Un grupo de mujeres emprendedoras venderá helados en sus casas

Forman parte de un programa de “Heladerías solidarias”, impulsado por la Municipalidad de Capital y una famosa marca de helados.

Un grupo de mujeres emprendedoras venderá helados en sus casas
Vanesa Diaz, inaugurara una heladería social en el Barrio San Martin. La cadena de Helados Grido, aporto el freezer, mercadería y cartelería helado, crisis, economía / Orlando Pelichotti

“Si fuera por mí, abro hoy mismo” cuenta Vanesa Díaz (36), quien se conviritió en una de las primeras mujeres que tendrán una “heladería social”, parte de un programa impulsado por la Municipalidad de Ciudad y de una cadena de helados.

“Cuando me llamaron para avisarme que tenía la posibilidad de empezar este proyecto, inmediatamente le dije que sí. Me nombraron a Grido, que es una marca conocida, y como en el barrio no hay, me pareció una muy buena propuesta”, dijo la mujer que vive en el barrio Jardín Central, de Ciudad.

Para sumar a la economía familiar

“Heladerías sociales” está orientado a desarrollar vocaciones y capacitar a amas de casa, deseosas de tener emprendimientos propios para colaborar en el mantenimiento cotidiano de las necesidades económicas de su grupo familiar.

Con este proyecto, desde la Municipalidad se busca crear impacto social positivo, generar empleo y oportunidades en sectores sociales vulnerables. El programa está dirigido a mujeres de la Ciudad de Mendoza, lo que les permitirá la generación de autoempleo, posibilitando su independencia económica y disponiendo espacios de sus viviendas para el punto de venta.

El acuerdo cooperará para desarrollar este modelo de negocio inclusivo, a través de pequeños emprendimientos de mini heladerías sociales. Además, se las acompaña en la gestión de las habilitaciones municipales de las heladerías.

Esta propuesta de mini emprendimientos, inicialmente, tiene un año de duración, periodo que luego podrá renovarse.

Vanesa asegura que esta nueva actividad le va a permitir contribuir con la economía de su familia, compuesta por su marido José –que es encargado de un edificio-, y sus dos hijas: Luna (17) y Sol (14). “Apenas me llegaron los elementos de la heladería colgamos el cartel para que los vecinos fueran sabiendo. Todavía no tengo el nombre del local”, dijo, alegre, la mujer. Y agregó que, si bien no estará ambientado con los colores de la heladería comercial, sí estará identificado como parte del proyecto municipal.

“Apenas vieron el cartel, los vecinos vinieron a preguntar. Hasta traían sus billetitos para comprar helado. Me parece que voy a tener que poner un cartel que diga ‘próximamente’, para que sepan que todavía no abrimos”, agregó Vanesa con una sonrisa.

Medio centenar de candidatas

Según se informó desde la Municipalidad, fueron casi medio centenar de mujeres las que se presentaron para participar de este proyecto, aunque desde el Área de Empleo y Economía Social se preseleccionó a las 12 postulantes cuyos perfiles se ajustan a las especificaciones del proyecto.

Entre los distintos requisitos y procesos para participar figuraban las ganas de emprender y aprender, así como el uso de WhatsApp y redes sociales para promocionarse a través de la tecnología.

Una vez elegidas las personas seleccionadas, reciben un freezer y el capital de trabajo con carga inicial de helado, pintura y cartelería. Por otro lado, la devolución del monto de la inversión se realiza en cuotas sin interés, de manera semanal, durante 12 meses. Además, entre la empresa y la emprendedora se establece un contrato de franquicia y se firma un compromiso de pago.

“Me entregaron un kit inicial que incluye un freezer, helados e insumos como cucuruchos, servilletas o cucharitas. Eso lo pago en cuotas sin interés. Ahora justo estoy por ir a buscar los helados”, señaló Vanesa. En cuanto a los precios de los helados, dijo que les dan precios sugeridos para que puedan adaptarse a ellos.

Una emprendedora

Vanesa no sólo será la dueña de la heladería barrial. Durante este año también se dedicó a vender agendas a través de su perfil de Instagram @solylunadisenos, lo que según ella le “salvó” el año. “Y tuve un proyecto de huerta en casa, del cual me enamoré. Y no es que saqué todo para comer, pero pude ver cómo iba creciendo todo y me enamoré”, dijo.

Respecto a sus ganas de emprender, indicó que en parte se lo debe a su padre, Roberto, quien siempre tomó la iniciativa para generar ingresos. En ese sentido, y si bien ella no sabía nada de ser “heladera”, eligió este camino para crecer. “Yo no sabía nada, pero mi padrino Martín me fue guiando, al igual que el resto de los chicos de Grido. Sé que será un camino difícil. Pero voy a seguir aprendiendo”, finalizó.

Crecimiento e inclusión

El intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suárez, firmó a principios de octubre un convenio de cooperación con Grido con la voluntad recíproca de avanzar en las actividades de inclusión social del programa “Heladerías sociales”. La reunión fue virtual y participó desde Córdoba el Director Comercial de la empresa Helacor, Oscar Lucas Santiago.

Al respecto, Suárez expresó: “Este programa está en sintonía con la Ciudad que planteamos, encaja perfecto con el modelo de Ciudad para el que estamos trabajando. Una gestión municipal con tres ejes: el desarrollo económico, la inclusión social y el cuidado del ambiente. Las desigualdades en las ciudades se notan mucho, en las zonas vulnerables los vecinos necesitan herramientas, oportunidades, y este programa da respuesta a esa necesidad: crecimiento con oportunidades y con inclusión. Nuestro objetivo y deseo es que el programa tenga el impacto que buscamos”.

Acompañaron desde Córdoba Eduardo Gutiérrez, Federico Mateo, Francisco Achaval y Diego Llepeue del equipo comercial Vía Bana, Martín Moyano (uno de los franquiciados y Padrino de Grido), junto con Lorenzo Nieva, Flavia Romano y Fernanda Japaz, del equipo del municipio capitalino.

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