Pobreza e indigencia en alza: 4,7 millones de personas sufren hambre

Los datos surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, que cubre 31 aglomerados urbanos en los que viven 28,5 millones de personas.

En la Argentina hubo 19.058.240 personas en la pobreza en el segundo semestre del año pasado, de las cuales 4.764.560 son indigentes / Foto: Ignacio Blanco
En la Argentina hubo 19.058.240 personas en la pobreza en el segundo semestre del año pasado, de las cuales 4.764.560 son indigentes / Foto: Ignacio Blanco

El 2020 de pandemia no dejó los números de la mega crisis de 2001/2002, pero para millones de argentinos fue el peor año de sus vidas. Lo confirmó ayer el Indec: la pobreza subió al 42% de la población y la indigencia avanzó hasta afectar al al 10,5% de las personas. Números escalofriantes de un país en el que su entramado social se resquebraja.

Los datos surgen de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del organismo, que cubre 31 aglomerados urbanos en los que viven 28,5 millones de personas. Según ese sondeo, la pobreza afectó a 12 millones de personas y la indigencia (el hambre), a 3 millones.

Pero si se consideran los porcentajes sobre la proyección de población total del Indec para el 2020 (que alcanzó las 45.376.763 personas), en la Argentina hubo 19.058.240 personas en la pobreza en el segundo semestre del año pasado, de las cuales 4.764.560 son indigentes.

Los datos confirmados por el Indec son de un año que terminó con una caída del 9,9% del Producto Interno Bruto; una tasa de desocupación en 11% (máximo nivel en quince años) y desmejora en todos los indicadores socioeconómicos; con una inflación en el 36,1%.

El Indec señaló que en la comparación interanual se expandieron los dos indicadores relevados: los hogares pobres crecieron 5,7 puntos porcentuales, hasta llegar al 31,6%; y las personas bajo la línea de pobreza se incrementaron en 6,5 puntos, al 42%.

Considerando la población total de 2019 y 2020, se podría concluir que en el año de la pandemia cayeron en la pobreza 3.104.998. Y si la observación se hace sobre los tres años consecutivos de recesión, se concluye que la Argentina aumentó el indicador de pobreza en trece puntos porcentuales, lo que equivale a 7.738.724 personas.

Las culpas

Al promediar la tarde, el Gobierno recogió el guante y sacó a los ministros de Desarrollo Social, Daniel Arroyo; y de Educación, Nicolás Trotta, a dar explicaciones. Ambos admitieron el impacto de la pandemia y el proceso de aislamiento. Pero retrucaron con que el Estado incrementó el gasto público para auxiliar a las familias. Y destacaron que el país entró a la era del Covid-19 ya en una profunda recesión y con la pobreza en franco aumento.

“La situación es crítica. Es un contexto muy difícil y crítico”, lamentó Arroyo. Y señaló: “Tenemos un 30 por ciento de pobreza estructural. Cuando la economía tiene dificultades como se ha dado en los cuatro años anteriores, como se está dando en el marco de la pandemia, tenemos estas cifras de pobreza”.

La mayoría de los opositores guardó silencio, pero para quienes hablaron la desmejora en los indicadores es responsabilidad exclusiva del gobierno de Alberto Fernández. “El mal manejo del Gobierno de la pandemia dio resultados calamitosos”, opinó Mario Negri, presidente del interbloque de diputados de Juntos por el Cambio.

Brechas

El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $29.567, mientras el costo de la Canasta Básica Total (CBT) promedio alcanzó los 50.854 pesos. Esto indica que para que esos hogares salgan de la situación necesitan incrementar sus ingresos en al menos 41,9%, una situación incomprobable para un año como el 2021, en el que la crisis continuará a pesar del rebote de la actividad económica.

Similar es el caso entre las personas que sufren hambre. Los valores expuestos significan que, en promedio, los hogares indigentes tienen una distancia de $8.708 entre sus ingresos y el valor de la Línea de la Indigencia. En términos porcentuales, esto implica que sus ingresos en promedio se encuentran 40,4% por debajo de lo que necesitan para ser considerados pobres.

El segmento etario más golpeado por la pobreza es el de las personas de cero a catorce años, dado que el 57,7% no llega a tener sus necesidades básicas satisfechas. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años fue de 49,2%. Y en la franja de 30 a 64 años fue de 37,2%. En la población de 65 años y más hubo un leve aumento, ubicándose en 11,9% la pobreza.

El Gran Resistencia es la zona del país con más pobres respecto de su población, con una tasa del 53,6%. Le sigue el Gran Buenos Aires (GBA), donde la pobreza alcanzó al 51% de la población y la indigencia registró el nivel más alto en toda la Argentina, con un 15,2%. Fue el quinto semestre consecutivo que el conurbano tiene el peor indicador del país. Las regiones con indicadores menos malos son la Pampeana y la Patagonia.

Según los economistas Nadin Argañaraz y Néstor Grión, el Gran Buenos Aires concentra el 53,9% de la población relevada por la EPH y explican el 72,3% del aumento de la pobreza en la población relevada.

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