Los cortes de gas ralentizan la producción de la agroindustria

También hay reducciones en el suministro. La situación obliga a reprogramar turnos de trabajo y podría generar faltantes en las góndolas de ciertos alimentos envasados

Los cortes de gas obligan a las industrias a reducir turnos de trabajo y comprometen el cumplimiento de las entregas de productos.
Los cortes de gas obligan a las industrias a reducir turnos de trabajo y comprometen el cumplimiento de las entregas de productos.

A las complicaciones que tenían las empresas por las trabas a las importaciones y los faltantes de gasoil, se suman ahora los cortes de gas. Si bien el invierno es temporada baja para la agroindustria, hay plantas que llevan casi una semana sin poder trabajar, lo que les demandará, cuando puedan contar nuevamente con el servicio, recurrir a dobles turnos para ponerse al día con los planes de producción. Otras están con menos suministro y se ven obligadas a reorganizar la tarea o a utilizar alternativas más costosas.

Mario Díaz, director de AVA, detalló que tienen una fábrica en San Rafael, en Real del Padre, y que el martes les notificaron que al día siguiente -el miércoles pasado- iban a realizar un corte total de gas y sumó que todavía no les han vuelto a habilitar el consumo. De hecho, no sabe cuándo sucederá esto ni cuántos metros cúbicos les entregarán. Si bien ya habían tenido interrupciones de suministro por unos 4 o 5 días en inviernos anteriores, planteó que este año se han acentuado por la ola de frío.

Se debe recordar que la semana pasada, ante las bajas temperaturas, se cortó el abastecimiento de GNC en las estaciones de servicio del sur provincial, para priorizar la calefacción hogareña. Es que en San Rafael y General Alvear el gasoducto no alcanza para abastecer a las viviendas y la industria. De ahí que los primeros en tener cupos o interrupciones son las conserveras y secaderos, y luego las expendedoras de combustible.

Díaz sumó que en Tunuyán y Ugarteche han tenido reducciones en el servicio, por lo que han podido seguir trabajando, pero con menor cantidad de metros cúbicos de los contratados. En cuanto al impacto en la producción, detalló que en la planta de Luján están en el proceso de etiquetado, por lo que no les afecta; en cambio, en la del Valle de Uco están elaborando puré de tomate y en la del Sur, mermeladas y dulces sólidos.

Aunque no tienen problema con la caducidad de la materia prima, en el Valle de Uco sólo trabajan hasta cumplir con el cupo de suministro y en el Sur han tenido que suspender la elaboración. Pese a eso, deben seguir pagando los salarios de los empleados y, una vez que puedan retomar la tarea, deberán implementar dobles turnos para retomar los planes productivos.

Baja presión

Alfredo Cecchi, quien además de presidente de la FEM (Federación Económica de Mendoza) es empresario olivícola, comentó que, en San Carlos, donde tiene la fábrica, la presión de gas es tan baja, que no pueden utilizar calefactores industriales. Esto, comentó, ha pasado en otros inviernos, en días de muy bajas temperaturas, ya que se prioriza la calefacción de los hogares, pero este año, al tener varias jornadas de frío -por debajo de los -10°C-, se ha complicado más.

En su caso, detalló, calientan el aceite, que se encuentra congelado, para que se torne líquido y poder bombearlo a los contenedores que se exportan. Sin embargo, al no tener gas, están utilizando unos calefactores alimentados con gasoil, lo que no sólo es más costoso, sino que también es complejo encontrar el combustible. De ahí que estén realizando la carga con el producto muy espeso -porque no lo pueden calentar tanto- y, en lugar de completar un contenedor cada 40 minutos, como es habitual, lo están haciendo cada cuatro horas.

“Son durísimos estos momentos para los industriales”, lanzó Cecchi y acotó que “un país sin energía no funciona” y que esto no es un problema de las bajas temperaturas, sino de una matriz energética ya agotada, con tarifas subsidiadas desde el año 2000, lo que ha desalentado las inversiones y que ahora se evidencia por las consecuencias de la guerra de Ucrania.

Mermas importantes

Raúl Giordano, presidente de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), explicó que, en general, las empresas que tienen contratos “ininterrumpibles” con sus proveedores de gas han sufrido reducciones de alrededor del 50% al 60%, con una antelación muy acotada; es decir, les informan en la tarde que les reducirán el suministro al día siguiente. En tanto, las que tienen acuerdos “interrumpibles” -las plantas más nuevas- se encuentran con el servicio cortado.

Giordano explicó que esta época es baja temporada para la industria conservera, ya que no hay tomates, duraznos ni peras frescas para preparar envasados. Lo que se suele hacer durante el invierno, detalló, es elaborar mermeladas, jugos o puré de tomate -con productos que ya han tenido un proceso industrial previo- o fraccionar. De ahí que el uso de combustible es menor, alrededor de un 60% por debajo de lo que consumen en enero y febrero. Pese a eso, los cortes en el suministro les complican la organización de los turnos.

Así, si una industria tenía un contrato de 10 mil m3 diarios de gas y empieza a recibir 4 mil m3, el servicio le alcanza para elaborar sólo durante media jornada. Algunas empresas siguen elaborando en la otra mitad del día con combustibles alternativos, como biomasa o aceite, pero, como son más costosos que el gas natural y los márgenes de rentabilidad son acotados, muchos evitan recurrir a esto y prefieren que el segundo turno de trabajo se dedique a otras tareas, como etiquetar.

El titular de Cafim indicó que en los últimos inviernos no habían tenido cortes generalizados, en parte porque las temperaturas no habían sido tan bajas. Y si bien han mantenido conversaciones con el gobierno nacional, a través de la Copal (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios), a la espera de que se defina algún paliativo, anticipan que podría haber faltantes ocasionales de productos en las góndolas, por demoras en la producción.

Escenario delicado

El país importa entre un 10% y un 30% del gas que consume (según la fuente sea el gobierno nacional o instituciones privadas). Y si bien esto ya configura un escenario complicado, la guerra entre Rusia y Ucrania, debido a la dependencia mundial de los combustibles que producen esos países, elevó considerablemente el precio del gas. De ahí que ya se anticipara que este invierno podrían producirse cortes en el suministro a las industrias.

Pese a esto, Giordano señaló que lo más complejo para las agroindustrias es la dificultad para acceder a ciertos insumos, por las trabas a las importaciones, ya que algunos, como los repuestos de ciertas máquinas, no se fabrican en el país. Aunque esto ya era difícil, las medidas más recientes hacen pensar que los plazos para poder traer elementos desde el exterior van a extenderse, como también que AFIP exigirá más requisitos. Y sumó que el transporte, con los faltantes de gasoil, también se ha complicado. Ante este panorama, los cortes de gas son un factor más que desafía a la producción.

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