El mercado de las bebidas destiladas viene en crecimiento sostenido en Argentina, y Mendoza, tradicionalmente vitivinícola, se está transformando también en un nuevo polo de producción artesanal.
La Ruta de los Destilados en Luján de Cuyo impulsa el turismo y reúne a productores locales que buscan posicionar a Mendoza en el mapa de bebidas espirituosas.
El mercado de las bebidas destiladas viene en crecimiento sostenido en Argentina, y Mendoza, tradicionalmente vitivinícola, se está transformando también en un nuevo polo de producción artesanal.
El Gin es una de las bebidas que más protagonismo ganó en la última década, con proyectos locales que buscan destacar tanto por su calidad como por su identidad. La Cámara Argentina de Destiladores y Afines asegura que existen al menos 800 etiquetas de Gin, aunque todos los destilados y productos afines muestran un aumento constante en producción y consumo.
Este crecimiento no se limita a Mendoza, todo el país produce destilados. La diversidad de productos refleja la creatividad y el esfuerzo de emprendedores de distintas regiones, que buscan posicionar sus bebidas en un mercado cada vez más competitivo y exigente.
Para consolidar esta tendencia, Luján de Cuyo anunció la Ruta Turística de los Destilados, un circuito que integra a las principales destilerías locales y propone catas, talleres y masterclass de coctelería. La iniciativa apunta a atraer turistas, fomentar el consumo de productos locales y generar oportunidades para quienes deciden emprender, posicionando al departamento como un referente de destilados a nivel nacional e internacional.
La Ruta Turística de los Destilados es una conjunción entre el sector público y el privado que busca posicionar a Mendoza como referente en bebidas espirituosas. Actualmente participan emprendimientos de gran diversidad como The Williams Casa Negra, Calavera Pisco, Vermú 746, Casa Tapaus, Espíritu Zorro, Hilbing & Franke, Idealista, Donadel Lemoncello, Montarraz y Foster Lorca, todos integrados en un circuito que combina tradición, innovación y experiencias para turistas y consumidores locales.
La Cámara Argentina de Destiladores y Afines trabaja para consolidar la industria en Mendoza y expandir su influencia a nivel federal. Según la enóloga Mónica Rodríguez, secretaria de la Cámara, "el proyecto original fue unirnos todos los destiladores de Mendoza para crecer en conjunto. Queremos resguardar toda la industria de los destilados".
La Cámara cuenta actualmente con alrededor de 70 socios de todo el país y mantiene su núcleo en Mendoza con una comisión directiva totalmente local, según explicó Ingeniero Agrónomo Luciano Palumbo, presidente de la cámara: "La idea es que en cada provincia haya representantes que nos puedan representar y no tener que viajar nosotros".
Palumbo destacó que el sector atraviesa un momento de crecimiento, con mayor diversidad de bebidas: "Hace varios años que el Gin despegó. Ahora también se suma whisky, vermú, aperitivos y licores. Se está abriendo un nuevo paradigma". Mónica Rodríguez agregó que la calidad de los productos ha mejorado: "Cada vez hay más etiquetas y productos con mayor calidad. El consumidor es más exigente, y nosotros tenemos la obligación de ponernos a esa altura".
El intendente Esteban Allasino resaltó la importancia de la colaboración con la Cámara y el esfuerzo de los emprendedores locales. "Luján es la capital turística de Mendoza. Su insignia, su emblema, es que es la tierra del Malbec. Pero además de eso, hay empresarios y emprendedores que empezaron a desarrollar un producto muy interesante que son los destilados. Desde un limoncello hasta un whisky de calidad mundial, multipremiados".
Allasino también valoró la creación de la Ruta Turística de los Destilados, que concentra a los productores y fortalece la identidad enoturística del departamento. "Buscamos ampliar la oferta de servicios para que los turistas que nos visitan nos elijan aún más y que cuando nos elijan se queden más días. Y esos días significan más consumo y más puestos de trabajo", cerró.
El consumo de destilados en Mendoza refleja un crecimiento sostenido, aunque los productores destacan que la situación económica nacional afecta la actividad. Walter Hilbing, de Hilbing & Franke, comentó: "El contexto económico de nuestro país ha hecho que en general el consumo haya decaído y en el segmento bebidas aún más. Estamos esperando que a partir de octubre se vuelva a activar un poco la economía y el consumo en general. Lo más importante es que se van sumando actores y eso hace que la actividad cada vez sea más fuerte".
