A casi dos años del cierre del Zoo, así está el Ecoparque hoy

Los Andes recorrió las obras para conocer el estado actual del paseo. Primera entrega de un especial sobre el ex Zoo.

A casi dos años del cierre del Zoo, así está el Ecoparque hoy
A casi dos años del cierre del Zoo, así está el Ecoparque hoy

A principios del 2016 cerraron el zoológico y es un hecho que no volverá a funcionar como lo conocimos. Para el año 2019, cuando el paseo reabra sus puertas, se habrá convertido en un verdadero Ecoparque, en donde los animales no estén ahí para ser exhibidos. En esta primera entrega (de tres), las mejoras en las que trabajan y los nuevos recintos. 

De acuerdo con la directora del Ecoparque, Mariana Caram, se trata de un nuevo concepto en donde el animal no vive en función del ser humano, no es parte de un espectáculo, e incluso tiene la posibilidad de esconderse si no quiere ser visto.

La idea es apuntar a "pumarios" (predios naturales, para descatar las jaulas), a tener todo lo necesario para lograr la recuperación completa de los cóndores que se rescatan -actualmente son llevados a Buenos Aires y después regresan a Mendoza en donde, de ser posible, son liberados- y espacios de recreación para que mendocinos y turistas se encuentren con un parque en el que puedan aprender sobre la naturaleza, el cuidado del agua y la flora nativa.

Actualmente hay más de 2.000 animales y persisten los problemas por la sobrepoblación, tales como las peleas, particularmente entre los machos, por el espacio, y aunque se trabaja en mejorar recintos y en crear nuevos espacios para los animales, Caram reconoció que la burocracia propia del Estado ha hecho que se avance mucho más lento de lo que hubiera querido.

¿En qué se trabaja y cómo?

El Ecoparque cuenta con un presupuesto anual de 80 millones de pesos, de los cuales 30 millones se destinan a obras y el resto a funcionar. "Pero solo para el pliego eléctrico -quieren modernizar el sistema- vamos a invertir 17 millones de pesos", explicó la directora.

Por otro lado, y a cargo del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, están construyendo un nuevo recinto para los osos (con una inversión superior a los $4 millones de pesos), que servirá para albergar a los osos pardos que no puedan ser relocalizados en los santuarios disponibles (Estados Unidos o Inglaterra). Se espera que una vez que no haya más osos en la provincia, este sea un lugar de esparcimiento para los visitantes.

En tanto, el recinto del Oso Arturo está siendo reacondicionado para albergar a los osos pardos, que a diferencia de los polares, pueden trepar, y se necesita todo un enrejado que garantice la seguridad del animal y de las personas.

Para salvar los conflictos que presenta trabajar con un presupuesto reducido, Caram explicó que han realizado convenidos con la Universidad Nacional de Cuyo y entes autárquicos como el Iscamen. De esta manera pudieron relevar toda la arboleda del parque, evaluar las plagas que existen y encontrar métodos no invasivos, sin agrotóxicos, para combatirlas.

De la misma forma, se ha diseñado un sistema para limpiar el lago, que consiste en la introducción de plantas autóctonas que ayudarán a filtrar y a oxigenar el agua.

Entre los planes del Ecoparque también se incluye un predio destinado a los pueblos originarios. "Ellos saben como nadie sobre la flora y la fauna nativa, e incluso conocen las propiedades medicinales de las plantas", explicó Caram y contó que es un saber que esperan que pueda transmitirse a todos los visitantes.

Además de la flora y la fauna, el ex Zoo exige una nueva distribución, planean marcar zonas de tránsito intenso y otras de menor tránsito, pensando en el bienestar de los animales, pero también en que en aquellas en donde haya mayor cantidad de gente (como al inicio del recorrido), se encuentren los juegos y los predios para comer y descansar, y no al final como ocurre actualmente.

En ese replanteo entra el espacio de juegos, que seguirá estando, pero modernizado y con mayores medidas de seguridad.

Finalmente, la pileta ubicada en la cima del cerro y con capacidad suficiente para contener el agua (alrededor de un millón de litros de agua) necesaria para abastercer los hidrantes, controlar el riego de todo el parque y funcionar como anti-incendios para la zona, se fue desgastando por el tiempo y la falta de mantenimiento. Hoy permanece vacía y en reparación.

Caram insistió en que se ha hecho mucho más trabajo que el que luce en estos dos años en los que el zoológico se mantuvo cerrado y se encamina a convertirse en el prometido Ecoparque, pero reconoció que falta mucho por hacer.

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