Alejandro Fantino contó una curiosa experiencia que vivió en el baño de un boliche gay

El conductor relató el confuso momento que debió enfrentar. Dio detalles de un encuentro que se le quedó grabado en la memoria.

El conductor relató lo que vivió hace años en el baño de una discoteca
El conductor relató lo que vivió hace años en el baño de una discoteca

Como todas las tardes Alejandro Fantino estuvo al frente de su programa en América tratando temas de actualidad, económicos y de espectáculos, pero sorprendió a todos cuando, al final del programa, relató una extraña experiencia en un boliche gay.

Luego de un corte, el ex novio de Miriam Lanzoni se dirigió a su equipo de panelista y comenzó a relatar una historia sorprendente: “Grandes boliches. Había uno que era boliche gay, que después fue Amérika. Se llamaba Bunker. Yo iba los domingos porque no era gay, era ‘surtido’. Yo tenía 22 o 23 años, e iba los domingos cuando salía de Mitre”, comenzó diciendo el conductor.

Luego continuó: “Había una palabra, un término de esa época que no sé si se sigue usando, que es ‘Paki’, que es que si no sos gay y sos heterosexual, sos paki. Entonces un día yo estaba en el baño, en un mingitorio ahí recién llegado, con mi pelo largo. Había unas diosas, bailarinas de hip-hop, unas bombas atómicas”, dijo Fantino.

“Era un domingo hermoso, pero yo no sabía. Entonces vino un flaco, y cuando yo termino de orinar y guardo, me dice: ‘Hola, ¿qué tal?’, muy serio. Y me dice: ‘¿Vos sos paki?¿Sos paki o no sos paki?’, comentó el conductor sin saber qué responder.

“Mirá, me dicen Gringo. Me llamo Alejandro, también me dicen Toro en Santa Fe. Me llamo Alejandro Jorge Fantino, pero no soy paki”, fue la respuesta del periodista al extraño sujeto que lo interrogó en el baño.

Ya van dos o tres que me dicen paki, debe haber uno parecido a mí que le dicen así. Y me dijeron: ¡No, bol...! Paki son...”, y ahí lo entendí”, concluyó Fantino mientras todos reían a carcajadas.

Para terminar con el relato, Fantino explicó que “paki” es un modismo es utilizado con frecuencia de manera peyorativa por quienes son parte de la comunidad LGBTQI+ para referirse a los heterosexuales, y el origen del mismo tiene lugar a mediados del Siglo XX en la Argentina. Es un apócope de paquidermo, animal lento, torpe, pesado y de piel dura que representa así el modo en el que se percibe a las personas heterosexuales en la intimidad. Actualmente, este término volvió a tener popularidad entre los centennials (la generación de nacidos entre 1997 y 2010).

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