Los regantes pagarían un 200% más por el riego agrícola que hace un año

En febrero, las facturas de electricidad para los regantes tuvieron una suba promedio del 170%, por componentes nacionales y provinciales. Las bodegas llegarían a pagar 5 veces más.

En comparación con febrero del año pasado, se estiman incrementos del 200% para el riego agrícola y de 560% para las bodegas en la época de elaboración. Foto: José Gutiérrez / Los Andes
En comparación con febrero del año pasado, se estiman incrementos del 200% para el riego agrícola y de 560% para las bodegas en la época de elaboración. Foto: José Gutiérrez / Los Andes

En febrero, las tarifas de electricidad para riego agrícola aumentaron, en promedio, un 170%. Esto, por la variación de dos componentes. Por un lado, la Secretaría de Energía de la Nación estableció los nuevos precios estacionales, de jurisdicción nacional. Y, por otro, la provincia aplicó la actualización trimestral del Valor Agregado de Distribución, de competencia local.

Desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico informaron que ese 170% es un promedio, porque depende de la modalidad de riego, la distribución en alta (de 14 a 23) o baja (de 23 a 14) y la potencia contratada. Por otra parte, recordaron que continúan vigentes los subsidios provinciales para riego agrícola; los nacionales a las tarifas de energía eléctrica se eliminaron el 1 de febrero y sólo se mantienen para los usuarios residenciales de nivel 2 y 3 (aunque mañana se revisará ese esquema para implementar la Canasta Básica Energética).

El gerente del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Mauro Sosa, comentó que hicieron un análisis de lo que pagaron los productores por riego agrícola por lo consumido en febrero de 2023 y lo que podrían llegar a pagar ahora, si mantienen idéntica utilización de energía, y les arrojó un incremento interanual cercano al 200%. Así, el propietario de una finca que pagó unos $260 mil el año pasado, con el subsidio nacional aún vigente, ahora pasaría a abonar, según los cálculos de la entidad, más de $ 740 mil, en el caso de que accediera a la bonificación provincial de riego agrícola.

Sumó que ya venían advirtiendo de esta preocupante situación y que, cuando el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, los visitó el 31 de enero, le entregaron un completo análisis de la situación del sector, en el que incluyeron el tema energético. Recordaron que, tras las heladas de noviembre de 2022 se reunieron con el gobernador Rodolfo Suárez y propusieron que gestionara una reducción de las tarifas eléctricas de riego agrícola para los productores en emergencia o desastre agropecuario.

La gestión del Gobierno tuvo eco en la Secretaría de Energía de la Nación, que estableció una disminución en “los precios estacionales de la energía eléctrica para los usuarios de pozos y sistemas de riego de parcelas afectadas a la producción agrícola, para el período comprendido entre el 1 de marzo 2023 y el 31 de marzo 2024″. El Centro de Viñateros y Bodegueros del Este solicitó que se pidiera la extensión de este beneficio, que se suma al beneficio que otorga la provincia.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), Fabián Ruggeri, señaló que están esperando que lleguen las boletas para conocer el valor a pagar por la electricidad, porque no saben con exactitud de cuánto será el aumento. Y planteó que la tarifa del riego agrícola no tiene tanto impacto en este momento, porque están abocados a la cosecha y algunos productores utilizan el pozo en forma complementaria para terminar de regar algún cuartel.

En cambio, resaltó que febrero, marzo y abril son los tres meses fuertes de elaboración, cuando el consumo de electricidad en las bodegas se dispara, porque se están utilizando todas las máquinas. Y si bien normalmente han podido hacer una previsión de cuál va a ser el costo de elaborar el vino -cuánto se gasta por producir determinada cantidad de litros por quintal de uva- este año el escenario es complejo.

Es que, si se dispara uno de los ítems del costo de elaboración se eleva todo el monto y se reduce el precio que se paga al productor por cada quintal de uva o la cantidad de litros de vino que se le entrega según la variedad. Pero en 2024 son tres los componentes que han tenido o tendrán variaciones muy significativas: los salarios, las tarifas de energía eléctrica y los insumos enológicos (que han aumentado siguiendo la evolución del tipo de cambio).

Más de 500% de suba para las bodegas

Sosa planteó que el mismo ejercicio de intentar prever a cuánto subirán las boletas de electricidad en un año, los llevó a calcular que una bodega que en febrero del año pasado pagó $375 mil, deberá pagar este mes $2,5 millones (+566%); otra que recibió una factura por $500 mil en 2023, recibiría una de $3,3 millones en los próximos días (+560%); y una más que abonó casi $1 millón debería abonar $5,7 millones (+560%). En todos los casos, suponiendo que mantengan el mismo consumo energético.

Añadió que “la situación es más que preocupante, es alarmante” porque también se están esperando incrementos significativos en salarios (actualmente el sector se encuentra en paritarias) e insumos. Sobre esto, el pedido a Vargas Arizu fue que se extendiera en 2024 la bonificación del 100% del cargo de uso de red aplicable a una factura del consumo eléctrico -en febrero, marzo o abril-, que implementó la Secretaría de Servicios Públicos de la provincia el año pasado para los actores de la industria vitivinícola afectados por las contingencias climáticas.

Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, expresó que para los meses de febrero a abril hay un nuevo cuadro tarifario que se aplica a todos los usuarios a nivel nacional y que, en el caso específico de las industrias, el incremento se explica en parte por la eliminación de los subsidios, que se quitan en su totalidad.

El porcentaje de aumento, aclaró, varía en función de cuál era el nivel de bonificación previo a esta quita, ya que quienes tenían elevado nivel de subsidio, recibirán mayores variaciones. Pero que, en promedio, los incrementos van del 130% al 160%, dependiendo del tipo de usuarios en función de la potencia contratada. Esto sólo corresponde al último incremento, que se aplica desde este mes.

Kuret señaló que esto tiene impacto en el riego agrícola pero también en el proceso de elaboración de las bodegas, que están en el momento de máximo consumo por la cosecha y que, más allá de algunos beneficios que otorga la provincia para el riego agrícola, estas subas son preocupantes. Añadió que “tanto los productores como los elaboradores deben apelar a todos los aspectos de gestión interna en el uso de la energía para evitar multas o bien consumos en horarios de mayor costo en la medida en que puedan hacerlo”.

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