Hilbing explicó además que la distribución y la estrategia de stock se han adaptado a la inflación: "Veníamos con una idea de sobrestock de la época de la inflación. Hoy estamos viviendo el verdadero stock de consumo y no del negocio de acopiar para generar diferencia con la inflación. Incluso los distribuidores están cambiándose a lugares más chicos porque no tiene sentido tener stock". También destacó que la producción anual de la destilería es de cerca de 70.000 a 80.000 botellas, con el gin como producto principal.
Lucas Dalla Torre, de Lui Wines, destacó que el consumo está ligado a la búsqueda de nuevas experiencias: "El consumidor busca nuevas cosas y no repetir lo que probó. La idea de nuestra bodega fue crear el vermouth 746 junto con Bodegas López y el maestro destilador Franco Regalini. Vemos una tendencia hacia consumir estos productos, y nuestro objetivo es que esa tendencia se transforme en un clásico". Dalla Torre señaló que las ventas aumentan principalmente con el calor y que los primeros meses del año suelen ser más tranquilos en la distribución.
Nicolás Donadel, de Familia Donadel Lemoncello, comentó sobre el crecimiento: "Estamos con una producción artesanal, haciendo pocas cantidades para conservar el espíritu tradicional del lemoncello. Hoy estamos por lo menos un 30-40% de producción más de lo que teníamos al inicio. Este crecimiento demuestra que la industria se está expandiendo y que hay un mayor interés por destilados y licores de calidad". Donadel también destacó la colaboración con la Cámara y el impacto en el turismo y la gastronomía, ya que los productos artesanales generan experiencias que enriquecen la visita de turistas.
Actualmente hay varias propuestas, si bien el fuerte es el Gin, muchos se dedican también al Vermut, Whisky, Pisco, entre otras opciones. Cada empresa aporta su propuesta y especialidad, reflejando la diversidad de la industria de destilados en Mendoza.
Walter Hilbing, explicó que su destilería se centra principalmente en gin: "El fuerte es el gin. Con el que comenzamos fue nuestra Grappa Aniapa, pero hoy nos adaptamos a lo que dicta el mercado". También adelantó que lanzarán productos nuevos en los próximos meses.
Lucas Dalla Torre, desarrolló 746 Vermut, un producto colaborativo: "Este vermut es elaborado con 50% vino Bonarda de Lui, 50% vino Semillon de Bodegas López y un destilado de botánicos del maestro destilador Franco Regalini, oriundo de Mar del Plata. Estamos pensando en nuevos formatos y series de vinos base".
Nicolás Donadel, se especializa en limonchelo artesanal: "Por el momento hacemos este licor fino de limón. Hacemos pocas cantidades para conservar el entusiasmo y espíritu tradicional". La Ruta Turística de los Destilados integra estas propuestas y otras bebidas espirituosas, consolidando a Mendoza como un polo de destilados de calidad internacional.
El público de los destilados en Mendoza se concentra principalmente en adultos jóvenes y adultos, con un interés creciente en productos de calidad y experiencias distintas. Walter Hilbing explicó: "De los veinte o dieciocho años buscan disfrutar de la bebida alcohólica como filtro social. Nuestro rango etario principalmente arranca de los 28 a 50 años". Esto indica que los consumidores más adultos buscan sabor, calidad y experiencias vinculadas a la cultura del destilado.
Lucas Dalla Torre coincidió: "Más de 30 años. Los más jóvenes recién empiezan a interesarse, pero los adultos buscan productos vínicos y frescos como el vermouth Bermuda". Según Dalla Torre, los jóvenes se inclinan por bebidas dulces o más ligeras, mientras que los adultos valoran la sofisticación y la innovación.
Nicolás Donadel agregó que el abanico etario se está ampliando: "Hoy se ha ampliado el abanico. Los jóvenes también aprenden a consumir de manera responsable y diferente este tipo de bebidas, que son algunos destilados, licores o bebidas espirituosas o afines". Además, el consumo internacional de alcohol ha mostrado una leve caída, lo que hace que los productores locales deban adaptarse a nuevas demandas y educar al público sobre el consumo responsable.