Con el único acusado preso, encontraron muertas a las israelíes

Los cuerpos de Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) fueron hallados en la casa de Gil Pereg, quien fue imputado por los homicidios.

Con el único acusado preso, encontraron muertas a las israelíes
Con el único acusado preso, encontraron muertas a las israelíes

Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) nunca salieron de la casa de Nicolás Gil Pereg (hijo de Pyrhia), el hombre de 37 años que vive hace unos 10 en Mendoza y a quien habían venido a visitar el sábado 12 de enero pasado.

Sus cuerpos fueron encontrados ayer, enterrados en el extenso predio donde vive el ex militar israelí que por la mañana había sido imputado por los homicidios y ya está alojado en el penal de Boulogne Sur Mer.


    Gustavo Rogé / Los Andes
Gustavo Rogé / Los Andes

La fiscal de Homicidios Claudia Ríos se valió de restos de sangre hallados en la vivienda ubicada en calle Julio Roca al 6000 de Guaymallén, levantados el viernes y sábado pasado durante los allanamientos, para acusar formalmente a Gil Pereg, quien pasó de ser denunciante de la desaparición de sus familiares y testigo en la causa, al único sospechoso de los crímenes.

Ayer a las 11, en conferencia de prensa, la fiscal Ríos dio detalles de la investigación.

Explicó que contaba con las imágenes de las cámaras de seguridad y que el lente de una cámara del cementerio municipal que daba al frente de la casa de Gil Pereg no estaba en funcionamiento porque le habían cortado los cables. A ello sumó el testimonio del chofer de la línea 120 que dijo haber visto a las hermanas y al acusado abordar la unidad para llegar a la vivienda.


    Gustavo Rogé / Los Andes
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Pero lo que más comprometió a Gil Pereg y permitió su imputación fue el hallazgo de manchas de sangre en su remera, otras en una bolsa de cemento dentro del terreno donde habita y colillas de cigarrillos. Esos elementos fueron cotejados con el ADN de las víctimas extraído de cepillos de dientes que se secuestraron en el departamento céntrico que habían alquilado.

"El delito que se le ha atribuido, que se le hizo conocer con el defensor oficial presente, es homicidio agravado por el vínculo, en relación a la mamá, en concurso real con homicidio simple, en relación a la tía", explicó Ríos. Con las contundentes pruebas, obtenidas por los análisis de laboratorio, la fiscal de Homicidios realizó otro allanamiento en la casa del acusado, que comenzó cerca del mediodía de ayer, mientras Gil Pereg era trasladado a la cárcel.

Peritos de Policía Científica, máquinas excavadoras y perros de la Escuela Canina de Adiestramiento Mendoza (Escam) comenzaron a rastrear el predio donde Gil Pereg tenía una precaria vivienda y unas canchas de fútbol sin habilitar.  Los restos de las mujeres se encontraban enterrados dentro de un habitáculo, en el fondo del predio donde reside el ex militar, confirmaron a Los Andes fuentes oficiales.

"Se los halló en la parte más distante del terreno, donde hay una obra en construcción, dentro de una habitación confinada con total cierre, que carecía de ventanas. Los cadáveres estaban enterrados y tapados con piedras y tierra", soltó un pesquisa.


    Gustavo Rogé / Los Andes
Gustavo Rogé / Los Andes

La vestimenta de las hermanas les permitió a los sabuesos reconocer a simple vista que se trataba de quienes habían buscado durante dos semanas. Los restos serán sometidos a necropsia para determinar cómo fueron asesinadas y de cuándo data la fecha de muerte. Ya entrada la noche, peritos retiraron los cadáveres para trasladarlos al Cuerpo Médico Forense.

Amenazó con suicidarse: quiere cuidar a sus gatos

Nicolás Gil Pereg disparó ayer una amenazante frase ante la fiscal de Homicidios Claudia Ríos cuando ella le dio a conocer la imputación por el crimen de Phyrhia Sarusi y Lily Pereg, su madre y tía, respectivamente.

Indicó que, si no lo dejaba regresar a su casa para "atender a los gatos y darles sus medicamentos", la funcionaria judicial iba a "encontrar un cuerpo", es decir, que se iba a suicidar.

Por eso, la fiscal explicó que se establecieron medidas de seguridad para preservar la salud psíquica y física del único sospechoso de matar a las ciudadanas israelíes, como solicitó su defensor oficial. En su casa, Gil Pereg tenía varios gatos y perros en muy mal estado. Allí también convivía con los cadáveres disecados de muchos de estos animales.

Floda Reltih, el curioso nombre que adoptó aquí

Muchos lo conocían como Nicolás. Otros como Gilad, su nombre israelí original.

Según su documentación en Argentina, el único imputado por los crímenes de Pyrhia Sarusi y Lily Pereg es Gil Pereg. Sin embargo, en uno de sus tantos emprendimientos fallidos en Mendoza, el hombre de 37 años se había "bautizado" con un extraño y perturbador seudónimo.


A prisión. Gil Pereg fue trasladado a la cárcel de Boulogne Sur Mer. | Patricio Caneo / Los Andes
A prisión. Gil Pereg fue trasladado a la cárcel de Boulogne Sur Mer. | Patricio Caneo / Los Andes

En San Martín, el ex militar e ingeniero electrónico se hacía llamar "Floda Reltih" y manejaba un local de comidas y unas canchas de padel. A simple vista parecen ser dos palabras al azar y totalmente desconocidas pero, al leerlas de atrás hacia adelante, el significado cambia totalmente: Adolf Hitler. Es decir que Pereg decidió llamarse como el líder de la Alemania nazi. Tras su fallido paso por el Este provincial, donde vecinos aseguran que se vio afectado por un escándalo, el hombre se mudó a Buena Nueva, Guaymallén, frente al cementerio municipal.

El predio, que carece de agua potable y servicios básicos, está rigurosamente vigilado por cámaras y otras medidas de seguridad, además de ser el depósito de 42 armas registradas a su nombre.

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