El avance de la inteligencia artificial dejó de ser una promesa de laboratorio para convertirse en un hecho cotidiano. Ya no se trata de imaginar un futuro donde las máquinas trabajen con nosotros: ese futuro llegó. Y con él, una pregunta urgente para empresas, universidades y gobiernos: ¿cómo se reconfigura el mundo laboral cuando los algoritmos comienzan a hacer (y en muchos casos mejor) el trabajo de las personas?
Un reciente informe de Open AI, la compañía creadora de ChatGPT, identificó 44 profesiones en riesgo de automatización en Estados Unidos. El estudio, publicado el 6 de octubre de 2025, analizó el desempeño de sistemas de inteligencia artificial frente a trabajadores humanos en nueve sectores económicos y reveló resultados que encendieron las alarmas: en áreas como comercio minorista, redacción, desarrollo de software o atención al cliente, la IA ya supera a los humanos en eficiencia y precisión.
Entre los casos más destacados, la IA logró un 81% de efectividad en tareas de empleados de mostrador, un 79% en gerentes de ventas, un 76% en logística e inventario, y un 75% en edición de textos. También mostró un desempeño del 70% frente a desarrolladores de software y detectives privados, del 65% frente a gerentes de servicios médicos, y del 59% frente a representantes de atención al cliente.
Incluso profesiones que exigen alto nivel de criterio y formación, como abogados (46%), asesores financieros (64%) o periodistas (53%), figuran en el listado de riesgo.
Según los investigadores, los modelos más avanzados —como Claude Opus 4.1 y GPT5-high— se acercan aceleradamente al nivel de desempeño de los profesionales humanos. Aunque OpenAI aclara que su objetivo no es anunciar despidos masivos, el dato es contundente: muchas de las tareas de base que históricamente funcionaban como puerta de entrada al mercado laboral están siendo absorbidas por la automatización.
La IA y los primeros pasos en el mundo laboral
Si esto es complejo en el perfil profesional de profesiones ya consolidadas, sin dudas genera mucha incertidumbre para los más jóvenes o trabajadores que cumplen un rol junior en tiempos donde la IA puede reemplazar la mayoría de las tareas de inicio en muchas profesiones, sobre todo las vinculadas a la industria del conocimiento y este es, al menos, un debate latente.
Sin juniors no habrá empresas
En respuesta a eso la periodista Martina Rua viene a traer un mensaje que resulta esperanzador para entender este asunto: “Sin juniors no habrá empresas.”
Rua, retoma una advertencia que también sostienen investigadoras de Harvard, como Amy C. Edmondson, especialista en liderazgo organizacional. Según sus estudios, eliminar los puestos de entrada es un error estratégico que empobrece la capacidad de innovación y aprendizaje de las organizaciones.
Un informe de Stanford University confirmó que el empleo para trabajadores en etapas iniciales cayó drásticamente en los campos más expuestos a la IA. Pero más allá de la pérdida de oportunidades, Edmondson identifica un riesgo más profundo: el deterioro del tejido formativo de las organizaciones.
“En el afán por recortar costos y automatizar procesos, muchas empresas están cometiendo un error estratégico”, advierte Edmondson. “Estos roles cumplen una función irremplazable: son la cantera de futuros líderes, el semillero de innovación y la energía que impulsa la cultura de las organizaciones.”
Sin dudas este tiempo nos obliga a replantearnos lo que creíamos estable. La tecnología y la innovación transforman oficios y rutinas, pero también nos invitan a reflexionar: ¿qué tipo de profesionales queremos ser? ¿Qué empresas queremos construir en un mundo que no deja de cambiar?