8 de diciembre de 2017 - 00:00

Violentos enfrentamientos en los territorios palestinos

Fuerzas hebreas chocaron con manifestantes en Cisjordania ocupada, Gaza y otras ciudades. Hubo huelga y marchas en Ramalá.

Ramalá, Territorios Palestinos. Manifestantes palestinos desataron su cólera ayer contra la policía israelí en Cisjordania y Gaza, tras el reconocimiento por parte de Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel, al tiempo que el movimiento islamista Hamas pedía una nueva Intifada.

Más de 20 palestinos resultaron heridos en los choques por balas de goma o balas de plomo en disturbios en Cisjordania ocupada y en la Franja de Gaza, según los servicios de emergencia palestinos.

Soldados israelíes y manifestantes palestinos chocaron con virulencia en Hebrón, en el sur de Cisjordania, donde algunos colonos judíos viven bajo alta protección entre decenas de miles de palestinos, indicó un periodista de esta agencia.

En Belén, Qalqilya y Yenín, en las afueras de Ramalá, también hubo enfrentamientos esporádicos.

Los dirigentes palestinos reivindican Jerusalén Este, ocupado y luego anexado por Israel en 1967, como la capital del estado al que aspiran. Pero Israel considera que todo Jerusalén, tanto el este como el oeste, es su capital “eterna e indivisible”.

Sin reconocimiento global

Hasta ahora la comunidad internacional no ha querido reconocer a Jerusalén como capital, una cuestión muy delicada y clave en el proceso de paz.

En Jerusalén Este, la parte palestina de la ciudad, considerada como ocupada por la comunidad internacional, las tiendas y las escuelas permanecieron cerradas por la huelga convocada por grupos palestinos.

También se produjeron manifestaciones durante la jornada en Ramalá, la capital política palestina, en Belén, también situada en la Cisjordania ocupada, y en varias localidades de la Franja de Gaza, un territorio palestino sometido al riguroso bloqueo israelí.

Hubo asimismo concentraciones en Jordania y Túnez, con la asistencia de miles de participantes, que quemaron fotos de Trump o la bandera estadounidense.

El movimiento Hamas, que gobierna Gaza, pidió un nuevo levantamiento popular y, a última hora de la tarde, al menos dos cohetes fueron lanzados desde el enclave hacia Israel, aunque explotaron en la Franja, según el ejército israelí. Israel anunció el despliegue de refuerzos militares en Cisjordania.

A pesar de las advertencias de muchos de sus socios, el presidente estadounidense Donald Trump rompió el miércoles con la política de sus predecesores y anunció el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, ordenando el traslado a esta ciudad de la embajada estadounidense, que ahora está en Tel Aviv, una decisión que podría tener consecuencias imprevisibles.

Analistas y observadores temen que la decisión de Trump abra un nuevo conflicto por el estatus de esta ciudad, donde hay lugares santos judíos, cristianos y musulmanes.

La responsable de la diplomacia europea, Federica Mogherini, lamentó la vuelta a “tiempos todavía más oscuros que los que hoy vivimos” mientras el presidente ruso se mostró “muy preocupado”.

La decisión pondrá a la región “en un círculo de fuego”, advirtió el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que mantuvo una conversación telefónica con el papa Francisco para abordar la situación en Oriente Medio.

Incluso Arabia Saudita, aliada de Estados Unidos, criticó un acto “irresponsable”.

El reconocimiento de Jerusalén ha provocado la cólera de los líderes de la Autoridad Palestina, la entidad reconocida internacionalmente como prefiguración de un futuro estado palestino independiente.

Argentina apoya los dos Estados

El Gobierno argentino recordó, en un comunicado oficial, “su posición en favor de una solución de dos Estados conviviendo pacíficamente, en forma respetuosa, reconociendo las fronteras de 1967 y el estatus especial de Jerusalén de acuerdo a sucesivas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas”.

El texto difundido por la Cancillería remarca que la Argentina “reconoce el derecho del Estado de Israel a vivir en paz junto a sus vecinos, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, así como el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado libre, independiente y viable en base a las fronteras de 1967”.

Actores clave

Preocupación de Putin y Erdogan por la delicada situación

Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que se mostraron muy preocupados por la decisión de su colega de EEUU, Donald Trump, de reconocer Jerusalén como capital de Israel y de trasladar la embajada estadounidense a esa ciudad.

“Ambas partes expresaron su honda preocupación por la decisión de EEUU de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y sus planes de trasladar la embajada desde Tel Aviv a esa ciudad”, informó el Kremlin en un comunicado.

Putin y Erdogan opinan que “dichos pasos pueden anular las perspectivas de un proceso de paz en Oriente Medio”, se indica en la nota.

El presidente ruso conversó el martes por teléfono con su colega palestino, Mahmud Abbas, al que expresó su respaldo. Agencias

Análisis: "Una carrera llena de trampas" (por Franck Iovene de la Agencia AFP, especial para Los Andes)

Protestas de Israel por la denominación “Jerusalén Oeste”, indignación palestina tras la retirada de la mencionada denominación... La organización de la salida del Giro de Italia desde Jerusalén se ha convertido en una carrera de obstáculos antes incluso de la primera pedaleada, prevista para el 4 de mayo.

El asunto toma además una nueva dimensión tras la decisión el miércoles del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

El Giro en Tierra Santa parecía presentarse con los mejores augurios cuando, el 18 de setiembre, el director de la prueba Mauro Vegni anunció que Israel acogería las tres primeras etapas de la 101ª edición de la prestigiosa prueba ciclista.

Tres etapas estudiadas con cuidado, en estrecha colaboración con los ministerios de Deportes y de Turismo israelíes, que deben llevar al pelotón de Jerusalén a Eilat, a orillas del mar Rojo, pasando por Haifa al norte y Tel Aviv.

Con el fin de no ofender las sensibilidades políticas, el recorrido evitó escrupulosamente los territorios palestinos ocupados por Israel en Cisjordania y en Jerusalén Este.

Calificado como un golpe mediático y deportivo por los observadores -el Giro es la primera gran vuelta ciclista que sale de Europa-, la salida era también un homenaje a Gino Bartali, triple ganador de la prueba (1936, 1937 y 1946), reconocido en 2013 como 'Justo entre las Naciones' a título póstumo por Yad Vashem, el Memorial del Holocausto en Jerusalén, por haber salvado a judíos durante la Segunda Guerra Mundial.

“Es un gran privilegio el poder acoger de nuevo un evento deportivo tan importante. Invitamos a todos los apasionados del Giro a venir a visitarnos a Israel”, se felicitó en setiembre la ministra de Deportes Miri Regev.

“Es una prueba espectacular que mostrará los paisajes espectaculares de Israel a millones de telespectadores en cerca de 200 países”, añadió el responsable de Turismo Yariv Levin.

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