Contar con alguien que curse en los últimos años de la misma escuela y que esté presto a escuchar, contener e incluso, si hace falta, ayudar al compañero más chico ante un problema de acoso o de abuso adentro o fuera del colegio parece alentador. Es una buena foto.
Con esa foto y con la convicción de que el cuidado entre pares será más efectivo que la mera intervención de los adultos es que la Dirección General de Escuelas implementará en el transcurso de este mes el programa “Padrinazgo emocional” en escuelas primarias y secundarias de Mendoza.
La causa para lanzar este programa es bien clara: cada vez hay más chicos que están atravesados por la violencia en todas sus formas, tanto en la escuela como en sus hogares. Y con este nuevo intento, la DGE busca detectarla a tiempo y, en el mejor de los casos, prevenirla.
El objetivo es que los estudiantes más grandes de cada nivel escolar acompañen y contengan a los compañeros de escuela que cursan en grados inferiores, asumiendo roles como tutores, padrinos, madrinas o líderes emocionales dentro de la misma institución.
“Los alumnos más grandes siempre suelen ser un referente de los más chicos en las escuelas y tenerlos de aliados, como líderes emocionales y hasta promotores de la salud mental es la razón por la que creemos que el programa tendrá un impacto positivo. Es una buena forma de que se comience a hablar de emociones en las escuelas a partir del diálogo entre los mismos estudiantes y no solo desde la intervención de los adultos”, explicó a Los Andes Carina Gannam, titular de la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) en Mendoza.
¿Cualquiera puede apadrinar?
La propuesta, en primera instancia, apunta a informar a las escuelas sobre este programa para luego convocar a los alumnos que cursan los últimos dos años del nivel primario y del secundario, a través de cartelería en los colegios y en las redes sociales oficiales, además de la cuenta en Instagram @haceelclick, específica para este proyecto. De allí podrá descargarse un formulario a través de un QR para anotarse y sumarse al equipo de estudiantes-padrinos.
No hay requisito académico o socioafectivo alguno para inscribirse si se quiere ocupar ese rol contenedor, según indican desde el Gobierno escolar. Porque, justamente, si la voluntad es “apadrinar” comienza una sinergia que ayudará no solo al alumno más chico en edad sino también a quien ejerza el rol de padrino o madrina.
Según la titular de la DAE, el nuevo programa es importante en términos de identidad para los padrinos con la asunción de un rol solidario y empático. Y también se espera mayor grado de pertenencia por parte de los “ahijados” emocionales”.
Una vez haya un cupo considerable de padrinos y madrinas emocionales, comenzarán las capacitaciones a los jóvenes, a los docentes, directivos y familias que quieran involucrarse. Cada taller y actividades que refuercen el vínculo y la comunicación serán supervisados por profesionales de la DAE, tanto en el nivel primaria como en la secundaria.
En principio, el programa se lanzará solo en una docena de escuelas mendocinas (aún no definidas) como una prueba “piloto” para ver si efectivamente se fortalecen los vínculos entre estudiantes y si los más pequeños logran confiar en sus padrinos a la hora de plantear alguna problemática de violencia. Una vez implementada la iniciativa, su impacto será evaluado por la Dirección General de Escuelas para luego replicarla, o no, al resto de los establecimientos escolares.
Sin estadísticas oficiales, pero con señales de alerta
Frente a la consulta sobre datos concretos de violencia escolar en Mendoza, Carina Gannam, reconoció la ausencia de estadísticas sistemáticas en el nivel primario, aunque reconoció que en ese ámbito “se registraron cada vez más intervenciones de la DAE”. En el caso de la secundaria, la funcionaria agregó que no había ese tipo de registro de intervenciones hasta este año. “Recién se está midiendo y evaluando”, apuntó.
Hasta ahora, las intervenciones de la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) en escuelas secundarias no estaban documentadas y las problemáticas recaían en los Servicios de Orientación. Recién este año se incorporó al nivel medio el DAE con una impronta centrada en la salud mental dentro de los gabinetes escolares, cuyo enfoque histórico ha sido más pedagógico.
En cuanto al nivel primario, Gannam insistió en que “no hay estadísticas tan lineales en las problemáticas de violencia”. Sin embargo, remarcó que desde los gabinetes psicopedagógicos se viene registrando un aumento en los casos, sobre todo, en los últimos años, reflejo, a su juicio, de un contexto social más hostil.
“Hay más violencia en las escuelas porque los adultos estamos siendo cada vez más violentos. Incluso los líderes políticos están teniendo discursos violentos. Hablan desde la prepotencia, ya no se apela al diálogo ni al consenso”, afirmó. Y añadió que este fenómeno se manifiesta con fuerza en el ámbito escolar, que funciona como un espejo de la realidad: “Hay una socialización primaria que empieza en la casa. Somos todos corresponsables”.
Para los casos de violencia o bullying en las aulas, la Dirección General de Escuelas cuenta con una línea gratuita y abierta las 24 horas del día. Solo hay que marcar 148 y elegir la opción 4 para sentar la consulta o la denuncia pertinente.
Reto viral, abuso en una escuela y tensión en la Legislatura
El presunto abuso sexual entre adolescentes en una escuela de Godoy Cruz, aparentemente motivado por un reto viral de TikTok, generó polémica entre el oficialismo y el justicialismo en la Legislatura provincial este martes.
El caso, que ocurrió en septiembre de 2024, dentro del establecimiento y durante el horario escolar, recién se conoció públicamente hace una semana, replicándose en medios locales y nacionales. Enseguida la senadora justicialista Adriana Cano tomó el guante y presentó un proyecto de pedido de informe a la Dirección General de Escuelas (DGE) para conocer si se activaron los protocolos correspondientes. Sin embargo, el bloque radical -con mayoría en la Cámara alta- rechazó la iniciativa.
Según señaló la senadora a Los Andes, se trata de una negativa del oficialismo para no dar explicaciones ni exponerse. Cano cuenta que el argumento del rechazo a su iniciativa fue que las familias solicitaron reserva del caso y que preferían explicar la situación de forma telefónica, sin dejar constancia escrita. “Me dijeron que no podían dar información por pedido de la familia. Pero yo no pedí detalles del expediente, sino saber si se activaron los protocolos, si se dio intervención al Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI), a la Asesoría de Menores, si hubo apoyo psicológico a la víctima. No necesito explicaciones por teléfono, sino que le respondan a la sociedad. Es un problema social”, sostuvo la legisladora.
Desde la Dirección de Acompañamiento Escolar, su titular, Carina Gannam, aseguró a este diario que la escuela actuó según la guía de procedimientos vigente: “La intervención del Servicio de Orientación fue impecable. Estuvieron pendientes del alumno afectado. Hubo una sanción disciplinaria a los agresores, quienes -además- fueron cambiados de turno. También se realizaron talleres sobre violencia y Educación Sexual Integral. El estudiante violentado está contenido y sin consecuencias visibles en el aprendizaje o la conducta”.