9 de octubre de 2025 - 21:55

La increíble historia de Logan: lo atropelló un tren, sufrió graves heridas, pero se negó a morir

Rescatado al borde de la muerte en una estación de Buenos Aires, Logan perdió gran parte de su mandíbula y sufrió graves heridas. Hoy tiene una nueva oportunidad y un espacio especial donde puede vivir tranquilo.

En una noche helada del mes de mayo, se emitió una alerta que encendió todas las alarmas del equipo de rescate. Un perro había sido atropellado por un tren en la estación de Mariano Acosta, ubicada en el partido de Merlo, Buenos Aires.

“No sabíamos con qué nos íbamos a encontrar hasta que llegamos al lugar y vimos un perro herido, que había perdido una gran cantidad de sangre y que estaba inconsciente por el impacto”, recuerda emocionado Ezequiel Monserrat, del refugio Hogar Orejas.

A pesar de su gran tamaño, no fue complicado levantar al animal: estaba completamente inmóvil, al borde de la muerte. Con rapidez, Owen, compañero de Ezequiel en el refugio, lo alzó con cuidado y lo colocó sobre unas mantas en el asiento trasero del auto. Sabían que no podían perder un segundo, así que partieron de inmediato rumbo a una clínica veterinaria.

Logan, el perro que volvió a vivir tras ser atropellado por un tren

“El primer diagnóstico fue terrible, sus parámetros eran muy malos. Los veterinarios no le daban probabilidades de que saliera adelante. Había perdido la mandíbula inferior casi en su totalidad y, debido al golpe, también tenía las caderas dislocadas”, contó Ezequiel.

El perro mestizo, con rasgos de ovejero alemán, fue bautizado como Logan. Pasó sus primeras dos semanas internado en la clínica veterinaria Morón, donde fue recibido tras el accidente. Una vez que logró estabilizarse, fue sometido a su primera cirugía para reconstruir su mandíbula.

Después de superar esa fase crítica, Logan fue trasladado al refugio que la Asociación Civil Hogar Orejas tiene en Merlo. La intención era que allí comenzara su recuperación, pero pronto necesitó una nueva intervención quirúrgica en su mandíbula, esta vez en una veterinaria de San Miguel, donde volvió a ser internado por otras dos semanas.

Recuperación y nueva vida

Su recuperación fue lenta y complicada. Le habían colocado alambres en la zona afectada, los cuales a menudo se le enganchaban, generándole dolor y nuevas lesiones. La cicatrización fue prolongada, especialmente por tratarse de un área húmeda como la boca. Sin embargo, en cuanto a su cadera, logró una rehabilitación completa y con el tiempo recuperó la movilidad.

Logan, el perro que volvió a vivir tras ser atropellado por un tren

Hoy, a dos años de aquel trágico episodio, Logan disfruta de una nueva vida. “Le quedaron secuelas neurológicas permanentes debido al golpe en su cabeza, por lo que sufre convulsiones de vez en cuando. Toma medicación también de forma permanente para controlar este cuadro. Es un perrito calmo y un poco asustadizo. Cuando hay mucho ruido y mucho movimiento se pone nervioso y eso lo altera un poco”, explica Ezequiel.

Para brindarle mayor comodidad y seguridad, en el refugio construyeron especialmente para él un espacio que con cariño llaman “La casita de Logan”. Es un ambiente cerrado, con piso de cerámica, aire acondicionado y acceso al jardín. “En este lugar, está más resguardado y protegido del resto de perros sobre todo cuando todos se ponen a ladrar y hacen mucho lío. También para que tenga un lugar fresco para descansar en la época de mucho calor”.

Logan actualmente está en adopción. Hasta ahora, sólo tuvo una experiencia de tránsito en la Ciudad de Buenos Aires, que duró tres meses. Durante ese tiempo, logró grandes avances: comenzó a confiar en la persona que lo cuidaba, disfrutaba de sus paseos diarios y se relacionaba con otros perros.

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