16 de junio de 2025 - 00:15

El insólito país donde conviven satélites y puentes del siglo XIX

Cristina dice que en su gestión Argentina lanzaba "satélites al espacio", pero se trata del mismo país donde hay infraestructura vial con una vejez de siglos.

Poco se puede decir todavía sobre lo que Milei ha arreglado o está echando a perder. El problema del diagnóstico K es que al menos exagera al hablar de progreso.

En este sentido, unas imágenes que vi en Canal 9 la semana pasada me quedaron grabadas. La cámara enfocaba la zona de la ruta 15, en Luján, donde el Gobierno provincial ha prometido construir un nuevo puente. No sólo se pudieron ver las enormes precariedades del actual puente vial, que tiene nada menos que 127 años de antigüedad. En un momento, la imagen también se posó en el puente ferroviario que se ubica a 100 metros del que van a reconstruir, en el cual se divisaban todavía pintadas a favor de Raúl Baglini. Sí, aquel famoso legislador radical ya fallecido que fue candidato a gobernador...en 1987.

¿Cómo explicar que Argentina es un país en el que pueden convivir el auge de la carrera espacial (sólo suspendido porque se entrometió Milei) y una infraestructura vial de fines del siglo XIX? La respuesta es sencilla: el discurso político muchas veces deforma la realidad en su propio beneficio.

Precisamente, el estado de los puentes vehiculares de Mendoza desmiente todo el tiempo algunas chácharas de la política. Y no sólo por el de Luján. En la ruta a Chile, está el llamado "puente de Anderson", una viejísima estructura de hierro y cemento que sirvió para la circulación del tren Trasandino, entre 1910 y 1984, pero que conserva una insólita vigencia, pues gracias a remiendos varios que le siguen haciendo, es el que permite que crucen vehículos desde la ruta 7 a la costa norte del dique Potrerillos. Sí, es la misma zona donde hace más de un año el Gobierno provincial anunció un ambicioso plan de desarrollo turístico.

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Ni hablar, por otra parte, de los ya famosos puentes caídos de la ruta 40, camino a Tunuyán, que colapsaron entre 2020 y 2021. Se trata, en este caso, de una obra nacional que permanece sujeta al lugar postrero que le asignó Milei a la obra pública en su agenda. Hay "by pass" para rato allí.

Sin lugar para la euforia, alguna esperanza sí asoma con el mencionado puente de la ruta provincial 15, vital para la circulación norte-sur en Luján. Cualquier recorrida por ese lugar alcanza para ver cuánta gente lo usa y los riesgos a los que la someten. Más que nada, lo padecen ciclistas y peatones, a quienes les han asignado una estrecha senda de chapa para circular, al borde del precipicio.

De más está decir que por ese puente que inauguraron en 1.898 no pueden pasar camiones de bomberos, ambulancias ni colectivos, porque sólo soporta vehículos livianos. Los pesados, entonces, están obligados a hacer un enorme rodeo para conectar la zona urbana de Luján con la localidad de Perdriel.

Vamos con algunos números. El transporte público de pasajeros realiza nada menos que 276.000 kilómetros extra al año porque no puede usar el puente. Dicen en el Gobierno y en el municipio que el costo de la obra (casi 15.000 mil millones de pesos) se cubrirá tan solo con el ahorro en combustible y kilómetros recorridos que tendrán los colectivos cuando puedan usar el puente nuevo.

Es cierto que en algunos años se puede recuperar la plata. Una cuenta simple lo confirma: los kilómetros recorridos por los micros de más en esa zona, al valor de 2.850 pesos cada uno, representarían cada año un ahorro de 786,6 millones de pesos para el Estado provincial si hubiera un puente moderno.

En 20 meses a partir de la concesión dice el Poder Ejecutivo que estará listo el nuevo puente, cuyo fondeo será una parte de la plata del resarcimiento de la promoción industrial. Tratándose de una obra vial, habrá que cruzar los dedos para que el plazo anunciado se cumpla.

En resumen, no todo está perdido, parece. Hasta la grieta política local entre Cornejo y De Marchi quedó de lado por un rato con la necesaria obra en Luján. Aunque la carrera espacial de la Argentina esté un poco detenida últimamente y los puentes añosos nos sigan salvando.

* El autor es periodista. [email protected]

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