El festejo de la noche más tenebrosa del año tuvo su multitudinaria réplica en Mendoza. Alrededor de 10.000 personas de todas las edades se acercaron anoche a celebrar la primera edición de Halloween en la Arístides.
Alrededor de 10 mil personas de todas las edades se sumaron a celebrar este festejo en la avenida Arístides.
El festejo de la noche más tenebrosa del año tuvo su multitudinaria réplica en Mendoza. Alrededor de 10.000 personas de todas las edades se acercaron anoche a celebrar la primera edición de Halloween en la Arístides.
Familias, parejas, grupos de amigos participaron de la nueva propuesta. Muchos llegaron disfrazados y maquillados para la ocasión, lo que generó un desfile tenebroso espontáneo. El evento comenzó a las 17 y se extendió hasta las 23, con la Avenida Arístides Villanueva convertida en peatonal entre Tiburcio Benegas y Martínez de Rozas.
Bares y restaurantes se sumaron con entusiasmo, decorando sus espacios con telas de araña, calabazas, murciélagos y luces temáticas, además de ofrecer promociones especiales. Los mozos también se maquillaron y se disfrazaron, aportando al clima festivo.
La propuesta incluyó juegos, torneos de videojuegos, food trucks y puestos de emprendedores locales, donde incluso se podían conseguir disfraces y máscaras para quienes habían olvidado su atuendo en casa.
La música no faltó. En el extremo norte se presentaron DJ Black Jagg seguido por PRØ – ZACK, mientras que en el extremo sur, Renzo Lorca ambientó el evento desde el comienzo hasta el final.
No faltaron los sombreros extravagantes, maquillajes con falsas heridas y hasta motosierras decorativas. Una de las actividades más esperadas fue el desfile de cosplay, donde los participantes mostraron sus mejores atuendos frente al público y un jurado que otorgó premios en efectivo a los mejores disfraces. Los aplausos y vítores acompañaron cada presentación.
Los “amigos peludos” también fueron protagonistas: perros disfrazados de hot dogs, cuchillos “atravesados” y hasta con estrellas en el pelaje desfilaron junto a sus dueños por la avenida.
Entre sustos y risas, la popular fiesta estadounidense volvió a demostrar su creciente arraigo en Mendoza. Halloween llegó para quedarse, y los mendocinos parecen más que listos para disfrutarlo cada año.