En un video viral, la azafata @barbiebac advirtió a los viajeros sobre los peores lugares para sentarse durante un vuelo. Según su experiencia, hay ciertos asientos que pueden transformar un trayecto tranquilo en una auténtica pesadilla por el ruido, la incomodidad y la falta de descanso en un avión.
Elegir el asiento adecuado al viajar en avión puede marcar una gran diferencia entre un vuelo placentero y una experiencia para el olvido. Por ese motivo, la reconocida azafata y creadora de contenido @barbiebac, con más de 2,75 millones de suscriptores en su canal de YouTube, publicó un video en el que detalla cuáles son los asientos que ningún pasajero debería seleccionar si desea tener un viaje cómodo.
"Los peores asientos" del avión
La tripulante de vuelo explicó que, de todos los lugares posibles, los peores se encuentran en la última fila del avión. Allí, los pasajeros sufren el constante movimiento de personas que se dirigen al baño, además de soportar olores desagradables y el ruido que proviene del área de servicio donde las azafatas preparan el catering y conversan durante el vuelo. A esto se suma un detalle importante: en muchos aviones los asientos de esa zona no se reclinan, lo que convierte el trayecto en una verdadera tortura.
Pero los últimos asientos no son los únicos problemáticos. La azafata también desaconseja los asientos de pasillo. Aunque parecen prácticos para levantarse con facilidad o estirar las piernas, resultan incómodos para quienes buscan dormir. Las personas que pasan por el pasillo suelen golpear a quien está sentado, incluso los carritos de comida manejados por la tripulación. Además, estos asientos no permiten apoyar la cabeza con comodidad.
En su video, que ya superó las 78.000 reproducciones, la profesional recomienda a los pasajeros altos optar por la primera fila o las salidas de emergencia, ya que ofrecen mayor espacio para las piernas. No obstante, advierte que estos lugares implican ciertas responsabilidades. Finalmente, recordó que los asientos del medio también deberían evitarse, pues combinan lo peor de ambos lados: poca movilidad y nula privacidad.