Bruno Calcagno, joven emprendedor tecnológico mendocino, fue el único argentino elegido para participar en The Bridge, un programa de innovación que reúne a 40 emprendedores tecnológicos de distintas partes del planeta en un castillo alemán alejado de las grandes ciudades.
Durante dos meses, convivió con programadores, desarrolladores y expertos en negocios en una experiencia que él mismo describe como “una especie de Gran Hermano, pero para emprendedores”.
El programa, impulsado por Entrepreneurs First y con sedes en las ciudades de Londres y San Francisco, apuesta a identificar a individuos con talento y acompañarlos en la formación de startups con potencial global. Calcagno se ganó su lugar tras superar un riguroso proceso de selección que incluyó entrevistas y un hackathon en Rotterdam, Países Bajos.
“Para entrar hubo un proceso de entrevistas y luego tuve que hacer un hackathon en Rotterdam. Esa fue la última parte del proceso de admisión. Una vez que entramos nos comunicaron que íbamos a estar durante todo julio y agosto en este castillo en Alemania”, contó.
Bruno Calcaglno
Bruno Calcaglno, emprendedor tecnológico mendocino.
Convivencia y alianzas en un castillo alemán
El escenario de esta edición fue un castillo en el pequeño pueblo de Bückeburg, a una hora de Hannover, donde se reunieron participantes de países tan diversos como Pakistán, Hong Kong, Noruega, Suiza, Brasil y Estados Unidos.
“El objetivo era encontrar un socio y venir a San Francisco (EEUU) a armar una startup que tenga el potencial de resolver un problema global o que pueda escalar a algo muy grande que realmente cambie el mundo. A eso es lo que ellos apuestan”, explicó Calcagno a Los Andes.
La convivencia diaria obligaba a los participantes a interactuar, conocerse y probar distintas alianzas, casi como en un reality show. “Tenías que conocer a los demás, ver con quién hacías un buen match, en base a personalidad, la industria en la que quieren trabajar o por experiencia e intereses”, relató.
Incluso existía un grupo como de WhatsApp donde se seguían de cerca las nuevas “parejas” de cofundadores que se formaban y las que se rompían. “Eso creaba muchos chismes, sabías quién estaba con quién o quién había roto con tal o cual y estaba libre o disponible. Fue súper interesante”, remarcó.
Mentorías con referentes de startups unicornio
La experiencia no se limitó a la convivencia. Durante las semanas en Alemania, los 40 emprendedores recibieron mentorías de referentes internacionales que ya habían fundado startups unicornio (empresas valuadas en más de 1.000 millones de dólares).
“Teníamos mentorías de gente que venía de todas partes del mundo a hablarnos. Era gente que ya había fundado startups exitosas que hoy valen más de 1.000 millones de dólares”, comentó Calcagno, quien durante la mayor parte del programa trabajó junto a Jens, un joven emprendedor suizo.
Estas instancias de aprendizaje y networking se convirtieron en una oportunidad única para recibir consejos prácticos de fundadores que lograron escalar ideas hasta convertirlas en empresas globales.
De Alemania a San Francisco: la etapa decisiva
La última fase del programa incluyó la presentación de proyectos ante un comité de inversores provenientes de Estados Unidos y el Reino Unido. Allí, los participantes debían exponer sus ideas, explicar su visión y convencer al jurado de que sus startups tenían potencial de crecimiento global.
“En la última etapa en el castillo se formó una especie de comité de inversión donde vinieron inversores del fondo de EE.UU. y de Inglaterra para preguntarnos en qué estábamos trabajando y qué queríamos armar. En base a eso, eligieron a 20 de los 40 para venir a San Francisco”, detalló el mendocino.
Calcagno logró superar esa instancia y forma parte de los seleccionados que pasaron a la fase final en San Francisco, donde los equipos tendrán la posibilidad de consolidar sus sociedades y competir por una inversión inicial para llevar adelante sus startups.
“Ahora estamos en la última etapa del programa. Queda por ver qué ‘parejas’ o cofounders van a quedar para poder recibir realmente una inversión de un comité de inversionistas para llevar adelante la startup”, señaló.
Bruno Calcaglno
Bruno Calcaglno, emprendedor tecnológico mendocino.
El respaldo de Entrepreneurs First
The Bridge forma parte del ecosistema de Entrepreneurs First (EF), una plataforma de inversión que desde el 2014 apuesta por individuos con talento antes incluso de que tengan una empresa o una idea definida. Su metodología, conocida como Talent Investing, ya ha dado origen a startups valuadas en más de 13.000 millones de dólares, como Tractable, Cleo, La Vie, Aztec y Sonantic.
La organización cuenta con el apoyo de referentes globales como Patrick y John Collison (Stripe), Reid Hoffman (LinkedIn), Tom Blomfield (Monzo) y Demis Hassabis (Google DeepMind).
Con ese respaldo, el mendocino avanza en un camino desafiante, pero prometedor: pasar de la experiencia en un castillo europeo a la capital mundial de la tecnología para buscar financiamiento que le permita materializar su startup.