En caso de tener excedentes, estas tecnologías permiten volcarla a la red obteniendo un crédito a favor en la próxima factura.