El verano ya se vive a pleno en Mendoza, especialmente por las altas temperaturas. Según información del Servicio Meteorológico, este sábado y domingo el calor será agobiante en toda la provincia y padeceremos la primera gran ola de calor del año.
Según el pronóstico, este sábado el día estará muy caluroso, con nubosidad variable y tormentas aisladas. Además habrá vientos moderados del noreste. Para el sur provincial rige una alerta amarilla por tormentas fuertes y no se descarta la caída de granizo en la zona. La máxima será de 38ºC y la mínima de 24ºC.
Calor y alerta amarilla por tormenta este sábado 4 de enero en Mendoza, según el SMN.
Para el domingo la situación no cambiará mucho. Se espera que sea una jornada muy calurosa con nubosidad variable e inestable hacia la noche con vientos leves del noreste. La buena noticia es que no hay alerta por tormentas. La máxima pronosticada también es de 38ºC y la mínima de 24ºC.
En el inicio de la semana el calor no dará tregua en Mendoza. Para el lunes se anticipa un día muy caluroso con nubosidad variable y tormentas aisladas con vientos moderados del noreste. Se espera una máxima de 37ºC y una mínima: 25ºC.
Cómo evitar el golpe de calor
El riesgo del calor, a medida que aumentan las temperaturas, es mayor. Por eso es importante identificar a las personas más vulnerables, que son los mayores de 65 años, los niños pequeños, en especial los menores que todavía no tienen la capacidad de demandar líquido y quienes padecen patologías crónicas, como diabetes, hipertensión y enfermedades cardíacas o respiratorias, entre otras.
Con algunas medidas sencillas como beber abundante agua durante todo el día, evitar el ejercicio físico al aire libre en horas de sol intenso y permanecer en lugares frescos, se puede prevenir elgolpe de calor, la deshidratación o los trastornos gastrointestinales, entre otros problemas; especialmente en los grupos que presentan mayor riesgo, como bebés y niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
Recomendaciones
Tomar mucha agua durante todo el día.
Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras, que hayan sido previamente lavados con agua segura.
Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy dulces y las infusiones calientes.
Usar ropa suelta, de materiales livianos y colores claros.
No realizar ejercicio físico o limitar la actividad o desarrollarla con moderación, y beber mucha agua para mantenerse bien hidratado.
Protegerse del sol poniéndose un sombrero.
Para lactantes y niños pequeños
Darles el pecho a los lactantes con más frecuencia.
Hacerlos beber agua fresca y segura.
Trasladarlos a lugares frescos y ventilados.
Ducharlos o mojarles el cuerpo con agua fresca.
En el caso de los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas:
Tomar abundante líquido, en especial agua, al menos 2 litros diarios y con frecuencia, aunque no sienta sed.
Evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día.
Cubrirse la cabeza con un sombrero o gorra y vestirse con ropa ligera, de colores claros.
Usar anteojos para protegerse del sol.
En caso de tener que salir a la calle, caminar en lo posible por la sombra.
En lo posible, darse un baño diario, preferentemente en forma de ducha o bien refrescarse con paños húmedos.
Es importante una buena nutrición: aumentar el consumo de frutas y verduras frescas (por lo menos cinco entre ambas por día).
Comer las cuatro comidas, no saltearse ninguna.
Evitar el alcohol, las bebidas con cafeína y las comidas calientes.
Dentro de la casa, quedarse en la sala más fresca.
En caso de no sentirse bien por el calor, pedir ayuda. Y si además aparecen síntomas como dolor de cabeza, dolor abdominal, náuseas, vómitos o mareos, consultar con urgencia al médico.
En caso de vivir solo, tratar de mantenerse en contacto con alguien cercano.
Cuidados frente a la exposición solar
Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 17.
Protegerse en lugares a la sombra.
Cubrirse con ropas, sombreros y anteojos de sol.
Los colores oscuros y las telas de trama cerrada impiden mayor paso de rayos UV, pero suelen ser calurosas. En verano se recomienda el uso decolores claros y prendas holgadas.
Utilizar protector solar de más de 30 FPS (Factor de Protección Solar).
Proteger especialmente a los niños del sol. Los bebés menores de 1 año deben evitar completamente la exposición. Los niños mayores de un año, deben recibir mucha atención ya que realizan numerosas actividades al aire libre y tienen la piel más sensible que los adultos.