El fin de semana pasado, Gimnasia y Esgrima ganó mucho más que un partido. Al superar a Gimnasia de Jujuy, el Lobo mendocino recuperó la punta y dejó en claro que todavía tiene esos aspectos que lo convirtieron en un equipo de temer en la Primera Nacional.
Si uno presta atención, el grito de gol todavía se escucha por el Parque General San Martín. Inclusive, el hincha sigue festejando en su intimidad, repasando mentalmente la conquista de Imanol González mientras se prepara para sus labores diarias.
Gimnasia y Esgrima y una victoria que vale oro:
Gimnasia y Esgrima vs Gimnasia de Jujuy
En el parque, el Lobo mendocino y el Lobo jujeño no se sacan ventaja.
Gentileza
No es para menos. El domingo, el Lobo ganó el partido que necesitaba para dar el golpe sobre la mesa, y asegurarle a propios y extraños que está para repetir la campaña del 2024, y también superarla.
Es cierto que lo estadístico es lo más importante que dejó el 1 a 0. Ganar significó recuperar la punta a falta de cuatro fechas para el cierre, y sacarle una pequeña luz de ventaja a su par de Jujuy. Sin embargo, hay más detalles positivos para el análisis.
Una de las grandes virtudes de este Blanquinegro es su capacidad para encontrar el gol en diferentes intérpretes, y no depender siempre de sus delanteros. La responsabilidad de convertir se comparte entre varios, una señal inequívoca de equipo sano, que tiene variantes para alcanzar el triunfo.
Facundo Lencioni, volante izquierdo, lleva 8 goles y es el máximo anotador del plantel, Imanol González aportó 5 desde la zaga, completando un podio que tiene al delantero Nicolás Ferreyra con 7. Rodríguez Puch, Andrada, Antonini, Carrera, Cingolani, Muñoz, Recalde y Servetto también pegaron el grito sagrado. 11 nombres diferentes en la lista de goleadores.
El otro aspecto importante que dejó el encuentro ante el Lobo Jujeño es que el Mensana mostró toda su autoridad. No se desesperó ante las constantes pérdidas de tiempo de su rival, y siempre intentó hacerse cargo del manejo del trámite.
Tampoco se prendió en las habladurías de la semana, cuando se abría el paraguas por lo que supuestamente sería un arbitraje mandado con un propósito específico. Gimnasia hizo lo suyo, se limitó a intentar ser mejor dentro del campo. Otro golpe de efecto de un equipo sano, que en igualdad de condiciones puede con el que se pare enfrente.
El desafío para lo que viene: no perder la cabeza
Gimnasia y Esgrima - Almirante Brown
Gimnasia y Esgrima - Almirante Brown, por la Primera Nacional
GyE
Ahora le quedarán cuatro fechas, cada una más complicada que la anterior. No se trata solamente de enfrentar a rivales que también buscan sus propios objetivos. El Blanquinegro también jugará contra su propia ansiedad, esa que carcome a sus hinchas en el día a día. Se enfrentará al peso de su historia, que lo obliga a ir al frente y a pelear por el ascenso.
Sin embargo, el último signo positivo se da por el historial. En la ronda anterior de este mismo torneo, Gimnasia salió indemne ante los cuatro equipos que quedan en la recta final. Venció a Agropecuario (2 a 1) y Defensores de Belgrano (2 a 0), y sacó empates ante Chacarita (0-0), y San Telmo (0-0).
Más que nunca, el plantel deberá hacer oídos sordos a ese grito de gol que todavía resuena por el Parque, y enfocarse en ir partido a partido. Dar pasitos cortitos para evitar marearse, y así poder llegar al objetivo: alcanzar esa palabra que no se dice por cábala, pero todos desean. Tiene con qué.