El Andino Club Tunuyán ya comenzó con los entrenamientos para la 30ª edición del Cruce de los Andes por el paso Portillo–Piuquenes. La fecha elegida para la salida es a fines de enero de 2026. Esta fecha también tiene un valor agregado: coincide con los 203 años del regreso del General José de San Martín a la patria.
“Volver a la montaña es volver a las raíces de nuestra historia. Cruzar los Andes es también un acto de libertad y de unión entre pueblos”, dice Rubén Romero, presidente del club. Desde 1994, la expedición se mantiene viva. Año tras año, la tradición sigue uniendo a mendocinos, argentinos y chilenos en una misma cordillera.
Cruce de los Andes
La expedición N°30 del Andino Club será del 25 al 31 de enero de 2026.
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Prepararse para ir tras los pasos de San Martín
Desde septiembre, los integrantes del club y vecinos que se fueron enterando por los grupos de WhatsApp comenzaron el plan de entrenamientos progresivos. Son salidas estilo excursión, en fechas determinadas, que buscan garantizar la aclimatación, la evaluación física y la formación en montaña. La idea es que todo el grupo avance en altura a medida que entrena.
Los entrenamientos se realizan en la Reserva del Manzano Histórico, un escenario natural que reúne los picos de ascenso en escala y el ecosistema que los expedicionarios encontrarán cuando sea el momento del cruce. “Empezamos con cerros de baja altura, como el San Pedro, y cada encuentro nos lleva un poco más arriba. El último entrenamiento es el Portillo Argentino, a 4.380 metros, que marca el punto máximo de exigencia antes del cruce”, detalla Romero.
cruce de los andes
En el salón del Club, equipo de expedicionarios 2025.
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Las prácticas no están pensadas solo para quienes harán la expedición principal, sino también para los que quieren sumarse a las salidas de trekking que organiza el club. “Muchos vienen solo para caminar y disfrutar la montaña. Es una forma de abrir este espacio a toda la comunidad”, suma Rubén.
La planificación incluye además recomendaciones sobre equipamiento, seguridad, alimentación y respeto ambiental, para que la experiencia sea completa y responsable.
Seis días, dos países y una cordillera
La expedición será del 25 al 31 de enero de 2026. El grupo sale desde la sede del club, centro de Tunuyán, hacia al Manzano Histórico. Del lado argentino, ya en Portinari se realiza los tramites de aduana en Gendarmería, el primer campamento será en Yaretas, a 3.500 metros sobre el nivel del mar.
El segundo día implicará el ascenso al Portillo Argentino, a 4.300 metros, donde los caminantes podrán observar la inmensidad hecha montaña, cielo y nieve. Desde allí, descenderán hacia el Refugio Real de la Cruz, a orillas del naciente río Tunuyán, donde pasarán dos noches. “El Real de la Cruz es el corazón del cruce. Ahí descansamos, compartimos un asado y se forma el grupo. Muchos llegan sin conocerse y se van siendo amigos”, cuenta Romero.
Cruce de los Andes
Expedicionarios del Cruce de los Andes en enero de este año.
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La travesía continúa hacia el Paso de las Ovejas y luego al Paso Internacional Piuquenes, a 4.040 metros. “El momento en que llegamos al hito fronterizo es indescriptible. Mirás hacia atrás y entendés que cruzaste toda la cordillera caminando”, agrega Rubén. Ya en territorio chileno, los expedicionarios descienden hacia la comuna de San José de Maipo, donde son recibidos con un almuerzo de bienvenida. Desde allí, continúan hacia San Gabriel, para descansar antes del regreso a Mendoza por el Cristo Redentor.
Con perspectiva turística desde hace 30 años
Pioneros en una travesía que desafiaba la altura, el clima y la huella inexistente, los integrantes del Andino Club Tunuyán iniciaron en 1994 el Cruce de los Andes por Portillo–Piuquenes con una mirada turística y deportiva. “Los primeros siete cruces se hicieron en bicicleta. La idea era demostrar que se podía unir ambos países por ese paso y fomentar el turismo de montaña”, recuerda Romero. Con el tiempo, el desafío se transformó en una travesía a pie y a caballo, donde cada participante lleva su propio ritmo y su propia historia.
El club trabaja junto a las autoridades chilenas para coordinar la logística, el traslado de equipamiento y la asistencia médica del grupo. “El objetivo es siempre el mismo: fomentar el turismo responsable y enseñar a cuidar la montaña. Queremos que todos puedan disfrutarla, pero con respeto y conciencia del valor que tiene”, dice a modo de concluir el presidente del Andino Club Tunuyán.